«La edad ya no es un límite», artículo de Carlos García en EL DÍA

CARLOS GARCÍA (EL DÍA)

Hasta  hace un par de décadas mantenerse al más alto nivel profesional por encima de la treintena convertía al deportista prácticamente en un rara avis. Un caso fuera de lo común. Ahora, sin embargo, jugar con más de 35 años con un rendimiento casi superlativo ha pasado a ser costumbre. Casi una veintena de jugadores lo hace en la Liga Endesa 20/21, una competición en la que por primera vez en su historia coincidirán tres baloncestistas que superan la barrera de los 40: los ya habituales Albert Oliver y Felipe Reyes, y el retornado Pau Gasol.

Camino de los mil minutos. Ellos son los casos más evidentes y a la vez extremos en la prolongación de la vida deportiva. Una extensión en la que el Lenovo Tenerife también posee nombres propios, los de Marcelinho Huertas y Aaron Doornekamp. No de cualquier manera ya que ambos son, y con cierta diferencia, los dos jugadores de equipos ACB que más minutos tienen –en relación a los partidos disputados– en el presente ejercicio. Minutos de verdad, no de relleno. Camino de los 1.000.

Los secretos de Marce. Para explicar el por qué de esta prórroga deportiva, buen parte de los implicados coincide en “un mayor cuidado en el día a día”. Y no solo durante la época estival para evitar ganar demasiados kilos. Dedicación continua y más patente en lo físico, con más horas de trabajo, básicamente encaminadas a la recuperación y a la prevención de lesiones. Y otra menos visual pero igual de relevante, la alimenticia. Unos de manera más radical y estricta, y otros, simplemente, eliminando ingestas de procesados. La fórmula no es novedosa, pero sí su generalización en el deporte de élite. Y uno de los que más a raja tabla lleva este cuidado es Marcelinho Huertas, aunque el paulista afirma que “no hay secretos” en ello, solo “cuidarse, profesionalidad, entrega, dedicación y buena ética de trabajo”.

La comida, su combustible. Pero a la hora de escudriñar en el día a día de Marce, esa ética de la que habla posee, desde hace varios años, unos patrones muy definidos a la hora de comer. “La alimentación es tu combustible”, admite sobre una dieta que intenta basar “en verduras, granos, frutas… todo lo más natural posible”. Prohibidas “las frituras” y todo “alimento que genere inflamación, como las carnes, y los lácteos. Sus proteínas hay que saberlas buscar en otros lados”. Líneas maestras aplicadas después de “haber estudiado mucho tiempo sobre los efectos de la alimentación en los deportistas”.

Alimentos prohibidos. Un modo autodidacta que se lleva más fácil cuando en casa no pululan ciertas tentaciones… Y es que al ser vegana su mujer, Huertas combate mejor el huir de ciertos alimentos como “los huevos, el azúcar, la harina blanca, también todo lo que tenga gluten…”. “El pescado, sobre todo en los viajes, en los que resulta más complicado tener tantas opciones”, sí lo ingiere alguna vez. Huertas también se permite “el café, pero lo justo”, y con una manía de viejo. “Nunca después de las 5 de la tarde”, aclara.

Los resultados en la cancha. 

El resultado de este sacrificio alimenticio se viene notando en la cancha. Pero sobre todo lo aprecia el propio jugador, no solo “por tener mejores digestiones”, sino porque en la actualidad es casi ajeno a “dolores musculares y articulares” que le habían acompañado durante buena parte de su carrera. “He perdido grasa en mi cuerpo y he ganado musculatura”, añade como plus el base brasileño.

Doornekamp, nada de carne.

Aaron Doornekamp es el otro over 35 del Lenovo Tenerife. Si bien el canadiense prioriza, para un buen rendimiento, el cuidado físico en su día a día, en absoluto obvia ciertas costumbres alimenticias que también considera determinantes para su juego. “No soy vegano, pero sí casi vegetariano, ya que tampoco como carne, y pescado quizá una o dos veces a la semana”, apunta el alero con pasaporte holandés, que igualmente evita “el pan y el gluten”. “Lo importante es la calidad de lo que comes”, deja claro el aurinegro. Y como Huertas, Aaron cree que “ayuda mucho la gran información que existe ahora sobre cómo obtener las proteínas y los nutrientes necesarios de otros alimentos que no sean la carne”. Él lo hace por medio de “legumbres como las judías y los garbanzos”, así como “verduras”. Al igual que su compañero de equipo, que “en casa” sigan la misma doctrina alimenticia, hacen más llevaderas estas privaciones.

