«Dejando hacer», por Fernando Villamandos

SECCIÓN: DESDE LA PRIMERA FILA
TITULAR: DEJANDO HACER
AUTOR: FERNANDO VILLAMANDOS

«Demasiado bueno fue el comienzo de partido el que hizo el Canarias. Dos de los tres tiros intentados a canasta, los tres liberados y sumar dos puntitos más para irse con ocho de ventaja.

Pero no tardó el Trapani Shark en reaccionar e incluso ponerse por delante con doce. El parcial había sido sorprendente: 0-12. De ahí para adelante las ventajas eran cortas para unos y para otros.

Entre las pérdidas de balón, los errores en pases inexplicables y las indecisiones en ataque dio confianza en lo que estaban haciendo los sicilianos, y creyéndose que podrían hacerse con el partido.

Pero lo peor fue en la defensa que se hizo. En un marcaje individual era desbordado el Canarias cada vez que los del Trapani atacaban. Como el hombre balón desbordara a su marcaje, penetraba y el defensor no recibía ningún tipo de ayuda convirtiendo fácilmente o doblando al compañero para hacer dos puntos.

Y cuando se hacía la ayuda era demasiado tarde y, encima, se cometía  falta. Daba la sensación de que se dejaba hacer.

Se esperaba que el descanso fuese el que marcaría la pauta para que los laguneros mejoraran en prestaciones. No fue así, todo lo contrario, parecía que los italianos se despegarían en el electrónico.

Para colmo vino la “la gran babada” arbitral. Se pita falta en defensa a Abromaitis cuando realmente se pudo apreciar en la repetición que el jugador estaba completamente parado. Pero lo malo no fue eso. Vienen las protestas de Txus y yo no sé si de paso les diría alguna ‘patujada’, que le pitan falta técnica. Un poco rigurosa a medida que no había advertencia de pitarla. Pero ¿qué pasa? Que el árbitro que estaba a distancia, solo con ver que Txus seguía insistiendo, ni corto ni perezoso le pita la segunda y Txus para la caseta. Fue horribilis, porque ya se habían pitado faltas más que dudosas, viendo lo que hacían los visitantes y no se pitaban. Todo esto hizo que el ambiente se caldeara.

Pero a pesar de las circunstancias, el Canarias se armó de orgullo y pudo recortar hasta el punto que rozó el voltear el marcador, pero al final solo perder de tres puntos que matemáticamente lo clasifica para la siguiente ronda.

Fue precisamente el último cuarto el único que ganaron los laguneros.

El mal porcentaje en el tiro fue otro lastre tremendo para el equipo, que viendo el resultado del mismo, el balón quemaba y nadie se atrevía a intentarlo y se hacía un excesivo abuso del bote para luego hacer un tiro todavía más impreciso. Pero fue la mala defensa (cosa rara en el Canarias) lo que hizo más daño.

Muchas cosas en contra para terminar ganando un partido. Partido que viendo el resultado final no aparenta para nada lo ocurrido. El Trapani supo sacar jugo de las circunstancias y hacerse con la victoria».

DISFRUTEN DEL BALONCESTO

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