La crónica de CARLOS GARCÍA en El Día
El Lenovo sufre, pero golpea primero
El cuadro canarista se impone al Burgos (86-78) en un duelo en el que tras desperdiciar 16 puntos (del 64-48 al 68-70) muestra cabeza en el momento de la verdad
El primer paso llega con sufrimiento. Pese a mandar en el marcador durante casi 39 minutos, aunque llegó a disponer de 16 puntos de ventaja (64-48) y también tras ver como su rival se quedaba sin un jugador (Horton) en su intento de remontada, el Lenovo Tenerife tuvo que sufrir de lo lindo para imponerse (86-78) al San Pablo Burgos y adjudicarse así el duelo inicial de los cuartos de final de la Liga Endesa. Un partido en el que los de Vidorreta se mostraron acertados bajo el aro (18/28 en tiros de dos) y recuperaron parte de esa chispa desde el perímetro (12/29), si bien fue su excelente actividad defensiva durante varios minutos lo que le permitió superar a un oponente que nunca se dio por vencido.
Shermadini, con 16 puntos, seis rebotes y tres asistencias para 24 de valoración, fue el mejor en números de los aurinegros; bien acompañado por Huertas, autor de 15 tantos y cinco pases de canasta. A ellos se unió Fitipaldo, que se fue hasta los 13 puntos, pero que sobre todo exhibió una actividad defensiva soberbia. Cavanaugh y Doornekamp también llegaron a los 10 tantos en un bando, el canarista, que hizo que entre Benite y McFadden solo anotaran cinco puntos.
Si el Canarias quería recuperar sus mejores señas de identidad y entrar con paso fime al playoff, no lo pudo hacer mejor de inicio, con un catch and shoot de Salin, un balón interior para que Shermadini resolviera con un ganchito (5-0) y con tres tiros libres de Cavanaugh (8-3). Sin embargo, el Burgos ajustó atrás, negando el pick and roll y colapsando la circulación exterior (cinco pérdidas locales en el primer cuarto), mientras que en el otro aro sacó provecho de la movilidad de Kravic para seguir en partido (12-11).
La aportación del pívot serbio la compensó Shermadini con su capacidad de resolución bajo el aro, antes de que Guerra también sumara en el poste (18-14). Solo algunas ayudas largas (triple de Salvó) y el pobre 1/6 en triples impidieron que el Lenovo llegara al final del primer acto con una mayor renta (19-14).
La primera puesta en escena de Jenkins en el arranque del segundo cuarto supuso un punto de inflexión para el Lenovo. Atrás se pegó a McFadden, y delante se atrevió con dos triples seguidos a sendas asistencia desde dentro de Guerra. La sociedad entre el escolta y el pívot se remató con un robo del primero y un mate a la contra del grancanario para que el cuadro lagunero amagara con despegarse en el marcador (27-19, 13′).
Pero el arreón local, pese un triple de Fitipaldo y un alley oop de Guerra (32-25), no tuvo continuidad, ya que entre la intensidad de manos del Burgos en los 2×1 y, sobre todo, su capacidad para hacer daño en el rebote ofensivo, el partido se igualó. Los castellanos rebañaron hasta seis segundas opciones (cuatro de ellas de Salvó) en otros tantos minutos del segundo acto. Dos de ellas tras error de tiro libre (32-31). Las dificultades aurinegras aumentaron con la pegajosa marca sobre Shermadini de Salash, que también explotó su buena mano desde el perímetro (35-34).
Situación delicada que el Canarias resolvió tirando de paciencia. Y es que cuando pareció meterse en la boca del lobo en forma de penetraciones laterales, los isleños fueron capaces de invertir el balón a la perfección para dar con un tirador liberado. Así, entre Fitipaldo y Cavanaugh elevaron las prestaciones locales desde el arco a un 6/8 en este cuarto, para, al mismo tiempo, dar un paso al frente en el marcador (45-38).
El Lenovo, sin embargo, volvió a pecar de la misma falta de continuidad de los minutos anteriores. Así, entre una defensa un tanto deficiente (dos libres de Salash) y una absurda pérdida en saque de fondo tras tiempo muerto que aprovechó luego Renfroe, la ventaja canarista al intermedio quedó reducida a tres exiguos puntos (45-42).
A propósito de enmienda, la vuelta canarista de vestuarios fue casi inmaculada. Doornekamp anotó de tres en la primera bola del periodo, y aunque los de Vidorreta desperdiciaron un par de ataques, su actividad atrás (colectiva y en el uno contra uno) fue tan superlativa que el Burgos tardó más de cinco minutos en hacer su primera canasta en juego mientras vivió de cuatro tiros libres (58-48).
Mientras se vació en su lado de la pista, en campo ofensivo el Lenovo se encomendó a la calidad de sus bases. Primero a la mano de Fitipaldo, que sacó lustre a su tiro exterior con dos triples seguidos. Y a continuación tirando de la capacidad única de definición de Huertas, que explotó la liviana defensa de McFadden para hacer cinco puntos consecutivos y servirle en bandeja a Guerra un 2+1. Con este equilibrio los laguneros alcanzaron su mayor renta hasta ese momento (64-48, 26′).
Ahí el Burgos apretó los dientes para no rendirse antes de tiempo. Lo hizo el conjunto de Peñarroya con más intensidad defensiva (lo que llevó a malos tiros a los aurinegros) y también rentabilizando algún rebote ofensivo, con un triple de Cook y un inusual acierto en el tiro libre (16/18). Pero solo le dio a los visitantes para colocarse a 11 (66-55) antes del mazazo que supuso perder por lesión a Horton.
Quizá por verse ganador antes de tiempo, el Lenovo empezó a ser irreconocible. Erró tiros liberados (Sergio Rodríguez) y eligió otros muy forzados (Salin), para solo sumar una canasta (Shermadini tras rebote ofensivo) en casi cinco minutos. Escasa producción que el Burgos aprovechó para sumar con regularidad en un parcial que llegó a ser de 2-17 para colocarse en franquicia por primera vez en todo el encuentro: 68-70 con poco más de cinco minutos por delante.
El Canarias se había sumergido en el fango. Casi sin darse cuenta. Pero por deméritos propios. Y la mejor manera para salir de él fue recurrir a sus mejores armas. Primero una buena circulación de balón para dar con Doornekamp y Cavanaugh liberados en el 6,75 (74-71), y luego, como no, sacando tajada de la calidad de su Dúo Dinámico. Así, Shermadini anotó dos libres, provocó un robo en un 2×1 lejos del aro y más tarde convirtió debajo del aro. Mientras, a la vez que Fitipaldo terminaba de sacar del partido a McFadden, Huertas sentenció con dos canastas más (84-76) para amarrar el primer triunfo de la serie y acariciar ya las semifinales. Este jueves, en Burgos, se puede rubricar el nuevo hito canarista.
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