«El más difícil todavía», titula «MÁLAGA HOY»

Misión extrema para el equipo malagueño, que visita al líder sin la brigada bosnia (Djedovic y Sule) y una base todavía inestable, ante un conjunto tinerfeño robótico y con la misma excelencia de temporadas anteriores

JORGE CABRERA (MÁLAGA HOY).-

eEl más difícil todavía aparece en el horizonte del Unicaja. Ese calendario satánico inicial en ACB continúa con La Laguna Tenerife, la excepción en ese rendimiento pendular de los equipos todavía sin pisar noviembre, porque la maquinaria de Txus Vidorreta, líder de Liga Endesa (3-0) y también invicto en BCL (2-0), juega al baloncesto como los ángeles, perfectamente ajustada y alcanzando un pico de excelencia que no sorprende.

Con la perdurabilidad de ese núcleo duro, y eterno, suele arrancar Tenerife las temporadas como un disparo, con esa lealtad a un estilo extraordinario, en el sentido estricto del término por las tendencias actuales y ese ritmo endiablado que el baloncesto pretende imponer. «El que mejor juega de la ACB con Valencia Basket», decía Ibon Navarro en la previa, dos estilos diametralmente opuestos pero ahí arriba.

El Unicaja se presenta en el Santiago Martín  sin Djedovic y Sulejmanovic, una brigada bosnia seleccionada para jugar partidos donde ese otro baloncesto emerge, y dos elementos que venían de brillar ante el Barça.

KILLIE VIAJÓ A TENERIFE

Pierde fortaleza y poso (y más cosas) el Unicaja, con Tillie, que sí viajó, tocado de una rodilla. Rotará Ibon Navarro con 10-11 jugadores, rara avis en este ciclo, más dificultad a priori por la forma de funcionar, pero el equipo malagueño adquirirá factor sorpresa, el camino para competir un partido per se de máxima complejidad y que no permitirá ahondar en la idea por esa falta de piezas.

Apelar a ese espíritu competitivo más que nunca y un paso al frente de esos jugadores que te dan una dimensión superior, y que ante el Barça se echaron en falta esas prestaciones. Uno piensa en Chris Duarte, cuyos flashes de talento se precisan, inmerso en esa adaptación el dominicano y que solo puede crecer; igual que Xavier Castañeda, que regresará a la rotación tras esa resaca extraña ante el Barça y las explicaciones de Ibon Navarro y su tamaño.

Oportunidad para el bosnio, y el escenario es potente para reivindicar que puede aportar cosas. No será sencillo recomponer el puzle, inflando Ibon alguna columna del Excel para encajar y minimizar riesgos, pero es un día de jugadores por cómo se acude.

Panorama complicado, pero sugerente siempre ante el rival por excelencia durante este ciclo, con 13 enfrentamientos desde la 22/23 (9-4 para el Unicaja) y la mayoría en las instancias finales por títulos.

Y se atisba que esa tendencia continúe por las teclas que se tocan en Tenerife, pocas pero mágicas, porque la espina dorsal de nuevo se mantiene. Han llegado Rokas Giedraitis, calibre Euroliga; Wesley Van Beck, tirador de 40% en las últimas cuatro temporadas de BCL y que no jugará ante el Unicaja; y un cupo como Héctor Alderete, todavía inédito.

Podría catalogarse como un fichaje a Jaime Fernández, de las grandes noticias de la temporada ACB, impresionante el arranque del madrileño, promediando 16.7 puntos y físicamente entero y con chispa.

Roles marcados, con ese Shermadini-Huertas y el 2×2 en perfecto estado. Y todo lo que tiene Vidorreta, equipo de autor, recursos vigentes y que seguirán dando guerra, como Fran o Fitipaldo.

Pero es la armonía del bloque, la perfección de los sistemas y el cómo optimizar una plantilla que estará de nuevo pujando por títulos, quizá merezca alguno gordo en esta etapa. Es el más valorado en estas tres jornadas (122.6) y el segundo mejor ataque (98.6 puntos), con más mérito por cómo ralentiza el juego.

El primer Tenerife-Unicaja en ese cambio de juego del equipo malagueño y el 50% del playbook nuevo de jugadas, como decía Ibon hace algunas semanas. Pero las normas básicas están claras. Txus e Ibon, Ibon y Txus.

Hablaba el entrenador del Unicaja en la previa de ese conocimiento mutuo que se mantiene. Se peleará. Está en el ADN.