Oliver, el más veterano. 

Fuera del Lenovo Tenerife, la conducta alimenticia entre los abuelos de la competición ofrece diversos ejemplos. Aunque los implicados sí coinciden en llevar ahora “una dieta más estricta que antes”. Es el caso del más veterano, Albert Oliver, que desde que llegó “al Gran Canaria”, allá por 2013, empezó a “comer más verdura y fruta, y todo integral, como la pasta y el arroz”. Sin “abusar, pero tampoco renunciar a la carne ni al pescado”, el ahora base del Monbus Obradoiro también recurre a “la proteína vegetal y a los huevos”. Todo con una premisa fundamental, “que los alimentos sean de calidad”.

Cambio de hábito de Cook. 

Mientras que el madridista Felipe Reyes admite “cuidar” su “alimentación, pero sin llevar ninguna dieta especial, solo alejada de los excesos”, otro que bordea los 40, el base del Burgos, Omar Cook, también cambió de hábitos hace un tiempo. “Desde hace cuatro o cinco años no tomo demasiados carbohidratos como el pan, el arroz o las papas; tal vez una vez a la semana, pero no todos los días”, comenta el norteamericano, que dentro de “una dieta bastante estricta” también evita “los refrescos y los dulces”. “Y realmente ayuda mucho”, apostilla.

Los ‘pastelitos’ de Báez. 

Otro al que no le ha quedado más remedio que hacer frente a su condición de goloso, para “respetar una dieta equilibrada”, es a Eulis Baéz. “Ahora como menos pastelitos”, apunta el dominicano del BAXI Manresa sobre su afición a los dulces, algo que ha quedado acotado “a solo momentos especiales, como después de los partidos”. Rafa Martínez, su compañero de equipo, admite estar sacando ahora tajada de un campo “desconocido cuando éramos jóvenes”. El catalán reconoce “haber probado varias dietas, como la del ayuno intermitente”, pero en la actualidad solo está en manos de “una dietista” que le aporta “una rutina alimentaria buena” con la que “mejora el rendimiento y hace desaparecer los dolores musculares”. Distintas teorías y caminos para poder seguir disfrutando de lo que más les gusta: el baloncesto.

La motivación diaria como impulso extra para continuar

La otra gran pata para hacer posible una carrera deportiva más longeva, según sus propios protagonistas, tiene que ver con la mente, la motivación y el amor por el deporte que se practica. Y de nuevo ahí Marcelinho Huertas parece alumno aventajado. El brasileño admite hacer “yoga para tener la mente limpia”, a lo que añade “una sesión de coaching por semana” con el fin de estar “preparado para afrontar cada partido”. “Ojalá pueda seguir muchas temporadas compitiendo y rindiendo sin bajar mucho el nivel”, comenta el paulista, que en mayo cumplirá 38 años.

Todavía le quedaría al canarista un lustro para alcanzar la edad de Albert Oliver, cuyo secreto es que “todo esto te apasione y disfrutes, tanto entrenando a diario como compitiendo”. “Y eso es algo que me encanta”, deja claro el jugador del Obradoiro, para el que “si mentalmente no estás preparado se hace muy difícil”. Admite Albert, eso sí, que “con el paso del tiempo pueden aparecer dudas” sobre su “capacidad para competir”. “En verano me planteé si realmente servía o no. Por suerte soy algo cabezón y aquí sigo”, apostilla el de Tarrassa.

En términos parecidos se expresa Eulis Báez. “El día en el que no tengas esa motivación es el día en el que tienes que dejarlo”, afirma con rotundidad, dejando de lado “la edad”. “Lo importante es ver que puedes competir; si no puedo hacerlo me iré para casa”, añade. Su compañero Rafa Martínez es de la misma filosofía. “Si no sintiera la ilusión y la motivación diarias, seguramente no estaría jugando”, comenta el exterior, que si bien no se pone una edad concreta para la retirada, trata de “disfrutar cada momento” por si es su “última temporada”.

