BCL: Lenovo Tenerife volvió a «PASEARSE» frente al Bnei Herzliya de Israel

Con una superioridad insultante, de principio a fin, el Lenovo Tenerife ha sumado su tercera victoria en la Basketball Champions League 22/23 tras doblegar a un Bnei Herzliya (83-63) que, por momentos, fue un juguete en manos de un equipo lanzado, cargado de confianza, y al que le sale prácticamente todo. Un arranque demoledor (34-14 al final del primer cuarto) dejó el duelo casi visto para sentencia.

CRÓNICA DE CARLOS GARCÍA EN EL DÍA 

Un acierto sublime en el tiro de dos puntos (llegó a ser de 14/16 en el tercer acto), la aportación desde el perímetro (14 triples), y una notable aplicación defensiva cuando le hizo falta, el Canarias tuvo siempre el terreno allanado antes de afrontar los tres cuartos finales en los que el mayor interés fue conocer la renta más grande de los locales (70-37, 28′). Solo un más que justificado descenso en la intensidad dejó el marcador final en un 83-63, victoria que refuerza las opciones aurinegras de acabar primero de su grupo y evitar así el peligroso play-in.

Marce Huertas, con 16 puntos (2/4 en triples) y nueve asistencias para 23 de valoración; Gio Shermadini, autor de 18 tantos y siete rechaces para 22 de nota; así como Sasu Salin, de nuevo notable desde el perímetro (cuatro triples) lideraron el triunfo canarista.

Una pérdida en línea de pase con canasta a la contra de Babb para el 0-2 pudo dar a entender cierta relajación de inicio en el plantel canarista. Pero el regalo fue solo un borrón que no se repitió. Enseguida el cuadro lagunero enchufó su versión habitual con dos triples de Salin y el control absoluto de su rebote frente a un rival un tanto pasado de revoluciones (6-2).

El relevo del finés lo tomó Huertas, que no solo asistió (de sus manos salieron, en cinco asistencias, hasta 13 puntos en menos de siete minutos) sino que anotó de forma directa (ocho puntos) yéndose hacia dentro. Más que suficiente para que el Lenovo adquiriera sus primeras rentas significativas (17-5) aún sin llegarse al ecuador del primer acto.

Exhibición ofensiva que nació de un nuevo ejercicio defensivo de nota. Y es que al margen de evitar segundas opciones, los aurinegros fueron generosos en las ayudas, estuvieron atentos en las líneas de pase, y supieron leer los intentos del Bnei Herzliya de invertir el balón. De esta forma pudieron correr también los de Vidorreta para jugar a placer y con un baloncesto muy fluido.

Llegaron así los triples de Doornekamp y Salin, las resoluciones cerca de canasta de Cook, Guerra y Fernández; y hasta una nueva canasta desde el 6,75, sobre la bocina del periodo y a modo de painball, de Fitipaldo. Con el 34-14 en apenas 10 minutos el cuadro isleño había encarrilado el encuentro con una sobresaliente carta de tiro (13/17 tiros de campo) y una circulación (nueve asistencias) a placer.

Con una mayor presencia de Kemp y Van Vliet cerca del aro el Bnei Herzliya trató de ver la luz al final del ya largo túnel (34-18), pero el Lenovo respondió de nuevo desde el 6,75 (Fitipaldo y Sastre) para incluso alcanzar una nueva máxima renta (42-20, 23′). Aún así, el partido ya no se movía en los alegres parámetros del arranque, en una falta de fluidez en la que mucho tuvo que ver el menor acierto aurinegro de cara a canasta: 3/8.

Ese juego a trompicones llevó a Txus Vidorreta a pedir tiempo a la mesa en incontables ocasiones, pero la solicitud siempre fue anulada porque el Lenovo minimizó por completo los daños con varias buenas defensas y un parcial de 5-0 (triple de Huertas y alley oop a Shermadini).

Fue Oren Aharoni, preparador de los israelitas, el que lo tuvo que parar porque los locales volvieron a su máxima ventaja (47-25). Casi inmaculado en el tiro de dos (11/13 al intermedio), habiendo tirado ya de toda su rotación y con el triple final de Salin, el Canarias espantó -más si cabe- cualquier esperanza de su rival (52-27) de al menos luchar por un marcador apretado en los 20 minutos finales.

A esa segunda parte salió el Canarias como si el partido estuviera todavía en un pañuelo y casi ofreciendo una reedición de la puesta en escena inicial. Así, con los triples de Doornekamp y Huertas, y sendas finalizaciones de Shermadini, el cuadro isleño (ahí con un 14/16 en tiros de dos) se disparó hasta el 65-31.

Ahí sí, el plantel aurinegro desconectó. De forma tan inconsciente como merecida tras el brillante trabajo previo. Vidorreta trató de evitarlo con un tiempo muerto (al que respondió Jaime Fernández con un 5-0 para el 70-37), pero el Bnei Herzliya, sin nada que perder, dio un giro de 180 grados a su imagen.

Los israelitas se plantaron en una zona 2-3 que colapsó a los isleños, y delante dieron continuidad a su acierto en el tiro libre (15/15) y mejoraron, con cuatro triples seguidos (tras un 1/9), sus prestaciones desde el perímetro. De esta forma llegó un 3-19 para el 73-56 y más de cinco minutos por delante.

Un par de acciones de calidad y el colchón amasado previamente evitaron a los aurinegros entrar en pánico (80-57) antes de un epílogo en el que los visitantes volvieron, aunque de forma infructuosa, otra pequeña mordida al marcador (80-63).

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