«Hoy era el Barcelona», por Fernando Villamandos
SECCIÓN: DESDE LA PRIMERA FILA
TÍTULO: «HOY ERA EL BARCELONA»
AUTOR: FERNANDO VILLAMANDOS
«Y digo esto por que llevamos tres partiditos que no levantamos cabeza. Con el Manresa esperamos a un milagrito de final de partido para poderlo ganar. Dio la sensación de que el equipo está acostumbrado que los minutos finales, la mayoría de ellos, han sido para el Canarias. Pero esta vez no. El segundo partido fue el de los alemanes del Rienssen y ya ven el repasito que nos dieron. Nos soplaron noventa puntitos. Y hoy ha sido el Barcelona, lo que hoy el equipo dio otra imagen.
Si quitamos a los dos equipos que están tutelados por los dos equipos más fuertes de futbol español, el Canarias es el primer equipo propio de baloncesto clasificado. Podríamos decir que es el primer equipo de la liga Endesa.
Pero dicho eso, nos metemos en el partido de hoy. El equipo salió con más motivación, como si quisieran quitarse precisamente la imagen que había dejado anteriormente. Pero… no se tuvo la suerte de cara, pues no se acertaron los tiros exteriores y se encogió el brazo y nadie se atrevía hacer un tiro exterior y ya cuando se hizo no se estuvo acertado.
A todo esto, hay que sumar que, en los dos cuartos finales, los rebotes defensivos eran para los catalanes permitiéndoles segundos tiros demasiados fáciles haciendo que abrieran diferencias con suma facilidad.
Y, por si fuera poco, el que no perdonaba ni una era un Mirotti, que está tocado por los dioses. Todo lo que hace le sale bien. Creo que está en el mejor momento de juego que le hemos visto.
Por el lado del Canarias ese trabajo de Gio, desfondándose y dando un ejemplo de tenacidad y pundonor. No digo que los demás no lo hicieran, pero como les decía, no les salió.
Solo hay que decir que se tiene que seguir peleando, para intentar cambiar la dinámica de estos últimos partidos. Con trabajo y fe en aquello que ha caracterizado al equipo puede levantar cabeza.
Otra cosa que se ha olvidado es que, aunque se pierda, el equipo tiene que salir a cantarle el riqui-raque a la afición que no deja de animarles en todo el partido. No se olviden nunca de ese detalle.
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