¡GRACIAS, chavales!
El famoso cartel en forma de cheque gigante, canjeable por un pasaporte para la Copa del Rey, llegó en la mañana de hoy al Santiago Martín.
Lo portaba esa pareja mágica formada por un base que hace magia con el balón, don MARCELINHO HUERTAS, sí, ese señor de 40 años al que «algunos» llaman viejo, y don GEORGI SHERMADINI, el considerado por esos mismos «tontos del bote» un pívot cansado que ya estaba pidiendo el revelo generacional.
Entraron al parquet sonriendo y mostrando el cartel que se ganaron a pulso, primero merced a sus nueve triunfos y luego porque Bilbao Basket y Real Madrid ofrecieron ese carácter profesional que se pide a todo equipo.
Fueron recibidos con aplausos por compañeros y cuerpo técnico, para, de inmediato, reunirse LA FAMILIA AURINEGRA en el centro de la pista para la foto de rigor.
Un gesto que se ha repetido en las ocho últimas temporadas y que se hace necesario agradecer nuevamente. Por su profesionalidad, superando momentos difíciles, y por recuperar las buenas sensaciones.
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