EDITORIAL: «Una decisión ingrata, pero RESPONSABLE»

Sitapha Savane, presidente del Consejo de Administración del CB Gran Canaria SAD, sigue demostrando, en el día a día, que es una persona con la cabeza muy bien amueblada, que asume decisiones desde la sensatez y la responsabilidad.

AGUSTÍN ARIAS.-

Le escuché en una entrevista con Moisés Rodríguez en la @laautonomica  y tengo muy claro que el GRANCA tiene al frente del barco a un gran capitán.

Cierto es que cuando los amarillos se coronaron campeones de la EUROCUP, en el Gran Canaria Arena, los que amamos este deporte nos hacíamos ilusiones con volver a los grandes del baloncesto europeo. Esa euforia nos impidió ser conscientes de la «letra pequeña» que encierra la EUROLIGA, esa gran competición en la que solo ganan los que más dinero tienen, léase Real Madrid, Barça y demás trasatlánticos que tienen su razón social en Israel, Turquía, Italia…

Escuchen esto:

Hace ya algunas temporadas, el CB Gran Canaria, con un presidente que siempre actuó más como un forofo que como un gestor responsable, «condenó» a la entidad amarilla a pasar por un grave problema económico. Una deuda que tuvo que asumir «Papá Cabildo» porque participar en la Euroliga resultó ser una mala decisión que deparó serios problemas económicos y de masas a la entidad. 

Porque hasta la propia afición, la misma que ahora parece querer «crucificar» a Savane por tan sabia decisión, le dio la espalda al equipo, dejándolo tirado cuando más necesitaba el calor de la grada. Y ahí está la hemeroteca para ratificar aquellas ridículas asistencias a los partidos de la Euroliga.

Sitapha Savane, con números delante y después de consultar con expertos en la materia, entendió que para saborear ese «caramelo» llamado Euroliga se hacía necesario disponer de alrededor de ¡4 millones extras!.

Porque afrontar Liga ACB y Euroliga multiplica el número de partidos, obligando a ampliar el plantel, con las exigencias que conlleva la mejor competición del Mundo después de la NBA, es decir, obligados a un salto de calidad.

Eso, además de ser de obligado cumplimiento la contratación de «vuelos chárter» para aquellas semanas de doble jornadas, lo que tiene un precio entorno a los 175.000 euros por semana.

Y, por si lo expuesto fuera poco, en lo referente a las ganancias, nada de nada si el equipo se clasifica en las cuatro últimas posiciones y muy poco si tiene la suerte de entrar entre el noveno y décimo cuarto. 

Solo los grandes tendrán beneficios.

¿Puede el CB Gran Canaria afrontar esta temporada la Euroliga con lo expuesto? Rotundamente NO.

Y Savane así lo asume. Crecer, sí, pero no sin el «salvoconducto» que evite una segunda crisis económica que «condene», otra vez, a vivir temporadas en las que el objetivo sea la permanencia.

La masa social del club amarilla debe aceptar esta responsable decisión. Es más, debe asumir que no es un fracaso decir NO a la Euroliga. Seguro que dentro de un año, dos o tres llegará nuevamente el premio deportivo a militar entre los 18 grandes del baloncesto europeo. Seguro que en ese momento esos cuatro millones de euros, imposibles de sumar al presupuesto ahora mismo, no serán tan complicados de conseguir.

Creer que Savane ha sido un «cobardes» por tan dura decisión es INJUSTO. Destierren dicha palabra y reemplácenla por la que de verdad se merece una persona que sigue siendo una leyenda del GRANCA. Y ese calificativo es RES-PON-SA-BI-LI-DAD.

Y finalizo este artículo de opinión con una recomendación a la familia amarilla desde la «Isla picuda». Arropen al GRANCA, superen el récord de abonados en la 23-24, llenen el «Arena». Solo permaneciendo UNIDOS y fieles a un club con solera, que les representa dignamente en España y en Europa, se puede soñar con grandes objetivos.

Postdata: Gastar un euro más de los que entran en la hucha no es recomendable.

¡VAMOS GRANCA!

 

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