«El baloncesto palmero ha pasado de las luces a las sombras»

«Discutir la tradición cestista de la Isla Bonita es confesar el total desconocimiento sobre la historia de este deporte a lo largo de 9 décadas»

AGUSTÍN ARIAS.-

«Muchos, y muy buenos, han sido los deportistas palmeros que han militado en la élite del baloncesto nacional. Desde entrenadores a jugadores, pasando por árbitros, las tres patas principales de una imaginaria mesa.

Pepe Cabrera Vidal, Pedro Hernández Cabrera y Óscar Peña son claros ejemplos, si bien se debe incluir a los Roberto R. Estrello, Ángel Recuenco, De las Casas, Aciego de Mendoza, Juan Méndez, Martín Sá, Iván Díaz, Sebas Arrocha, Carlos «Menotti», «Pipi» Cabrera… o el legendario Pancho Martínez.

Gestores de clubes del nivel del doctor Carlos «Fredy» Toledo en el UB La Palma o Walter Cáceres en el CB Aridane. Mencionando a esa gente que asumían su quehacer en clubes de formación y que no han ocupado muchos espacios en los medios de comunicación.

Podría recurrir a mi amigo J.J. Rodríguez-Lewis y así ampliar la bonita historia del baloncesto palmero, trabajos que figuran en su blog «El Bisturí».

Son las luces que alumbraban las canastas en la Isla Bonita, con la estimable colaboración de personas de fuera que aportaron su energía para hacer que brillaran con más fuerza si cabe. Hablo de Moncho Monsalve, José Felipe Antón, Txus Vidorreta o el cordobés Rafa Sanz, entrenadores que brillaron con luz propia.

Pero el paso del tiempo, marcado por las «guerras de guerrillas», de «reinos de Taifas»  llenos de zancadillas, descalificaciones y «algo más» que voy a omitir, han terminado por poner a este deporte al pie de los caballos y con un futuro por delante tremendamente incierto.

Ellos solitos, sin ayudas exteriores, han dejado «morir» a la Federación Insular de Baloncesto de La Palma, pasando a depender, como Delegación, de la Federación Canaria.

Primero aburriendo a quienes asumían la presidencia y posteriormente a quienes parecían dispuestos a coger el timón con el propósito de salvar este barco del naufragio. «Fulanito» no quería a «menganito» en la FIBLP porque tenía pasado de «otro» club rival.

Ellos solitos han hecho que las competición de base no tengan la fortaleza de antaño, dejando en entredicho hasta la generosa aportación del Cabildo Insular de La Palma.

Ellos solitos han «condenado» al estamento arbitral, al punto de quedar apenas cinco colegiados federados, con el eficiente Iván Díaz (foto) al frente, cifra claramente insuficiente para sacar adelante las competiciones insulares como las regionales.

El trato hacia el estamento arbitral ha sido y está siendo tan cruel e indigno que determinado personaje se ha atrevido a alegrarse por el patrimonio que el volcán le arrebató al citado colegiado. 

Un dato realmente indignante que el mismo Iván Díaz desveló en estos días en el programa deportivo de 7.7 Radio La Palma.

Cierto es que en la 21-22 se registraron los ascensos a categoría nacional de los dos equipos del CB Aridane, pero… el gozo en un pozo. El pobre trabajo de sus dirigentes tiró por la borda gran parte de todo lo bueno. Menos mal que Rafa Sanz dejó al equipo masculino en la EBA, aunque tristemente no sucedió lo mismo con el femenino de la LF-2, que descendió al año siguiente.

Afortunadamente, un grupo de «valientes», animados quizás por el alma mater del basket en Los Llanos, Walter Cáceres, ha querido asumir la dirección del club, que cuenta en la actualidad con un atractivo proyecto, encabezado técnicamente por Eneko Mata.

También han leído en las últimas fechas el nacimiento de un nuevo club femenino, con la bendición del Ayuntamiento de El Paso. El objetivo, a pesar de no tener una base sólida, el ascenso a la LF-2.

Me quedo con la voluntad de los clubes de Primera Autonómica por seguir con sus iniciativas.

Es lo poco que se puede salvar del «pasotismo» generalizado de un baloncesto palmero que de ser referencia en las Islas ha pasado a no tener Federación propio y, lo más sangrante, con solo cinco árbitros.

¿No creen que es hora de enterrar el hacha de guerra, dejar de mirarse el ombligo y luchar por recuperar la grandeza del BALONCESTO en la ISLA BONITA?»