98 a 69 para sumar la victoria 26

El Lenovo Tenerife ratifica su tercera plaza con su nueva victoria. Se impuso con autoridad al colista Gipuzkoa, equipo que solo tuteó a los aurinegros en el segundo periodo. La excelente defensa y ese juego espectacular en ataque fueron, de nuevo, determinantes en este triunfo.

Así fue el último cuarto

Mejorar el 4/17 desde el 6,75 se convierte en la asignatura pendiente para los aurinegros en este último cuarto.

Con un 0-5 arrancó el periodo. Rompe la sequía el triple de Sasu Salin, en su quinto intento más atrás de la línea.

Restando 6 minutos y llega el tanto número 24 para Shermadini (80-62).

Se entra en los cinco minutos finales con ventaja de 16 puntos (83-67) con entrada a canasta de Salin quien es objeto de falta por parte del pívot Okouo, revisada por los árbitros, quienes miran si la acción es de 2 más adicional, lo que así consideran, anotando ese tiro libre que establecía el +19 (86-67).

Alex López, que ya había tenido unos segundos, reemplaza a Bruno a 3:50. Mate espectacular de Sulejmanovic para el +21 (88-67), que Santi Yusta eleva al +23 a 2:54, con tiempo muerto del Gipuzkoa.

El partido estaba visto para sentencia y el veredicto iba a ser la victoria 26 en el casillero de Lenovo Tenerife para seguir aspirando a esa «locura» ganada a pulso y que es ser el dueño definitivo de la tercera plaza, solo por detrás de los dos clubes de fútbol.

A 2:11 es Yusta quien anota su único triple del partido, con Sulejmanovic uniéndose a la fiesta desde la raya. Un 6-0 para rozar la treintena (96-67).

Se llega al último minuto con el 96-69 y canasta de Guerra a 35 segundos (98 a 69). Restan 22 segundos y hay falta sobre Fran, que va a la línea del 4,60, disponiendo de dos tiros para alcanzar la centena, pero el grancanario falló ambos tiros.

En el ataque visitante es el ex aurinegro Radoncic quien quiere cerrar con un mate pero se encuentra con el gorro sensacional de Guerra, no muy bien recibido por el rival, provocando un enfrentamiento una vez finalizado el choque. Txus Vidorreta se lleva al pívot para cerrar la discusión.