
«Compañero, ¿y si hacemos un decálogo formativo?», por RAFA SANZ
El entrenador superior de baloncesto, RAFA SANZ ARMADA, quien trabajara con el UB La Palma, Tenerife Baloncesto y CB Aridane, ha remitido a BASKETMANIATENERIFE.ES un artículo que titula «Compañero, ¿y si hacemos un decálogo formativo?», dirigido a todos los entrenadores/as de la cantera.
RAFA SANZ (entrenador)
Si entrenas en el baloncesto base me gustaría compartir contigo algunas inquietudes que tengo hace tiempo. El modelo de juego, el procedimiento baloncestístico que elegimos para que se desarrollen nuestros jóvenes me hace volver a escribirte.
Cuando veo algún equipo de ACB jugar con gran presión sobre el balón, agresividad en las acciones de bloqueo directo, llegando en tres segundos a pista delantera; me choca que a veces su filial o sus equipos junior y cadete no tengan la misma vocación. No digo deban hacer lo mismo, expreso que se manifiesten baloncestísticamente parecido, que tenga la misma intención proactiva.
Que la especulación no sea el modo de solventar los partidos. Permíteme la exageración: el padre se sube al árbol por el fruto, mientras el hijo espera le caiga, sentado y sin esfuerzo. ¿Le estamos preparando?
En un entrenamiento de la UB La Palma CajaCanarias
Yo, que no me he movido nunca en el ámbito de la ACB, pero sí he labrado una extensa carrera en las competiciones FEB, observo, incluso lo he vivido alguna vez, como los filiales o equipos júnior-cadete de un Club son más conservadores que su “buque insignia”.
De hecho, me pongo delante del teclado porque un colega que se desenvuelve en nacional, quinta categoría del baloncesto español, me comentaba que los chicos junior que suben a su equipo les cuesta estar en las líneas de pase y tener cierta consistencia en la defensa 1×1 al balón.
Como argumento base exponía que el equipo junior de su club hacía muchas defensas zonales pasivas, y que solían dejar tirar a los rivales sin mayor preocupación. Muy descaminado no va, le recomendé se pusiera de entrenador del equipo junior… No se me ocurrió otra solución, seguro la hay mejor. Disculpa.
Es decir, desde el más alto nivel hasta lo más bajo de nuestro deporte, la falta de coordinación entre las necesidades “sénior” y las urgencias de la cantera aniquilan el desarrollo del jugador. Se obvia lo fundamental, lo básico, la esencia. Probablemente porque se busque en la base un
rendimiento inmediato con el que promocionar como entrenador. Pero, no creo sea solo eso. Pienso hay unos entornos con demasiada ansia de victoria cortoplacista que aúpan al nivel de buenos entrenadores a gente que tiene poca vocación docente. Me refiero algunos familiares
y algunos directivos con pocos conocimientos técnicos que validan, a cambio de un título provincial o una participación regional, el enseñar a sumar con calculadora. El fin justifica los medios, dirán.
La realidad es: que no ser capaz de evitar que el rival se escape por el lado contrario del bloqueo directo, no defender una situación de close out con un mínimo de criterio y ser rebasado cada vez, olvidarse del control del rebote, o simplemente no ser capaz de emparejarse con su par en el balance, son aspectos defensivos primarios que algunos planteamientos defensivos “camuflan” por las debilidades evolutivas rivales; no por ser
grandes estrategas ni conocedores de nuestro baloncesto a nivel táctico. Y ojo, porque en cualquier propuesta defensiva, todas esas cuestiones básicas hay que hacerlas bien. Esencialmente bien. Y conocer y tener recursos es bueno, descuidar lo fundamental, lo troncal, es imperdonable en la base.
Rafa Sanz en su etapa en el Tenerife Rural, de la LEB-Oro
Correr por encima de las posibilidades técnicas es un sinsentido, de acuerdo. Jugar amasando el balón sin vocación de contraatacar porque se mal supone que perderás menos balones, es colocarse una venda en los ojos. El tiempo que se podía invertir en aprender a jugar contraataque, dando posibilidades de anotación a todos los jugadores, quizás se pierda en entrenar yo no sé cuántas defensas alternativas. Luego, pasa lo que pasa: “no metemos una aceituna en un barril”. Pero, siempre pienso: ¿cómo harán con 3 días a la semana durante 90’ para tener tantas defensas distintas? Y siempre concluyo: se lo quitan a las finalizaciones con contacto, al tiro, a jugar situaciones reducidas, a tomar decisiones, a defender el balón, etc.
Una vez te decía, que de lo agresivo a lo conservador se puede pasar. Pero, de lo conservador a lo agresivo, va un mundo insalvable. Creo, debería haber una figura en los clubes que supervisara esto. Para que los clubes que tienen equipo sénior les “sirvan” los canteranos desde el primer día que suben a entrenar. Y no como meros “conos”, si no como futuros jugadores de ese equipo. Convertirse en útil en el día a día, debiera ser el primer paso. Y quizás, algunos planteamientos en el baloncesto de base no son los adecuados con las necesidades actuales del baloncesto adulto. Una pensada con humildad nos iría bien a todos.
También dirigió al CB Aridane hace dos temporadas
Ya que tanto tiempo perdemos en criticar a otros, más nos valdría elaborar un decálogo procedimental para nuestro club, colegio, asociación, o lo que sea. Pero, que construyésemos una identidad colectiva en la que primase el jugador y no el cortoplacismo.
Ya sé tenemos muchos problemas, nos pagan menos de lo que merecemos, hay pocos españoles en las ligas profesionales, EEUU lo acapara todo, tenemos pocas instalaciones, etc. Pero, en lo que dependa de nosotros, podíamos con más medios tecnológicos que nunca, más información, y mejores atletas, entrenarles con esa altura de miras para que en lo esencial sean los mejores. Y seguro que tu club será mejor porque los jugadores serán mejores y no ganaréis un año, ganaréis muchas veces. Hasta que te los “quiten”, lo sé, y haya que volver a empezar.
Un abrazo compañero, si te he hecho pensar un ratito, me vale. Mucha suerte y gracias por el esfuerzo que haces en el baloncesto de cantera. Paciencia y suerte.
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