El ARBITRAJE, lo peor de la FINAL a CUATRO de la BCL de Málaga
Nadie puede decir que sean MALOS ÁRBITROS, pero no estuvieron nada acertados en los cuatro encuentros vividos este fin de semana en el Pabellón Martín Carpena de Málaga.
AGUSTÍN ARIAS.-
Resultaría injusto señalarles como culpables de las derrotas de Canarias y Unicaja en las semifinales porque las mismas fueron por errores propios.
Sí se pudo comprobar que el nivel no estuvo acorde con el juego. Y un claro ejemplo lo podemos centrar en el choque valedero para el tercer y cuarto puestos, con un primer cuarto en el que se dejó jugar, lo que llevó al electrónico un espectacular 31-29.
Llevaba camino, de mantenerse ese nivel de juego y de arbitraje, de alcanzar un tanteo de NBA. Sin embargo, la línea varió por completo, los de «verde» «sacaron sus pistolas» para convirtierse en protagonistas de un recital de pito en uno y otro lado de la cancha.
Los ocho del silbato de la Final a Cuatro hicieron buenos a los árbitros de la ACB, dejando muy claro que, al menos en esta cita con la Basketball Champions League, fueron lo peor de la misma.
Como fue malo el partido de los aurinegros ante el Hapoel Jerusalem, en el que la efectividad desde el 6,75 pasó factura, con un triste 22,7% (5/22), al igual que la baja intensidad defensiva, lo que originó el 24-37 del segundo y tercer periodos.
Se logró una brillante reacción en los diez minutos finales, al punto de estar con un +4 y posesión para sentenciar, pero una mala recepción en un pase y un desafortunado 3+1 del rival dio la vuelta al «score».
Con uno abajo y posesión de 20 segundos, hay tiempo muerto de Vidorreta para buscar la acción estratégica más adecuada para estar en la gran final del domingo.
Sin Jaime Fernández en pista, un especialista en «jugadas finales», Huertas controló, penetró y dobló para que un liberado Fitipaldo clavara la canasta que daba la final, pero no fue el mejor tiro de tres del base uruguayo, esfumándose el sueño de vernos en una nueva final de la BCL.
También el Unicaja lo hizo mal en muchos minutos de su partido con el Bonn, siendo incapaz de romper la excelente y dura defensa de la escuadra alemana, además de no encontrar el antídoto, ni siquiera Alberto Díaz, necesario para impedir la exhibición del MVP de la temporada TJ Shorts II.
Así y todo, al igual que le sucediera a Lenovo Tenerife, los de Ibon Navarro remontaron en los instantes finales y se pusieron a solo dos puntos por debajo, teniendo el último balón para forzar la prórroga o ganar con un triple. Se la jugó Kendrick Perry pero, como le sucediera horas antes a Bruno, el balón no quiso besar la canasta.
Razones de peso para decir que los árbitros, aunque no estuvieron nada finos, no fueron determinantes en las eliminaciones de los llamados a protagonizar la final española de la BCL.
Tampoco estuvieron acertados en las dos citas del domingo, de ahí las merecidas pitas del «Martín Carpena» cuando fueron llamados para recibir sus medallas conmemorativas.
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