La Palma da el último adiós a la LEYENDA

En el tanatorio de Funeraria La Palma, situado en el número 80 de la Avenida Marítima, en Santa Cruz de La Palma, el baloncesto y la Isla Bonita entera da el último adiós al gran PEDRO HERNÁNDEZ CABRERA.

Una amplia representación de la Sociedad palmera (políticos, deportistas y su legión de amigos) acompañan en tan complicados momentos a María, su viuda, e hijas Arantzazu, Cathaysa y Ángeles.

También compañeros del arbitraje que, desplazados desde Tenerife, han querido arropar a la familia y estar, por última vez, muy cerca de la persona que tan buenos consejos sobre los valores del baloncesto y el arbitraje ha repartido.

La capilla en la que se ha instalado el cuerpo de «PEDRO PÍVOT» está repleta de coronas de flores.

La familia, dentro del dolor, se siente orgullosa de comprobar que nuestro MAESTRO se ganó el cariño, respeto y la admiración de todos.

A partir de ahora, más que nunca, estamos obligados a aceptar que «Miraflores», cuna del baloncesto palmero, se llama Pabellón Pedro Hernández Cabrera».

Esta decisión de los políticos de dicha isla fue un gran acierto. Como el haberle concedido honores del Cabildo de la Isla, del Ayuntamiento capitalino y de la Federación Insular de Baloncesto de La Palma.

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Descansa en Paz, ÁRBITRO, MAESTRO y CABALLERO. Siempre tuviste miedo a volar. Pero este tu último vuelo, directo y sin escalas en distintos aeropuertos (como te sucedía cuando salías de tu Islita para arbitrar en Europa), que te llevará al Cielo.