Carta abierta acerca de la vulnerabilidad del baloncesto de base

«Hola Agustín. Me pongo en contacto con usted como aficionado al baloncesto, tanto en categorías base, como de la de adultos, siendo incluso abonado al CB Canarias.

 «Carta abierta»

«Las familias de los niños, niñas y adolescentes que participan activamente en las categorías federadas de base del baloncesto en Tenerife en particular y Canarias en general, nos dirigimos a las administraciones públicas competentes, así como a las federaciones Insular de Tenerife y Canaria de baloncesto, debido a la presencia cada vez más extendida de jugadores y jugadoras de dudosa filiación en numerosos equipos de base del baloncesto en Canarias.

Como familiares de jugadores federados, somos parte interesada en que se garantice la integridad de los jóvenes deportistas atendiendo a su edad y a la equidad de la competición, y estamos consternados al descubrir fehacientemente, que varios jugadores inscritos aparentemente cumpliendo sobre el papel con los requisitos de edad documental establecidos por la liga, superan, tanto físicamente como por edad, la categoría en la que están inscritos, incumpliendo así el principio objetivo de igualdad y capacidad recogido en la reglamentación.

Resulta evidente a simple vista que su apariencia y desarrollo físico dista mucho de la edad que se les presume, como hemos podido comprobar a lo largo de la competición y, más recientemente, durante las finales a cuatro que se han venido celebrando, dejando en evidencia la falta de rigor y criterio por parte de los responsables federativos y de la administración pública para exigir un mayor rigor a la hora de determinar la edad de los jugadores y jugadoras que compiten en cada categoría.

Esta situación se ha venido repitiendo cada semana durante la competición regular, con riesgo para la salud e integridad física de nuestros hijos e hijas, por lo que entendemos que de manera flagrante se está produciendo una clara vulneración de los derechos que otorga la legislación autonómica y nacional en materia deportiva, sobre el desarrollo de un deporte base adecuado, sano, seguro y de calidad, y del juego limpio en la práctica deportiva.

No debemos olvidar que estos son valores intrínsecos al deporte que vienen regulados por la legislación sectorial en materia deportiva:

• Por un lado, incumple de manera directa con el artículo 2.3. sobre el derecho a la práctica deportiva de la Ley 39/2022, de 30 de diciembre, del Deporte en la que se estipula que tal ordenación se asienta en el fomento de la actividad física y el deporte y en la formulación de políticas públicas que inciten, favorezcan y garanticen su práctica en las mejores condiciones de seguridad y salud.”, así como su artículo 3.c. y 3.i. que determina que los fines de la práctica deportiva  debe realizarse  “en condiciones idóneas de seguridad, que permitan el mantenimiento y mejora de la condición física y psíquica individual, sin producir daño o riesgo… y en condiciones compatibles y respetuosas … con la seguridad de las personas.”

Pero, además, esta ley define en su artículo 86.f. que será responsabilidad de los organizadores de las competiciones oficiales, como es este caso, desarrollar la competición en las condiciones de seguridad y salud con el fin de minimizar los riesgos de aquélla para las personas participantes y para el público asistente.

• Por otro lado, a nivel regional, la propia Ley 1/2019, de 30 de enero, de la actividad física y el deporte de Canarias presta especial atención a garantizar un deporte base adecuado, sano, seguro y de calidad, y manifiesta el fomento de la práctica deportiva segura, exenta de cualquier manifestación violenta, acoso o actitud contraria a los valores del deporte y de todo método extradeportivo, fomentando el juego limpio, otorgando la competencia a la Comunidad Autónoma de Canarias en su artículo 4.d. “d) El fomento, coordinación, tutela e inspección del deporte federado, así como el fomento e impulso del asociacionismo en todos los niveles del deporte, y la tutela de las entidades deportivas en los términos de esta ley y las disposiciones que la desarrollen.”.

Esta situación, además de suponer la vulneración clara y directa de la reglamentación en materia deportiva, podría estar vulnerando otras leyes nacionales que protegen a los menores, pues la inclusión de deportistas sin garantías de que sean menores de edad dentro del sistema deportivo del deporte base, podría estar dando lugar a un incumplimiento de la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia frente a la violencia (LOPIVI) que entró en vigor en junio del año 2021 y que recoge en su capítulo 9 el trabajo que las administraciones públicas, las entidades deportivas y los clubes deben hacer en esta materia.

Por tanto, tiene que ponerse de manifiesto el riesgo que supone para la seguridad de nuestras hijas e hijos poder estar compartiendo vestuarios, viajes, hoteles, habitaciones, y cualquier otra actividad que requiera una participación activa, con otros deportistas sin garantías de que sean también menores de edad, pues de hecho, en algunos de estos casos, las apariencias físicas apuntan a lo contrario.

