Tino Padrón, LA LEYENDA
“Como jugador quiero ascender a la élite, pero como directivo no lo tengo tan claro”
“La nuestra es la cancha con más ambiente de la categoría. El equipo está muy arropado”.
Tino Padrón confía que el proyecto deportivo del ADEIN Tenerife siga madurando en los próximos años
Juan Ruiz Correa (Jefe de Prensa Fundación CBC)
Faustino Padrón Brito es base del ADEIN Tenerife Santa Cruz Fundación CB Canarias y secretario del club. Con más de 30 años de experiencia en el baloncesto en silla de ruedas, no pudo empezar la temporada, pero su posterior incorporación a los entrenamientos primero y a los partidos después ha contribuido al crecimiento del equipo.
Tino Padrón tiene muy claros los pasos que debe seguir el proyecto deportivo del ADEIN, que arrancó hace ahora cuatro años. Piensa que la temporada ha ido mejor de lo esperado, pero tampoco quiere hacer castillos en el aire.
A falta de cuatro jornadas, ¿cuántas victorias se necesitan para que el equipo garantice su presencia en la final a cuatro por el ascenso?
“Lo que queremos es ganar los tres partidos que nos quedan. Recordar que en la última jornada nos toca descansar debido a que el calendario es impar por la retirada del Almería. Creo que ganando dos partidos estaríamos metidos en la final a cuatro, pero si ganamos los tres entraríamos sin depender de lo que hagan otros”.
Ahora mismo el equipo marcha tercero en la clasificación, lo que implica que en los cruces por el ascenso jugaría con el segundo, evitando al primero. ¿No acabar tercero sería una decepción?
“Debemos partir de la base de que el objetivo principal con el que se empezó la liga está más que cumplido. Cuando arrancó la competición no nos pasaba por la cabeza estar ahora mismo terceros. Pero los partidos han salido bien. Sin olvidar que estamos en una liga muy igualada. Si te fijas, no hay mucha diferencia entre los equipos de arriba y los de abajo. Hace dos jornadas el Zuzenak, que va segundo, perdió con el Bera Bera, que está abajo. En la pasada jornada el Puertollano le ganó al Sureste Gran Canaria, que no había perdido ningún partido. Esto demuestra esa igualdad que tiene la liga”.
¿Dónde está el techo para este grupo?
“El equipo está ahora mismo a un 80% de sus posibilidades. Algunos de nuestros jugadores trabajan y eso les impide entrenar más. Incluso tenemos casos de jugadores que lo tienen muy complicado para viajar. Si jugadores como Cristian o Jaime pudiesen entrenar más, es evidente que su nivel sería incluso superior al que muestran en los partidos, que ya es muy alto”.
¿Cuál ha sido el mejor partido de esta temporada?
“El jugado en casa ante el Puertollano. Fue el más completo por nuestra parte, sobre todo en defensa”.
¿Cómo imagina el final de temporada?
“Me imagino al equipo en la Final a Cuatro. Puede sonar la campana porque los equipos estamos muy igualados. Vamos a ir sin presión. Como jugador te diré que quiero subir, pero como directivo no lo tengo tan claro. Aunque quedemos primeros, será imposible ascender. Debemos tener los pies en la tierra. Lo primero que necesitamos es tener una estructura de club para conseguir ingresos y para eso se necesitan dos o tres años más. Subir a División de Honor sin tener la estructura montada sería darse un batacazo. Para empezar, se necesitan jugadores del nivel de la máxima categoría. Y eso no es solo dinero, es también encontrar a jugadoras que quieran venir a Tenerife”.
¿El coeficiente de discapacidad que debe estar en pista no está lastrando en exceso a la hora de hacer cambios?
“Evidentemente. Mantener 14 puntos y medio en cancha nos cuesta porque tenemos una plantilla descompensada en ese sentido. Y eso obliga a que algunos jugadores estén en cancha 40 minutos, sobre todo fuera de casa”.
