«Pasen ustedes y que caguen deportivamente sus perritos»

Por las noches llevan a sus perros y dejan el polideportivo lleno de excrementos, sin importarles que quienes utilizan las instalaciones son niños y niñas del mismo barrio

Allí entrenaban antes de la pandemia los peques de la Escuelita de Baloncesto de la Fundación CB Canarias y los alumnos del colegio Acaymo Nuestra Señora de La Candelaria

AGUSTÍN ARIAS.-

Dar este tipo de noticias me entristece al tiempo que me avergüenza del comportamiento insolidario de algunos vecinos. Lo que les cuento está sucediendo, un día sí y el otro también, en la cancha al aire libre que el Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna, a través del OAD de Deportes, dispone al servicio de la sociedad lagunera, en este caso de los residentes en la avenida Los Majuelos, próximo al Pabellón Santiago Martín y pegado al «abandonado» Instituto Padre Anchieta.

Lo que ven en la foto de portada no es un nuevo sistema para trabajar el ataque a la zona. Son excrementos de perros junto a la canasta del citado polideportivo. Y cada día, según ha investigado BASKETMANÍATENERIFE.ES, los entrenadores y monitores del CB Canarias que trabajan en la Escuelita de Baloncesto se veían obligados a ir provistos de cartones para recoger tanta «cagada», con perdón de la expresión.

La escuelita es de carácter solidario, es decir, los niños y niñas, mayoritariamente vecinos del barrio lagunero, no tienen que abonar ninguna cuota para aprender a jugar al baloncesto y pasar buenos ratos a la salida del cole.

También hacía uso de la cancha los alumnos del Colegio Acaymo Nuestra Señora de La Candelaria, en centro docente más cercano a la casa del CB Canarias.

.Y las cacas tienen que ser justo en los soportes de los tableros. Como si lo hicieran con toda mala intención

La historia se repite todasssssss las noches. Al estar la reja de entrada abierta y sin candado, la gente acude con sus perros, los pasea y hacen sus necesidades. Pero sus dueños, que no deben sentir el menor respeto por los niños y niñas de su propio barrio, no son capaces de llevar la bolsita y recoger los excrementos. No, optan por dejarlos tal cual, quizás porque nadie les ve. ¿Pero dónde carajo han dejado la responsabilidad y el respeto al deporte estos energúmenos?…

En una de aquellas tardes, minutos antes de acceder a las canchas los alumnos del colegio Acaymo, me personé y, con la cámara, saqué estas fotos que ilustran el artículo.

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También se aprecia el estado de las canastas. Por las noches, ya bien entrada la madrugada, los «golfillos de la oscuridad» se dan cita en el polideportivo, quizás para pegarse sus últimos porros, lo que aprovechan para hacer concursos de colgarse de los aros. Como ven en la imagen, éste está a punto de romperse.

Me consta que desde el CB Canarias y su Fundación, se llegaron a enviar escritos al Ayuntamiento de La Laguna, que han llegado por el camino adecuado: el registro de entrada, con sello y firma. Incluso me aseguraban que se han producido conversaciones directas y que las voluntades para solventar el problema se encuentran.

Han pasado algunos años y las canchas siguen siendo utilizadas por los «paseadores de los perros» para que hagan allí sus necesidades, sin preocuparse por recoger los excrementos

¿Y qué solución urgente de le puede dar a este tema? La respuesta de ponerle un candado en la puerta de hierro e impedir así que los «vecinos insolidarios» con el deporte y con sus propios vecinos tengan acceso al nocturno paseo con sus canes es un imposible ya que ese candado salta por los aires.