DESCONEXIÓN aurinegra tras el +18 del minuto 21
AUTODERROTA del Lenovo Tenerife en el Santiago Martín, segunda consecutiva en casa, que pone muy complicado aspirar a estar en la Copa del Rey. Los aurinegros, que borraron de la cancha al Casademont Zaragoza en los primeros 21 minutos, llegando a estar con 18 (45-27), sufrieron una desconexión total en la segunda mitad, primero para encajar un parcial de 8-19 en el tercer cuarto y un 15-24 en el cuarto, haciendo «internacionales» a los jugadores de un rival que sigue luchando por evitar el descenso. Triste imagen de todo el equipo, al punto de escucharse los primeros pitos de la grada.
AGUSTÍN ARIAS.-
Se puede perder, claro que sí, lo que no es de recibo que un plantel con la experiencia que acumula Lenovo Tenerife tire por la borda todo lo bueno realizado en la primera mitad y primer minuto de la segunda, lo que deparó una renta de +18 (45-27) que parecía suficiente para sumar la octava victoria.
Excelentes minutos en el arranque del choque, con un 10-0 inicial y canasta de Fernández para el 14 (20-6). En defensa se bajaba el culo al parquet y arriba se acertaba tanto dentro como desde el exterior, lo que hizo establecer el +12 (23-11) al término del periodo.
En el segundo, un jugador destacó sobre sus compañeros, Dusan Ristic, autor de 9 tantos casi consecutivos que colocaban el +20 (31-11) en el minuto 12. Una renta que Zaragoza, con un 2-8 de parcial, redujo, acabando con 41 a 27 que hacía presagiar una cómoda victoria.
Comenzó el tercer acto con Marce Huertas en el 4,60, al parecer por técnica a Fisac. De inmediato, triple del propio base brasileño para fijar el +18 (45-27)-
Sasu Salin y Bruno Fitipaldo se estaban repartiendo la vigilancia al siempre peligroso Thad MacFadden, quien se fue al descanso con su casillero a cero.
A partir de este momento apareció el poderío en la «pintura» de Mitchel Watt, quien se hacía dueño y señor de los tableros.
En el bando local, Sasu seguía evidenciando su alarmante sequía desde el 6,75, incluso en tiros sin defensor. Sastre y Doornekamp se meten en tres faltas, lo que obliga al movimiento de banquillo.
A tres minutos del final del tercer alto un parcial realmente inconcebible de 2-15 mete el miedo en el cuerpo a los aurinegros, que se tradujo en un 49-41 y posteriormente 49 a 46, siendo el parcial 8-19.
Ni los continuos cambios efectuados por Txus Vidorreta servían para impedir este auténtico derrumbe. Una desconexión que no gustaba, con la sensación de ver a un equipo al que le pesaban las piernas y, lo peor, la cabeza.
Nada más arrancar el último cuarto un 0-7 termina de amargar la noche a la afición. La gran diferencia se esfumaba, dando alas a un rival que se hizo grande al ver cómo el favorito se encogía, por no decir «se cagaba de miedo» (frase del coach en sala de prensa), ante la posibilidad de acabar con las opciones de estar en Málaga en febrero.
Así y todo, el Lenovo Tenerife tenía opciones de recuperarse del tremendo varapalo recibido. Se pasó del 51-55 al 55-57, hasta que llegó la racha demoledora de los maños, con sendos triples de Bell-Haynes y Santi Yusta que elevaban la diferencia visitante a los 9 tantos (55-64).
Aquí surgieron los primeros pitos de la grada, disconforme con la desconexión aurinegra. Una situación extraña que no se recordaba en el Santiago Martín desde 2017.
El parcial estaba siendo un escandaloso e inaudito 10 a 37 a falta de tres minutos y medio para el final.
Tras el «minuto» de Vidorreta, triple de Salin, recuperación, canasta de Huertas y nuevo acierto del finlandés desde el 6,75 para reducir a dos puntos la diferencia maña (62-64), quedando 120 segundos por jugarse.
Hay falta ofensiva pitada al Zaragoza que despierta a la afición, que entona el «sí se puede, sí se puede». Restan 85 segundos y sale de las manos de Sali un triple para ponerse por delante, pero esta vez el balón no encontró el aro. Se pelea por el rebote, se pierde, con antideportiva señalada a Fernández. Bell-Haynes transforma los dos tiros libres para el 62-66, pero los visitantes no aciertan en el siguiente ataque.
Marce se juega una entrada y recibe un tapón. En el ataque es Thad MacFadden quien clava ese triple que más duele para el 62 a 69, con «minuto» de Txus con 30 segundos por jugarse.
Hay canasta local al considerarse tapón ilegal a una bandeja de Sasu (64-69), con protestas ¿? de Aaron que lleva a Smith al 4,60 para el definitivo 64 a 70.
Un -6 que anula la ventaja aurinegra en la diferencia favor-contra, poniendo realmente difícil soñar con ser uno de los ocho primeros al término de la primera vuelta.
El «derrumbe» fue colectivo, de ahí que ningún canarista hiiciera méritos para citarlo como destacado.
Se echó en falta el juego ganador de Fernández, Fitipaldo, Abromaitis, Sastre y Shermadini, a los que el esfuerzo realizado ante el Cholet en la BCL pareció pasarles factura.
La pregunta en los pasillos del pabellón era repetitiva: «¿Pero qué les pasó en la segunda mitad, con lo bien que llevaban el partido?». Este club nos ha tenido a todos «acostumbrados a los éxitos» que, cuando éstos no llegan, alzamos la voz para exigir más. En favor de quienes nos han brindado tanta satisfacción en las últimas temporadas debe situarse el cansacio, físico y mental, que supone jugar un sábado, también un martes y, sin tiempo para recuperarse, también un viernes. Y cuando no se tiene 20 años… el cuerpo pasa factura.
FICHA TÉCNICA
64 – Lenovo Tenerife (23+18+8+15): Huertas (11), Salin (10), Sastre (2), Doornekamp (8), Shermadini (7) –inicial-, Fitipaldo (1), Abromaitis (4), Fernández (3), Vicedo (5), Ristic (9) y Cook (4).
70 – Casademont Zaragoza (11+16+19+24): Bell-Haynes (14), Yusta (6), Smith (9), Sulejmanovic (3), Watt (20) –inicial-, Langarita (2), González (2), Kravic (8), Gielo (1), McFadden (5) y Moreno (-).
Árbitros: Calatrava, Cortés y Merino. Señalaron técnica al entrenador del Zaragoza, Porfirio Fisac (min.20) y a Doornekamp (min.40).
Incidencias: Pabellón de Deportes Santiago Martín, 4.767 aficionados. Nico Richotti le hizo entrega de una metopa a Santi Yusta, por su pasado aurinegro. En el descansohizo acto de presencia en el parquet el PAPÁ NOEL AURINEGRO y sus pajes, quienes repartieron caramelos a los aficionados.
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