El segundo MEJOR EQUIPO de la BCL 23-24

No pudo ser. El Unicaja de Málaga levantó el trofeo de campeón de la BCL al vencer al Lenovo Tenerife por escasos 5 tantos de diferencia 75-80. Su jugador Perry fue designado MVP de la final, si bien por encima de su +16 estuvo el +23 de Gio Shermadini. Pero figura con letra invisible en los papeles del protocolo que jamás puede ser premiado un jugador del equipo perdedor.

AGUSTÍN ARIAS

Siempre se ha dicho que para perder una final hay que jugarla y el CB Canarias lleva muchas disputadas desde que en 2017 nació la Basketball Champions League.

Analizando friamente las estadísticos se puede llegar a la conclusión que el CB Canarias no estuvo acertado desde el 6,75 (8 aciertos de 25 intentos), notándose en exceso la ausencia de Aaron Doornekamp. También se fallaron seis tiros libres de 27 lanzamientos. Como fue un peso el hecho de perderse la friolera de ¡20 balones!.

Lo positivo en los datos, algo que siempre se le ha exigido al equipo, es que ganó el rebote a Unicaja al capturar 34, por los 27 del rival.

Dicho esto, el Unicaja llevó siempre el mando en el electrónico, llegando incluso a disponer de hasta 15 puntos de ventaja en algunas fases del choque.

A pesar de las diferencias, siempre supieron levantarse

Pese a ello, los de Txus Vidorreta jamás «bajaron los brazos», peleando por cada balón y sufriendo la permisividad de los árbitros en los numerosos «palos» que recibían a la hora de buscar la cesta malagueña, siendo Kyle Guy, Marcelinho Huertas y Gio Shermadini quienes más leña alcanzaron. Un juego agresivo que en muchas ocasiones traspasaba la línea de lo legal, aunque el criterio arbitral, como le ha pasado al Lenovo Tenerife a lo largo de la temporada en BCL, jamás le favoreció.

A Kyle Guy le dieron leña hasta en el pasaporte

La primera parte fue de color verdiblanco, con parciales de 10-16 y 17-22 que dejando al descanso la diferencia en los 9 tantos (27-38).

El Guy que deslumbró con sus acciones ofensivas en semifinales fue objeto de una dura defensa en esta ocasión, con dos y hasta tres hombres cerrándole los intentos de penetración, además de tener a su marcador encima para impedirle sus matadores tiros desde el 6,75.

La presión defensiva en el último cuarto mereció algo más de premio

En la segunda mitad la decoración fue aurinegra, primero ganando el tercer acto por 29 a 24 para entrar en los diez minutos finales con el arcador indicando remontable +6 (56-62).

En este tercer periodo los de Ibon Navarro, demoledores desde el 6,75, llegaron a cobrar diferencia entre los 10 y 15 puntos, lo que no impidió a Lenovo Tenerife seguir trabajando en su línea defensiva, al tiempo que veían más grande el aro.

A escasos tres minutos para el final el marcador parecía decantarse del lado malagueño, pero un 3+1 de Guy, un robo en la subida de balón del rival metió en la pomada a los de Txus, situándose a 4 puntos.

Kenny Perri terminó siendo el máximo anotador de su equipo y el MVP de la final

Incluso la presión provocó una nueva recuperación, con Bruno Fitipaldo directo a la canasta, si bien se equivocó al tomar la decisión de ceder el balón atrás para la entrada de Shermadini. La fuerza del pase, inesperado a todas luces, hizo perder el balón. Lo ideal hubiera sido culminar la entrada a la canasta, intentar la bandeja y sacar un 2+1 o solo la opción de dos tiros libres. Pero, claro, para fallar hay que estar ahí y optar una opción en décimas de segundo.

Por muchas explicaciones que pidió, Guy fue acribillado por la defensa rival. 

Con solo tres abajo y con balón de banda para Unicaja, el base Perry viene «como una moto» y arrolla a Fitipaldo. Una clarísima falta en ataque que los árbitros se tragaron, ello a pesar de verla muy de cerca. Esa acción hubiera significado dos tiros libres para Bruno y, de anotarlos, colocarse a un punto con algo más de diez segundos por jugarse.

El MVP de la 23-24 en la BCL fue objeto de múltiples faltas, incluso a sangre le llevó al banquillo

No pretendo culpar a los árbitros de la derrota. En absoluto. Pero sí que con su permisividad concedieron demasiado a la defensa malagueña. Y es que en esta 23-24 el criterio arbitral fue pésimo para los intereses del dos veces ganador de la BCL, tanto en las fases de clasificación como hoy en la cita final. Es, sin duda, el DEBE de la Basketball Champions League.

Palo a Gio, con el banquillo pidiendo antideportiva que nos árbitros no quisieron ver

Destacar los 32 minutos de Marce Huertas, utor de 14 puntos y de 9 asistencias. Gio Shermadini, en 31 minutos, aportó 16 puntos y 6 rebotes. Kyle Guy, excesivamente «chupón» hoy, incluso robándole protagonismo al base bradileño, anotó 18 tantos, dio 4 asistencias y ayudó con 6 rebotes.

Bruno Fitipaldo, aunque metió 8 tantos, no estuvo bien en sus 23 minutos en pista; Abromaitis capturó 7 rebotes, mientras que Salin, Sastre y en especial Cook, no aparecieron en la final.