Es importante recalcar, que en ningún momento estamos en contra de la incorporación de deportistas extranjeros, sean del país que sean, en el deporte federado de la Isla, o en extensión a toda Canarias. De hecho, creemos firmemente en el deporte como una herramienta de integración social, pero siempre y cuando no se vulneren los derechos de nuestros hijos e hijas y se garantice una práctica justa y segura, tal y como establece las leyes que nos amparan.

El problema es que, en este caso, estas garantías no se están cumpliendo. La situación que denunciamos viene dada por la presencia de estos jugadores procedentes de ciertos países extranjeros que entran en Canarias como deportistas con todos sus papeles en regla, papeles en los que se refleja un año de nacimiento sobre el que se basa la tramitación de su ficha federativa en la categoría que «supuestamente» les corresponde, y que son bastante inverosímiles a tenor de las características de los jugadores.

Algunos de esos países carecen de Registro Civil homologados con la Unión Europea, o simplemente carecen de ellos o son inscritos tres o cuatro años después de su nacimiento, por lo que expiden pasaportes basándose en documentos de baja fiabilidad o declaraciones juradas de sus padres, dándose la circunstancia de que en muchos casos, la primera vez que muchos de ellos tienen edad oficial es cuando les tramita el pasaporte por primera vez. 

Este escenario plantea interrogantes fundamentales sobre la integridad deportiva y la equidad de la competición, además de la falta de garantía del rigor documental aportado. Ante esto, se debe reconocer que esta situación es un riesgo para la seguridad y salud de nuestros hijos e hijas a la hora de compartir el mismo espacio de práctica deportiva en competiciones oficiales.

Además, la cada vez más recurrente presencia de jugadores extranjeros en los equipos de base de Tenerife y del resto de Canarias supone una clara vulneración de los derechos de nuestros hijos e hijas para poder competir en unas condiciones de juego limpio, desarrollando un deporte base adecuado, sano, seguro y de calidad. La integridad deportiva es fundamental para el disfrute continuo y la credibilidad de cualquier competición.

Como miembros preocupados de la comunidad deportiva, instamos a todas las instituciones públicas y privadas involucradas a abordar esta cuestión de manera inmediata y transparente, para lo cual requerimos una revisión exhaustiva de las inscripciones de los jugadores extranjeros en algunos clubes de Tenerife y del resto de Canarias de categoría de base de baloncesto.

Asimismo, pedimos que se tomen las medidas oportunas que garanticen la inscripción en la categoría deportiva correspondiente a la edad biológica real de estos deportistas, valorando la posibilidad de realizar las pruebas oportunas que confirmen su edad biológica.

Confiamos en que las administraciones públicas competentes y las federaciones Insular de Tenerife y Canaria de baloncesto, conocedoras de sus responsabilidades ante esta problemática, tomen las medidas necesarias para abordar esta cuestión de manera oportuna, efectiva y responsable por el futuro del deporte base de baloncesto.

Siendo crucial que se tomen disposiciones correctoras de la situación actual, apropiadas para abordar cualquier violación de las normas como se ha venido produciendo hasta el momento. Tales medidas se han tomado en otros ámbitos del deporte de base en España, por ejemplo en las competiciones de futbol (RFEF), en las que se aplican unos requisitos de arraigo mínimo para dar cabida a  registrar a los deportistas extranjeros que no se encuentren en situación de vulnerabilidad.

Mirar hacia otro lado o hacer oídos sordos a una realidad que resulta evidente cada semana durante la competición de baloncesto de base en Tenerife y en el resto de Canarias, como ha venido sucediendo hasta el momento, no ayuda a resolver el problema generado, y además podría llevar al abandono de muchos niños y niñas del deporte que aman y que el baloncesto perdiera interés como deporte por la falta de garantías de una práctica segura, sana e igualitaria.

El deporte del baloncesto de base en Tenerife y en el resto de Canarias está en un momento crucial. Del interés que las administraciones públicas competentes y las federaciones Insular de Tenerife y Canaria de baloncesto tengan de verdad en resolver la situación que vivimos dependerá que el baloncesto tenga futuro en las Islas.

Como parte activa del deporte base de baloncesto en Tenerife y en Canarias, estamos abiertos a colaborar y participar en cualquier foro de debate o investigación adicional que sea necesaria para resolver este asunto y restaurar la confianza en una competición limpia y segura.

Esperamos con interés su pronta respuesta y acciones propuestas».