Fiesta de leyenda para decir adiós a «La Fonteta»

Valencia Basket cerró definitivamente una etapa de 38 años en la Fonteta en una tarde cargada de emoción, nostalgia, momentos divertidos, solidaridad (ya que todo lo recaudado con la venta de entradas se dona para los afectados por la catástrofe de la DANA del pasado 29 de octubre, a través de la Fundación Felisa y con el impulso del proyecto Cancha Solidaria Endesa) y alguna que otra lágrima de los 5.106 asistentes que no se quisieron perder este evento de homenaje a la que ha sido nuestra casa durante casi cuatro décadas. Y es que como dice el nuevo himno, que la Fúmiga interpretó por primera vez en directo antes del inicio del partido entre las leyendas del Valencia Basket y de España, la gente de la Fonteta “somos mucha risa y llorar”.

El público no dejó escapar la oportunidad de volver a aplaudir las canastas de sus ídolos de siempre. De volver a ver ponerse el taronja a Rafa Martínez, Bojan Dubljevic, Sam Van Rossom, Anna Gómez, Víctor Claver, Leles Muñoz o Fernando San Emeterio.

De ver juntos de nuevo sobre la pista a Luengo, Rodilla y Berni Álvarez. De rememorar el ascenso ante Santa Coloma viendo a Coterón o los primeros años de acb con Barros sobre el campo. De ponerse en pie con las acciones de jugadores extranjeros que dejaron una huella imborrable como Romain Sato, Fabricio Oberto o Bernand Hopkins (foto).

Algunos jugadores con pasado taronja como Ribas, Paraíso o Colom se pusieron la camiseta del equipo de España. Lo mismo que Amaya Valdemoro o Marina Ferragut que jugaron aquí como locales en el Ros Casares. La Fonteta volvió a ver frente a su equipo a Calderón, Carlos Jiménez, Rafa Jofresa, Alfonso Reyes o Lucio Angulo.

En la previa hubo tiempo para conocer los recuerdos en la Fonteta de los dos entrenadores, Rubén Burgos y Anna Montañana, así como las memorias en este pabellón de José Antonio Paraíso, Fabricio Oberto, José Manuel Calderón o Anna Gómez.

Con el partido en marcha, concursos con la participación del público y actividades lúdicas precedieron a un vídeo de homenaje a la afición que de una forma tan leal siempre se ha mantenido al lado de los equipos profesionales en nuestra casa.

Tras amenizar el descanso con un concurso de triples con carácter solidario que ganó el equipo de #LaFamilia y que subió en 1.000 euros más la aportación benéfica de Endesa, el momento más emotivo de la tarde llegó con la reflexión colectiva para el recuerdo a todas las personas que nos hubiese gustado que estuvieran con nosotros para despedir la Fonteta pero nos han dejado a lo largo de este trayecto de casi cuatro décadas como club.

Antes de la bocina final, el público volvió a enarbolar sus bufandas para realizar un último Survive, una de las iniciativas de animación más implantadas en nuestras gradas.

Y como broche final, todas las miradas en el videomarcador con un video de homenaje a todo lo que hemos vivido en nuestra casa que provocó la emoción generalizada entre los asistentes.

¡Muchas gracias, Fonteta! ¡Ha sido precioso, con sus momentos buenos y sus malas noches!

¡Prepárate, Roig Arena! Ya estamos de camino.