Omar Cook, pese a sus 39 años, también tiene en la mente a su mejor aliado para no pensar todavía en colgar las botas. “Siempre tengo un punto que demostrar”, comenta el neoyorquino. Su llegada al Burgos tiene mucho que ver. “Es la primera vez en cuatro o cinco años que estoy ganando tanto, y eso ayuda mucho para venir a trabajar todos los días. Además, estoy al lado de un gran base como Alex [Renfroe] y eso me quita carga y presión; me siento relajado y a la vez como si fuera un novato. Pensé que me retiraría el año que viene, pero ahora no creo que eso vaya a pasar”, añade Omar sobre sus intenciones. Si lo hace en ACB se añadirá a la lista de cuarentones.

 

«Otros trucos para rendir cuando los años aprietan»

Un buen descanso, el yoga, las medias de compresión y la presoterapia, algunos métodos que ayudan a alargar la carrera de un deportista

Al margen de una buena alimentación, la motivación personal y el amor que cada jugador profesa por el baloncesto, los profesionales tiran de varias técnicas para poder alargar su carrera todo lo posible.

Necesario dormir

Una de las claves que apuntan varios jugadores más veteranos de la ACB para poder “recuperar bien” tanto “tras los partidos” como “entre sesiones de trabajo” es el descanso. “Intento descansar y dormir mis ocho horas cada día”, comenta Albert Oliver, que se congratula de “no beber” ni ser “un jugador que salga por la noche”.

Menos kilos

Gracias a una dieta controlada y a las nuevas tendencias de entrenamiento, el jugador aumenta su bienestar diario a la misma vez que pierde peso. Así lo ha reconocido por ejemplo Huertas, mientras que Doornekamp y el excanarista Rodrigo San Miguel(otro por encima de los 35 años) también se han dejado por el camino en los últimos tiempos entre cuatro y cinco kilos. Una musculatura más funcional y un menor sufrimiento de articulaciones como rodillas y tobillos, las principales beneficiadas. “He bajado un poco la intensidad de mi trabajo y cuido más en el día a día mi movilidad”, comenta por ejemplo Eulis Báez.

Estiramientos y yoga

El estiramiento es un clásico en la metodología del cuidado físico. “Aunque a mí nunca me ha gustado; no sé si es bueno o malo, pero no me ha ido mal”, comenta en todo jocoso Oliver. Todo lo contrario que, por ejemplo, Doornekamp, cuyas rutinas previa y posterior a cada encuentro y partido son sagradas. A ello se ha unido en los últimos tiempos el yoga, una modalidad de la que Huertas es asiduo. “Me ayuda para estirar y ganar flexibilidad, pero también para tener más fuerza y cuidar la zona del core”, explica el base canarista.

‘Foam roller’ y medias

Tanto el foam roller como las medias de compresión se han convertido en habituales dentro de la recuperación de los jugadores. El primero es un rodillo destinado a la liberación de los nudos que se pudieran generar en distintos grupos musculares. El calcetín deportivo, por su parte, evita la fatiga muscular y acelera la recuperación del deportista. Aaron Doornekamp es uno de mejores modelos de estos dos artilugios, tanto en los entrenamientos y partidos como en los desplazamientos del Lenovo Tenerife.

Oxigenación y drenaje

También se benefician los jugadores, en su cuidado, de algunos avances tecnológicos que se vienen empleando en los últimos años. Es el caso de la presoterapia, una técnica indicada –con una especie de botines que se hinchan– para lograr un drenaje linfático y evitar el cansancio de piernas. Los más avanzados se decantan también por la cámara hiperbárica, un recipiente a modo de cápsula que facilita la oxigenación del paciente y que ayuda en el tratamiento de ciertas patologías. Sitapha Savané, que se quedó a dos meses de jugar en ACB con 40 años, es uno de los que la usó en sus últimas campañas en activo.

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