¿Alguien debería DIMITIR en el BALONCESTO canario?

El escándalo está servido. Determinadas personas, con cargos, han «abierto una ventana» y la «corriente de aire» que ha entrado ha puesto en alerta a un colectivo imprescindible para el normal funcionamiento de las competiciones cestista.

AGUSTÍN ARIAS.-

El problemón se le viene encima a Carlos Olano, presidente de la FCB que, «sin comerlo ni beberlo» (léase «sin participar en algo que luego trae consecuencias»), va a tener un «marrón» en su mesa. Este lagunero que preside la Canaria deberá hacer uso de su «mano izquierda» para resolver esta encrucijada.

Primero deberá bajarle los humos (léase también «domar su arrogancia») a quien, al parecer, podría estar cometiendo PREVARICACIÓN (delito consistente en que se dicte a sabiendas una resolución injusta).

Segundo, para tratar de impedir que se produzca un parón competitivo o huelga indefinida por ¿acoso? al colectivo.

La historia es tan rocambolesca que no se aguanta de pie. Una chapuza indigna de alguien que, en teoría, tendría que estar encargado de repartir justicia. La situación es tan grave que incluso podría llegar a los Tribunales. 

Permítanme que el «BOMBAZO INFORMATIVO» vea la luz dentro de unas fechas, cuando se estudie el caso por la «autoridad jurídica competente».

POSTDATA/ De momento, sin nombres ni apellidos, sin cargos y sin asunto. Pero daremos cumplida información al lector.

 

 

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