Carta abierta a Javier «CAPITÁN» Beirán
AGUSTÍN ARIAS
Estimado Javier:
Viví de cerca la trayectoria cestista de José Manuel Beirán y he tenido la suerte, en mi condición de periodista, de escribir también infinidad de comentarios sobre ti, vistiendo la camiseta amarilla canariona del GRANCA y la aurinegra del CB CANARIAS.
Siempre, tanto tu padre como tú, me trataron con exquisita elegancia, respeto y cariño.
Sabes también que cuando tu padre jugó en el Palacio de los Deportes de Santa Cruz de Tenerife, siendo tú muy pequeño, muchas entrevistas y crónicas salieron en Jornada Deportiva con mi firma , elogiando la profesionalidad de un grande de este deporte que vestía la elástica de un club de los nuestros, el Tenerife Número Uno.
Quiero decirte con esto que conozco muy bien tu trayectoria y la de José Manuel, el hombre que lució en sus hombros la medalla de plata de la Olimpiada de Los Ángeles.
Por eso me permito el decirte que, al margen de tus razones, no tenías que haber dejado de pertenecer a la «Fiebre Amarilla». Se han dicho muchas cosas de aquella marcha/regreso al Gran Canaria. Que si cuestión de sueldo. Que si petición familiar. Que si mal rollo con Txus Vidorreta… Nunca he querido preguntarte el por qué… Tampoco a José Manuel.
Llevabas algunas temporadas siendo el referente del equipo para una afición canarista que siempre te admiró. Eras el «capi» y sentías la camiseta aurinegra como algo tuyo. Vibraste y nos hiciste emocionar con los títulos europeos. Con las clasificaciones para la Copa del Rey. Con los triunfos siempre especiales en los derbis…
Después, en el Gran Canaria Arena, tu otra casa, viviste en esa segundo etapa momentos felices y otros realmente tristes. Porque no competir es lo peor que le puede suceder a quien nació para el baloncesto. Desde la Islita del Teide sufrimos esos momentos malos que te tocó pasar.
Eso sí, compensados con la enorme satisfacción de verte regresar a la selección, a pesar del «castigo», incluso proclamarte campeón del Mundo. ¡Ahí es nada!… uno de los nuestros con la medalla de oro en su cuello.
Tu vuelta a la «normalidad» coincidió ¡qué casualidad! con la brillante remontada del equipo, que se metió en las semis de la Eurocup y en los play-off de la ACB.
Se acaba la 21/22 y… ¡vaya por Dios! tu GRANCA ya no te quiere y con un «Gracias por los servicios prestados» te cierra la puerta. ¡Qué triste! Una salida que no te merecías, aunque conociendo lo que se respira en la «Casa Amarilla» no me ha sorprendido lo más mínimo. Hay gente que no perdona y por eso te «esperaban en la bajadita».
Ahora se te abrirá otra puerta y estoy seguro que será de la ACB. Todavía tienes mucho basket que ofrecer. Seguro que cuando llegue el momento de saltar de nuevo a las canchas nos seguirás deleitando con tus «pasitos p`tras» en línea de fondo para finalizar con ese medio gancho que suma dos puntos.
Lo triste para quienes vivimos en estas ISLAS CANARIAS es que ese regreso no será sobre parquet lagunero ni «canarión». Eso sí, seguirás siendo, tanto aquí como en Gran Canaria, UNO DE LOS NUESTROS.
¡SUERTE, JAVI!
Su despedida del GRANCA
Yo
Publicado el 08:43h, 10 julio¡Salud y suerte, chaval! … y allí a donde vayas te deseo lo mejor. Un abrazo para ti y otro para tu padre.
Antonio Fernández, padre de una jugadora
Publicado el 16:00h, 10 julioExcelente artículo señor Arias. Además de experiencia demuestra usted ser un buen periodista que conjuga noticia con opinión desde el respeto. Yo vi jugar al padre de Javier y era un ejemplar deportista. Haber escrito de dos medallas que además son padre e hijo no está al alcance de todos.
Rafael
Publicado el 21:12h, 11 julioMucha suerte en tu nuevo destino baloncestístico. En Gran Canaria, serás siempre recibido con auténtico cariño Gracias por todo el baloncesto que nos has dado, tanto en Gran Canaria, como en Tenerife.