El libro «82 años, 82 latidos» recoge la labor de CANTERA «desde el respeto a los demás clubes»
La cantera, desde el respeto a los demás clubes
Este fue el gran equipo de la historia del club en las categorías de base. Es el plantel Juvenil. En la temporada 67-68, dirigido por el ex jugador Abel Afonso, a la izquierda en la foto de portada, logró proclamarse brillante campeón de Tenerife y de Canarias. «Aquella fue una temporada memorable para nosotros ya que le ganamos a «la Marea» de los Peri Quintero, Paqui Sanz, Sánchez del Río y compañía», me cuenta uno de los componentes de aquella formación aurinegra, Paco León Arencibia.
«A nivel nacional en el Nacional, celebrado en Lérida, logramos ser subcampeones de España de Segunda División, ya que el campeón de Canarias fue el Metropole, que competición en Primera junto a los grandes, Real Madrid, Barcelona, Joventut «, puntualizó.
El grupo de Marcos Abel «Bonareu» lo formaban Cristóbal Santana, Felipe Hodgson, Pedro Sopranis, Juan López, Pepe Luque, Berto Expósito (q.e.p.d.), Tomás Bravo de Laguna (q.e.p.d.), Paco León, Francisco López, Ángel Ramos y Ricardo Simó.
El Júnior de la década de los 80
También brilló en la década de los 80 el Júnior De hecho seis jugadores del plantel llegaron al primer equipo. Hablamos de Fermín González (5), Juan Méndez (13), Suso González (7), Alberto Ortega (15), Luis Afonso (4) y Luis Martín Sá (8).
La cantera siempre ha sido mimada por las diferentes juntas directivas. Nombres propios que se han encargado de dedicar horas y más horas para que cada formación dispusiera de los medios necesarios para realizar una digna labor, tanto en las competiciones insulares y regionales como a la hora de representar al baloncesto canario en las distintas fases de los Campeonatos de España.
En los años ochenta también brilló con luz propia el júnior que dirigió Paco García Santamaría, campeón de Canarias…
Roberto Marrero se encargó de asegurar el futuro de la base en el club al convertirse en la mano derecha de Pepe Cabrera, tanto en el Luther King como en los primeros años en el Ríos Tejera. Relevo que cogió Félix Hernández al hacerse cargo de la presidencia del club.
Numerosos son los jugadores que han defendido la camiseta de la selección española en categorías de formación, al igual que jóvenes entrenadores que han formado parte de la estructura de la entidad aurinegra han desempeñado labores técnicas para la FEB.
Habría que escribir un libro dedicado en exclusiva a la cantera para poder recoger los títulos alcanzados en la historia del club y los jugadores que han destacado.
Los ejemplos más recientes de la historia de la «fiebre amarilla» los viene protagonizando el equipo de categoría Infantil que, tras el ascenso del primer equipo a la ACB, viene participando en la Minicopa Endesa. Un plantel que en las ediciones finales celebradas en Gran Canaria y en Madrid se han clasificado para las respectivas finales, ambas con el poderoso Real Madrid como rival y campeón.
Una labor muy seria que el CBC espera ampliar cuando las autoridades laguneras den el visto bueno al proyecto puesto sobre la mesa por la Fundación CB Canarias, presidida por Santiago Cacho, consistente en la construcción de la Ciudad Deportiva. Un lugar con varias canchas y una residencia para jugadores. Está el lugar elegido y solo falta, insistimos, los permisos correspondientes.
Y toda esta labor, con cualificados entrenadores, se ha reforzado en estos últimos años con el regreso a la entidad de cualificados hombres del baloncesto, muy buenos a la hora de saber lo mejor para la formación, me refiero a Hernández Rizo y a Jou Costa, además de ese cerebro apellidado José Carlos Mederos. Con ellos están Luis Macía, Susma Rodríguez, José Tomás Rodríguez, Rivero…
El CB Canarias inició recientemente un trabajo con entrenadores con reconocido prestigio en Tenerife, la amplia mayoría con pasado canarista. Gente como José Carlos Hernández Rizo, Paco Ruiz Mota, Pocho Jerez, Víctor Armijo, quienes en distintas etapas del club han formado parte de los cuerpos técnicos. Ellos trabajan en el fomento del baloncesto impartiendo charlas a grupos de entrenadores de los numerosos clubes de base de la Isla.
También se ha unido a este selecto equipo de coachs Iván Déniz, en cuyo historial figura títulos cosechados en sus etapas en el baloncesto de México y Venezuela, sin olvidar a Santi Lucena, que además de dirigir al equipo vinculado nauta forma parte del cuadro técnico que dirige Txus Vidorreta.
Lo más aplaudible es el respeto del CBC a los clubes de la Provincia, tanto de Santa Cruz de Tenerife como de La Palma y La Gomera. De hecho la amplia mayoría de los clubes clubes federados y colegios con tradición cestista han firmado un protocolo de colaboración en el que se recoge el respeto hacia la labor de los demás conjuntos, ofreciendo la posibilidad, muy importante para los deportistas, de hacer entrenamientos específicos con aquellos jugadores con mayor proyección, sin aquella vieja «norma» de quitarle lo mejor al rival.
Y si en 1977 Pepe Cabrera organizó en el Luther King el mejor Campus de la historia del baloncesto insular, en los últimos años el CB Canarias ha multiplicado por diez esta actividad, celebrando diversas actividades en rincones de la Isla, incluso en La Palma y La Gomera.
Por último, esa estrecha colaboración con clubes para convertirlos en vinculados del CB Canarias. Primero se firmó con el CB San Isidro, cuando contaba con presencia en la EBA, y en los últimos años, algo impensable de los ochenta y noventa, el convenio firmado con el RC Náutico de Tenerife. La «fiebre amarilla» y «La marea» estrechaban lazos para ayudarse mutuamente en el trabajo de formación. Un «matrimonio» bien avenido que tiene otra actividad, la organización anual del Memorial Pepe Cabrera, con todos los equipos nautas y aurinegros jugando partidos en pretemporada en homenaje al que hiciera grande a ambos clubes.
Un excelente trabajo que tiene repercusión a nivel nacional, como demuestra el amplio reportaje que realizó un equipo de periodistas de la prestigiosa revista GIGANTES del BASKET desplazado a Tenerife para recoger la historia de un gran proyecto aurinegro «AQUÍ JUGAMOS TODOS», que además de trabajos en pistas, charlas de entrenadores y acuerdos con clubes incluye las visitas escolares al Santiago Martín para ver las instalaciones que utiliza el CBC y estar muy cerca de los jugadores.
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