«La Laguna Tenerife, ante un clásico para alargar la ‘tradición'», titula EL DÍA de Tenerife
El cuadro canarista busca la que sería su quinta victoria seguida contra el Gran Canaria en un choque regional que medirá a dos equipos en un buen momento de forma
CARLOS GARCÍA.-
Que la inercia se acabe convirtiendo en tradición. Por sus buenas prestaciones generales, porque Gio Shermadini y Marce Huertas sacan su versión más brillante en este tipo de duelos, porque Txus Vidorreta le tiene tomada la medida al cuadro claretiano…
Lo cierto es que La Laguna Tenerife ha convertido sus encuentros contra el Gran Canaria en casi una victoria segura. Así ha sido, al menos, en 12 de sus 14 compromisos más recientes, entre ellos uno en Copa del Rey.
Cinco son las comparecencias seguidas del Granca en Los Majuelos que se saldaron con triunfo aurinegro; y cuatro van ya -independientemente del emplazamiento- con éxitos canaristas. Desde marzo de 2019 la victoria siempre se ha quedado en casa de los laguneros.
Este domingo (12:00 horas, Pabellón Santiago Martín), el cuadro tinerfeño quiere alargar esta particular ley no escrita.
Una inercia, que de estirarse, le reportaría a los laguneros un triunfo de calidad. De esos que pueden valer su peso en oro de cara a desenlaces mayores, tanto para la Copa –pese a que el Dreamland ya esté dentro al organizarla– como para un hipotético playoff.
El de esta jornada parece el mejor de los escaparates para que, en ese bucle en el que se han convertido los clásicos del basket canario, tanto Huertas como Shermadini rescaten su mejor versión.
Aquella con la que ya han aniquilado en varias ocasiones al bando claretiano, pero que todavía no han puesto sobre la mesa en este mes inicial de curso. Sendas lesiones previas han obligado a ambos a atrasar su pico de forma y solo mostrar, a cuentagotas, su clase.
Situación que no ha derivado en males mayores para el bando canarista, en gran medida porque tanto Fitipaldo como –especialmente– Guerra vienen firmando un arranque de nota.
El papel del uruguayo ante Albicy y Alocén; y el del grancanario contra Tobey –tratará de hacer daño abriéndose para explotar su buena mano– y Conditt, serán determinantes.
Pero para tumbar al Granca el CB Canarias seguramente necesite todavía algo más. Sobre todo si el cuadro de Jaka Lakovic se presenta en el Santiago Martín con la versión que ha mostrado hasta la fecha como local, con cinco victorias en otros tantos partidos, y tras anotar el martes 125 puntos al Ulm en Eurocup.
Ese añadido casi obligado arranca con la más que posible vuelta de Joan Sastre, que tras esquivar lo que parecía ser, en un primer momento, una lesión de gravedad en su pie derecho y perderse solo los choques contra el Kolossos y el Granada, ha podido trabajar en estos últimos días y debería ayudar en la rotación exterior. Sobre todo en labores defensivas contra un adversario con mucho talento en sus manos.
A la fiabilidad y notable producción de David Kramer y la versatilidad de Thomas Scrubb –con trabajo extra hoy sobre Brussino– debe sumarse igualmente un Payton Willis que solo ha asomado la cabeza en contadas ocasiones.
Reivindicarse ante dos anotadores natos como Homesley y Thomasson sería un escenario ideal para que el escolta ayude a decantar la balanza del perímetro –y la general en global– y gane en confianza de cara a fechas próximas. Una seguridad a la que también está abocado Lluís Costa para no perder protagonismo en la rotación de Vidorreta.
También se antoja clave la labor de los «cuatros», cuya aportación ha sido residual en los dos últimos encuentros: Doornekamp sumó cuatro puntos y Abromaitis se quedó en un tanto en Granada tras ser descartado ante el Kolossos.
Sin esa mejora delante, su aplicación atrás ante la amenaza ofensiva de Shurna y Pelos es lo menos que se podría despachar para ayudar a que el Canarias siga con su particular tradición.
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