«Hasta que el Canarias quiso», por Fernando Villamandos

SECCIÓN: DESDE LA PRIMERA FILA

TITULAR: HASTA QUE EL CANARIAS QUISO

AUTOR: FERNANDO VILLAMANDOS

«Como se desarrolló el partido fue un poco desconcertante, y si quieres despistante. Porque, aunque el Canarias nunca perdió el mando del encuentro, la primera parte fue como más igualada y sobre todo el primer cuarto, al que en los primeros minutos ya los laguneros marcaron unas diferencias que no les permitían a los galos del Saint Quentin tener la sensación de que pudiesen voltear el marcador.

Ahora, eso sí, defendían con una dureza (no violencia) que tampoco permitían al Canarias muchas posibilidades de maniobra que por momentos veíamos atenazados y, sobre todo en el segundo cuarto, que solo se ganó de un punto. La diferencia era solamente de diez al llegar al descanso.

Tras la reanudación viene el subidón que le imprimen los locales. Había que ver qué defensa tan impecable hacían los del Santiago Martín. Fue una clase de cómo se debe defender en individual. No dejaron hacer nada, al contrario, se producían las ayudas a tanta velocidad que los franceses no les daba tiempo de hacer un tiro cómodo, un tiro liberado. Y los errores se sumaban uno detrás del otro lo que permitía al Canarias sumar uno y otro punto detrás de otro.

Por esos momentos también el ataque era fluido y las canastas una seguida de otra tanto en los triples como en tiros de dos. Los bases (los tres) jugando de maravilla. Fitipaldo hasta que cometió su tercera falta y fue sentado. Marcelinho en su línea (cada vez va entrando más en juego), y Lluis Costa dándose a valer y dejando ver que no desentona para nada.

A la fiesta se sumó, y de qué manera, Kramer. Hoy se lució, haciendo de todo, porque tu dices de qué manera tiraba los triples (con que tranquilidad) sin precipitaciones de ningún tipo. Lo hacía tan fácil que parecía que no hiciera esfuerzos para hacerlo de esa forma. Pero es que en defensa también se vació, lo mismo que en el rebote y las ayudas en defensa. Completo.

El resto, a una buena altura, con ese juego coral en donde todos participan y hacen de todo y bien tanto en defensa como en ataque. No solo hay que ver las anotaciones individuales, sino esa defensa que también realizan.

Así, ese tercer cuarto fue realmente demoledor con un juego aplastante dejando al contrario en diez puntos y una diferencia de veinte entre ambos equipos.

El cuarto con la misma tónica, pero con la entrada en juego de jugadores que no son tan habituales y que seguían el ritmo que exigía el guión.

Desde luego esos son los partidos que se deben aprovechar para darles más minutos y que vayan entrando en la dinámica del equipo para que se puedan ser utilizados con garantías en los momentos difíciles».

DISFRUTEN DEL BALONCESTO     

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