En lo personal no empezó la temporada. ¿Le ha costado coger el ritmo?
“Soy de coger el ritmo rápido, pero evidentemente no nos ha venido bien la baja por lesión de Ramón en los últimos partidos, lo que me ha obligado a estar siempre en la cancha. Con él todo hubiese sido diferente, pues nos hubiésemos repartido los minutos. Eso te pasa factura”.
Javier Martínez, el entrenador, le califica de organizador nato. ¿Se siente cómodo en esta posición?
“Me gusta dirigir el juego. Eso me permite muchas veces pedirles a mis compañeros que no se desordenen. No se trata de correr todo el rato”.
¿Qué es lo que más le ha sorprendido este año de la competición?
“Antes de empezar la liga pensé que los equipos favoritos estarían a más nivel, pero no ha sido así. Es evidente que el Sureste ha hecho unos buenos fichajes, pero en general veo todo muy parejo”.
Cuando se creó el club hace unos años, ¿imaginaba un despegue tan rápido como el que han vivido?
“Empezamos en 2020, tras el confinamiento. Fuimos paso a paso. Como el Pabellón Sergio Rodríguez estaba cerrado, buscábamos instalaciones al aire libre para entrenar. No había otra cosa. No nos marcamos objetivos. De hecho pensamos que estaríamos en Segunda dos o tres años, sin embargo se subió al primer intento. Empezamos sin dinero y rescatando a antiguos jugadores. Luego abrimos la sede y empezamos a buscar ingresos”.
¿Qué le hace falta al baloncesto en silla de ruedas en la isla para seguir creciendo?
“En este deporte hablar de cantera es delicado, porque en el fondo no nos gustaría que hubiese personas con discapacidad, no nos gustaría que las personas sufriesen accidentes ni enfermedades. Nuestro principal problema es de captación. Es difícil atraer a las personas a este deporte, aunque resulta evidente que una vez lo conocen se enganchan muy rápido. Por increíble que parezca, todavía hay muchas personas con discapacidad que desconocen que pueden jugar en silla de ruedas. Nos estamos volcando en dar información”.
¿Qué papel juega la Fundación CB Canarias ahora mismo para ustedes?
“La Fundación ha sido muy importante para nosotros. Encontramos una gran predisposición desde un primer momento. Estamos encantados por el apoyo institucional que ello supone. Y están los consejos que llegan desde un club profesional de baloncesto”.
¿Cómo compagina su labor de directivo con la de jugador?
“El tiempo se busca. Muchas veces estás en casa y sientes que tienes que ir a la oficina del club a trabajar”.
¿Le ha dado muchos disgustos el baloncesto en silla de ruedas?
“Este deporte nunca me ha dado un disgusto. De lo contrario no estaría aquí”.
¿Se han propuesto organizar la Final a Cuatro?
“El año pasado lo hicimos en Segunda, pero en éste lo veo imposible. Hace falta tener personal y un esfuerzo económico muy grande. Ahora mismo no se sabe el lugar de la sede”.
Desde fuera se ve al ADEIN como una gran familia.
“Tenemos al cuerpo técnico, con Javier como primer entrenado y Matías como segundo. Luego Eva, una técnica que es una gran trabajadora y que está en todo. Igualmente importante es la labor de la presidenta. Ana es una persona que dialoga mucho. En este club las decisiones se toman por consenso. Sin olvidar a Ramón, que es el tesorero; a Rosendo Alonso, una persona muy importante para este proyecto; y el vicepresidente Javier Rodríguez, que hace una gran labor en nuestros directos, que son lo mejorcito de la categoría”.
Tienen una afición muy fiel y que apoya muchísimo.
“La nuestra es la cancha con más ambiente de la categoría. El equipo está muy arropado”.
Lleva más de 30 años jugando. ¿Le queda cuerda para rato?
“Empecé en Toledo y estando allí nos visitó el ADEMI. Al año siguiente ya estaba con ellos. En la directiva del ADEMI hice de todo”.
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