«Desdibujado», por Fernando Villamandos

SECCIÓN: DESDE LA PRIMERA FILA
TITULAR: DESDIBUJADO
AUTOR: FERNANDO VILLAMANDOS

«No lo tenía fácil el Canarias en su visita al Barris Nord recordando el turbio final que se dio en su visita al Santiago MartÍn. Lo mejor que hizo Txus Vidorreta fue no dirigir hoy al equipo porque hubiese sido un ruIdo continuo cuando el equipo lagunero cogiese el balón. Para quitar de alguna forma la presión que tendría el equipo el dejar que fuese su segundo el que mandara hoy en el banquillo. Aun así, el escándalo en la grada preguntando por Txus fue una constante en los minutos iniciales hasta que poco a poco se metieron en el partido.

El primer cuarto fue realmente el más tranquilo que jugó el equipo. Enseguida se puso por delante en el marcador y aunque recortaba el Lleida, llegaron hasta ponerse por once puntos por delante para terminar ganando de nueve.

En general fue un partido bronco, con muchos errores, sobre todo en el tiro de tres. Se llegó a tener dos de veinticuatro, y los dos fueron realizados por Bruno Fitipaldo, que a la larga sería el hombre que con sus aciertos mantuvo al equipo a flote.

Había que agarrarse al hombre que se viera que estuviese un poco acertado porque la cosa no estaba para tirar voladores. Así, hubo rachas de juego por parte de Scrubb, rachas de Abromaitis, de Gio que lo aprovechaban de “aquella manera” porque no le llegaban balones con claridad, y de Jaime a “ratitos”.

Los que no estuvieron nada acertados fueron Kramer (lanzó cinco tiros de tres y no le entró ni uno), y Badji, que hizo tres personales en un minuto.

A LLuis Costa no lo vimos y Kostadinov pasó desapercibido. Aaron Doornekamp luchador, pero sin suerte (siete puntitos).

Cuando el Lleida se puso por delante en el tercer cuarto, vi la cosa realmente fea. Pintaban en negro porque los catalanes estaban lanzados y encima se lo creían. Se creyeron que se podía ganar relativamente fácil porque en aquellos momentos el Canarias era una marioneta.

La mitad del segundo cuarto y todo el tercero fue una debacle. Los catalanes hacían lo que les daba la gana. Y se fueron solamente con solo un punto arriba. Marce había vuelto a pista y “se puso a jugar” y ya dentro del último cuarto enseguida se puso por delante sacando catorce puntos.

Momento delicado para los locales que ya con precipitaciones perdían los papeles, mientras los laguneros ya si controlaban la situación.

Lo mejor, la victoria que te permite mantener esa situación de privilegio. Solo queda mantener al equipo para que llegue a “los partidos de la verdad” en las mejores condiciones».

DISFRUTEN DEL BALONCESTO

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