Fuenlabrada-Real Betis, por una plaza en la Liga ACB 25-26

Real Betis, entrenado por el que fuera el año pasado ayudante de Txus Vidorreta, Gonzalo García de Vitoria, y Fuenlabrada, se jugarán este domingo la segunda plaza de ascenso a la Liga ACB.

El conjunto sevillano derrotó al anfitrión Movistar Estudiantes, por 82-86, mientras que los del «Fernando Martín», con remontada incluida, se impusieron al Palencia Baloncesto, por el ajustado tanteo de 75 a 73.

La final se disputará a las 16:30 hora canaria, en la Caja Mágica de Madrid.

Así fue el triunfo del Real Betis

El Real Betis Baloncesto ha vencido por 82-86 al Movistar Estudiantes y se ha clasificado para la final por ascender a la Liga Endesa, cuyo segundo inquilino saldrá de la otra semifinal que este mismo sábado medirá al Flexicar Fuenlabrada contra el Súper Agropal Palencia.

En el recinto de la Caja Mágica, en Madrid, los béticos empezaron muy bien esta Final Four que otorga el segundo billete de ascenso a la élite nacional, tras el que ya recibió hace varias semanas el Silbö San Pablo Burgos por haber sido campeón de la temporada regular en la Primera FEB.

Así, en el habitual Estadio Manolo Santana usado en el Mutua Madrid Open de tenis, el Betis se impulsó con tres triples de Mark Hughes en sus tres primeros lanzamientos. Con el apoyo de Vitor Benite acertando en la ‘pintura’, los verdiblancos dieron un estirón (11-21) que el Estudiantes mitigó con tiros libres y un robo de Joaquín Rodríguez.

Para comenzar el segundo periodo (16-21), Hughes al fin falló desde el perímetro, pero su equipo apenas lo notó porque administró rentas cuando el Estudiantes apretó en ataque por mediación de Devin Schmidt. Un par más de triples béticos, primero de David Jelinek y luego de Alex Renfroe, hicieron daño al plantel colegial, que se vio 11 abajo (29-40).

Aunque Jayson Granger cortó esa racha con un triple frontal, el Betis dominaba al descanso (32-42) y el arranque del tercer periodo se trabó. En ese barullo, un triple de Schmidt abrió hostilidades y el anfitrión de esta Final Four recortó distancias con intensidad defensiva, acierto de Dejan Kravic en el poste bajo y puntería de lejos de Patricio Garino.

Un palmeo de Héctor Alderete puso el 49-51 y él mismo igualó después el marcador con un triple en transición. Más acierto exterior, en este caso de Aleksandar Cvetkovic para el Betis, mantuvo a raya al ‘Estu’ de cara a un cuarto acto que subió voltaje y donde los colegiales siguieron remando hasta ponerlo todo en un puño (72-72 a 4:40 de la conclusión).

Kravic sostuvo al cuadro estudiantil en ambos aros hasta que Dino Radoncic y especialmente Hughes encauzaron (77-82) la victoria bética, pese a un triple de Granger (82-84) que a 20.9 para el bocinazo decisivo dio falsas esperanzas a un ‘Estu’ incapaz de gestionar los instantes donde se jugaba toda la temporada. En cambio, el Betis resolvió para acceder a la final de ascenso.

Movistar Estudiantes (16-16-28-22): Granger (16), Schmidt (13), Rubio (-), Alderete (7), Kravić (8) – quinteto inicial – Andrić (2), Alonso (9), Sola (-), Barro (7), Díaz (-), Rodríguez (11) y Garino (9).

Real Betis Baloncesto (21-21-20-22): Hughes (28), Renfroe (7), Suárez (-), De Bisschop (5) y De La Torre (7) -quinteto inicial- Benite (10), Jelinek (10), Dallo (-), Radončić (9), Kasibabu (2), Olumuyiwa (2) y Cvetković (6).

Los jugadores del Fuenlabrada celebran la victoria tras el partido de la segunda semifinal de la Final Four de ascenso a Liga Endesa que Flexicar Fuenlabrada y Súper Agropal Palencia disputaron este sábado en la Caja Mágica, en Madrid. . EFE/Fernando Villar

Victoria in extremis del Fuenlabrada

El Flexicar Fuenlabrada se jugará ante el Betis la última plaza de ascenso a la máxima categoría del baloncesto español tras derrotar al Súper Agropal Palencia de manera épica, con un parcial de 11-0 en los tres minutos y veintiún segundos finales que le permitió remontar un choque que parecía tener perdido.

Tras eliminar el Betis al Estudiantes, el segundo de los duelos de semifinales arrancó con igualdad, un intercambio de puntos que terminó a falta de seis minutos y diez segundos para el final del primer cuarto, cuando después de una canasta de Lotanna Nwogbo se borró en ataque el cuadro fuenlabreño. A partir de ahí, y hasta el segundo acto, sólo anotó dos tiros libres Leo Westermann.

Ese momento de secano de los de Toni Ten, que se veían superados en el rebote en general y en el ofensivo en particular, permitió despojarse de complejos al Súper Agropal Palencia, que sin excesos logró una renta favorable de siete puntos a los diez minutos que les ayudó a encarar en mejor posición el enfrentamiento (9-16, m.10).

Sin embargo, tras el paso por el banquillo se vio a otro Fuenlabrada muy distinto. Le ubicó en órbita un parcial de 0-5 en la puesta en escena, con el argentino Fernando Zurbiggen liderando. Fue la ola buena, pese a los intentos para contenerla del sueco Tobias Borg, autor de diez de los doce primeros puntos de su equipo en ese tramo.

Por méritos propios esos registros le hubieran valido para ser el jugador más decisivo del segundo cuarto. Pero ese papel acabó pidiéndolo para sí Nwogbo, quien dio un paso al frente y arrasó con todo lo que se cruzaba en su camino. Con once puntos en un parcial de 14-3 permitió a los suyos remontar el duelo y obtener la tranquilidad que necesitaban al paso por vestuarios (32-30, m.20).

La segunda parte asomó frenética, con ambos conjuntos desatados en la producción de puntos. Diecisiete aportaron entre unos y otros en poco más de minuto y medio, un ritmo que desafiaba a la lógica y que no pudo sostener el Fuenlabrada, aunque sí en cierta medida el contrario.

Con el partido igualado a cuarenta y tres, un mate de concurso del argentino Juampi Vaulet, dos triples de Borg y una bonita acción individual de Alec Wintering facilitaron el despegue a los de Luis Guil, quienes aupados a la peana de la decena de puntos encararon en mejor situación los diez minutos decisivos, pese a los esfuerzos de Nwogbo, a esas alturas ya con 28 dígitos de valoración (53-64, m.30).

Obligado a sumar entró mejor el Fuenlabrada en el cuarto de desenlace, pero un triple de Xabi Oroz templó los ánimos y evitó que la reacción cobrase fuerza. Así, a falta de tres minutos y cuarenta y seis segundos el cuadro palentino acariciaba el triunfo con una renta favorable de nueve puntos.

Lo que pasó después nadie lo vio venir. Desnortados por un imprevisible ataque de vértigo, los castellanoleoneses se hicieron pequeños mientras se agigantaba el Fuenlabrada. Y tanto fue así que les fueron comiendo el terreno hasta que Paul Jorgensen certificó el milagro de la remontada a falta de treinta y dos segundos. Sin acierto desde el triple decisivo, el Palencia finiquitó su hundimiento.