«Último minuto de infarto», por Bruno J. Abreu
«Salí saltando y cantado. No había visto algo igual, ni me lo creía»
BRUNO J. ABREU«A falta de once décima, el CB Canarias pierde de dos. Juega la pelota a nuestro favor Marcelinho, quien busca el triple y no le entra.
El rebote es para ellos y le hacemos la llamada «falta inteligente» para parar el crono y llevar al rival al tiro libre.
Lo hace su jugador Gates. Falla el primero y tira a fallar el segundo. Ya ellos daban el partido por ganado, incluso lo estaban celebrando sus aficionados, pero aún faltaban ocho décima.
Vidorreta, nuestro entrenador, pide un tiempo muerto y esta vez «la comedia» la dirige Marcelinho Huertas. Se saca de un lateral en el terreno de los murcianos, se cruza Krämer tras unas rápidas fintas, se levanta, tira a la desesperada y ¡triplazo! espectacular sobre la bocina.
Aquello en Murcia, con un lleno absoluto teñido de rojo, fue en un abrir y cerrar los ojos que se llenaron de lágrimas. ¡Madre mía!
Lo de ayer en Murcia fue una noble inteligencia de nuestro maestro “oh rey” don Marcelinho, con su íntimo cerebro a pesar de hacer un sobresaliente partido, de eso que hacen afición y se disfruta del buen baloncesto. Él fue el propulsor del final de esta historia pues entregó el balón a su compañero David Krämer para que nos diera la inesperada, pero bienvenida victoria.
Decir que este encuentro, al igual que todos, se juega a lo físico, al tiro de tres y a buscar rebotes en la pintura. Este año nos está saliendo una temporada inolvidable y todo por «culpa» del buen juego de los discípulos de Txus, que lo saben hacer muy bien.
Días previos a la doble salida a la Península (Manresa, en la BCL, y UCAM Murcia, en ACB) mi pensamiento decía que si salíamos airosos íbamos a llegar con el orgullo por todo lo alto a la Copa del Rey que se jugará aquí cerquita, en la Isla Redonda de enfrente. Se consiguió el objetivo y por ello espero que mi sueños, lo que superar el escollo del Barcelona, se hagan realidad. Pido a la afición canaria en general y a la tinerfeña en particular, que se dejen notar en las gradas del Gran Canaria Arena. Que sus voces se escuchen desde el Roque Nublo hasta nuestro padre Teide».
Ánimos a seguir, a luchar. ¡Vamos Canarias!
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