¿Quién dijo miedo?…

Si la temporada 23-24 en la Liga ACB finalizara esta noche, el Lenovo Tenerife descendería a la LEB-Oro, acompañado por el Zunder Palencia del canario Marco Justo.

AGUSTÍN ARIAS.-

Sucede que todavía quedan ¡31 jornadas por disputarse!, 14 de ellas para decidir qué ocho escuadras estarán en febrero de 2024 en el «Martín Carpena» de Málaga para disputar la Copa del Rey.

Si leemos las cosas que escriben los que juegan a periodistas/adivinos está claro que el CB Canarias ni estará en Málaga en febrero, ni hará lo propio en la Final Four de la BCL y tampoco jugará en mayo los play-off.

Vamos, que los tinerfeños amantes del baloncesto debemos comenzar a prepararnos para afrontar una temporada en el «infierno» de la LEB-Oro.

Afortunadamente, los «cenizos» caben en un taxi y sus adláteres del «tienes razón, descendemos este año» cambiarán cuando los vientos sean de nuevo favorables a los intereses del CB Canarias.

No hay que perder más tiempo del que me ha llevado escribir estos siete reglones, pues queda claro que Txus Vidorreta y su equipo técnico, con la entrega incontestable de sus jugadores, trabajarán para comenzar a ganar partidos y por recuperar su lugar entre los ocho mejores equipos de la Liga Endesa.

Lo de los «siete minutos fatídicos» de Murcia fue un palo en toda regla pues antes de ese 21-0 el aficionado veía que el equipo había despertado de su letargo. Pero lo sucedido el sábado, tras analizarse, ya es irremediable. Ya pertenece al pasado.

Como es pasado una de las visitas al UCAM Murcia en la que el equipo fue capaz de remontar un -24 y acabar ganando el partido con una canasta de Sasu Salin en el último segundo.

¡Qué fácil es rajar contra el club que tanta gloria ha dado al deporte tinerfeño en la última década! ¡Qué falta de respeto el querer ahora criticar a Aniano Cabrera, a Félix Hernández y a Txus Vidorreta por, según escriben, confeccionar una plantilla de viejos!

Todos tenemos derecho a criticar una mala actuación, un mal planteamiento, pero de ahí a querer desprestigiar una labor de crecimiento de diez años del CB Canarias va un abismo. Porque Aniano sigue siendo ese «cerebro» que sabe fichar (se le ha felicidado por activa y por pasiva) y a Txus Vidorreta no se le ha olvidado las cosas buenas que nos han hecho sentirnos orgulloso del equipo aurinegro.

Estoy seguro que los tres mil abonados y fieles seguidores del club de San Cristóbal de La Laguna, donde nació en 1939, no dudarán en seguir acudiendo al Santiago Martín a arropar al Lenovo Tenerife. En las buenas y en las malas.

Y los que consideren que ya se aburren viendo jugar al CB Canarias, que den un segundo pasito adelante (el primero ya lo han dado con las destructivas críticas) y los sábados por la tarde, cuando juegue el REPRESENTATIVO, se vayan al cine. Y no se olviden de las cotufas.

No es agradable mirar esta clasificación y ver a tu equipo, el de todos los tinerfeños de bien, siendo el último de la fila, pero yo confío ciegamente en el nivel y entrega de los aurinegros.

¿Quién dijo miedo?…