«ÁRBITROS: El enemigo lo tienen en casa»

El estamento arbitral siempre ha contado con el respaldo de BASKETMANÍATENERIFE.ES. Con Agustín Tejera en la presidencia del Comité Insular las informaciones publicadas han aumentado como la espuma, pasando del «silencio absoluto» de la anterior dirigente, a contar con «luz y taquígrafos», lo que permite que el llamado «TERCER EQUIPO» en la cancha tenga también su protagonismo en la prensa especializada en baloncesto.

AGUSTÍN ARIAS.-

Y el apoyo a los árbitros y auxiliares de mesa viene desde los años setenta y ochenta, cuando al frente del llamado Colegio Tinerfeño de Árbitros (CTA) estaba Miguel Díez Alegre (q.e.p.d.), dirigente que apadrinó los ascensos a la élite de colegiados tan emblemáticos como Ángel Recuenco, Chuchi Arencibia, Manuel Hernández Cruz, Miguelo Betancor y Eusebio Trujillo.

Trujillo, Hernández, León y Recuenco, leyendas del arbitraje

Tras muchos años de «sequía», con personas al frente del gremio sin carisma y con poco protagonismo en las cercanías de la FEB, el arbitraje canario vuelve a ser noticia, consecuencia del buen trabajo que se realiza, tanto en el Comité de la FCB como en el de la FIBT.

Juan Antonio Molina y Ariadna Chueca, del Grupo 1 FEB

Ahora sí se mira por los árbitros. Eso hace que Canarias pueda presumir de contar con colegiados en el Grupo 1 de la Española, incluso se consiguió que las puertas de la ACB se volvieran a abrir, siendo el grancanario Héctor Báez el más reciente de los ascendidos a la élite.

Sin embargo, «no todo es oro lo reluce». La mala uva de determinados personajes, nefastos para el sector arbitral, parece querer asumir un protagonismo y no precisamente positivo.

Existe un grupito de «amiguit@s» de la anterior directiva del Comité Insular de Árbitros de Tenerife que se dedica a desprestigiar el trabajo del actual equipo que preside Agustín Tejera, con descalificaciones y desprecio a los propios compañeros.

Este grupito, al parecer capitaneado por alguien venido a menos, se sentía mejor cuando «mandaban» otros, ello a pesar de ser evidente que no defendía ante la FIBT temas tan sangrantes como el de percibir las tarifas de algunos meses, lo que originó algún que otro intento de parón.

Se atreven a criticar los ascensos de compañeros, al punto de llamarles «pelotas» o «amiguetes» del poder establecido.

Estos pocos, que podrían caber perfectamente en un taxi, no entienden que la mejor defensa de un colectivo como el arbitral debe empezar desde dentro, pues ya existen bastantes personajes de este deporte que se encargan de criticar, censurar, protestar… cuando el arbitraje no resulta de su agrado.

Y no satisfechos con meterse con el propio colectivo, la cabecilla arremete también con Basketmanía por publicar información arbitral que elogia el trabajo realizado, como el de haber sacado adelante cada semana tantos partidos de la FIBT. Es como si se quisiera «matar al mensajero».

Cierto es que veinte no representan al colectivo y que sus opiniones e insultos, escondidas en seudónimos al no ser capaces de dar la cara, ni ofenden ni restan ilusión a quienes dedican su tiempo por el bien de árbitros y oficiales de mesa.

Rafael González, presidente de la FIBT

Lo que sí debería hacer el presidente de la Federación Insular de Baloncesto de Tenerife, Rafael González, es tomar cartas en el asunto y tratar de cortar de raíz» la hierba mala» de un colectivo que está creciendo y haciendo posible que no se prodiguen los aplazamientos o suspensiones de partidos, lo que sucedía con frecuencia en la anterior etapa.