«Liderazgo y legado», por Eduardo de la Rosa Génova
El ex jugador del CB Unelco Eduardo de la Rosa Génova, quien vistió la camiseta «eléctrica» durante ocho temporadas, ha publicado este artículo que titula «LIDERAZGO Y LEGADO», en honor a la memoria de PACO CHINEA:
«Paco Chinea fue un líder excepcional, capaz de conseguir casi todo lo que se proponía. Su estabilidad emocional, digna de capitán de submarino nuclear, le permitió anteponer los intereses de los demás a los suyos propios, contribuyendo a que tantísimos jugadores y entrenadores alcanzaran su máximo potencial, tanto dentro como fuera de las canchas.
Junto con los directivos y entrenadores que lo acompañaron, Paco fue el responsable de una factoría de personas de provecho para la sociedad, nobles, perseverantes y comprometidas con el trabajo bien hecho, con él como ejemplo. No se trataba solo de formar jugadores de baloncesto, sino de crear individuos capaces de abrirse camino en la vida más allá del deporte.
La lista de jugadores eléctricos que alcanzaron las más altas cotas del baloncesto no es suficiente para ilustrar el impacto que el Unelco de la mano de Paco Chinea ha tenido durante sus 50 años de historia. Porque su legado va más allá, nos deja una comunidad de jugadores, padres y entrenadores que perdura en el tiempo. Es imposible cuantificar cuántos jóvenes encontraron en el baloncesto un refugio frente a los peligros de la calle (con el lema “engánchate al deporte” por delante), o a cuántos brindó la oportunidad de estudiar, y construir un futuro profesional próspero.
A los que hemos sido “eléctricos” nos marcó para siempre con su gran ejemplo. Su legado incluye a los amigos que hemos hecho, los recuerdos que marcan los momentos más felices de nuestras vidas que van desde el ambiente mágico que se creaba con el Torneo de Navidad, el orgullo que sentíamos al ponernos el equipaje Nike que marcó una época, las fiestas de final de temporada, la euforia de las celebraciones, los viajes siempre tan bien organizados, la brillantez baloncestística de los equipos campeones que creó…
La manera con la que venía a estrecharnos la mano cuando ganábamos campeonatos era muy parecida a la manera en la que nos consolaba en el dolor la derrota. Venía, te daba la mano y era parco en palabras. Me atrevo a decir que a todos los que hemos sido “eléctricos” nos hubiera gustado estrecharle la mano antes de su partida y decirle, gracias Presidente, hay algo de ti en todos nosotros.
Antes de que el mundo estuviera lo polarizado que está hoy en día, Paco nos enseñó que en la vida las cosas no son ni rojas ni negras, sino que hay grises. Un jugador del Unelco, no era exclusivamente un “jugador del Unelco”, era un “jugador de baloncesto” que jugaría allí donde le correspondiera. Ese es el respeto por el baloncesto que tenía Paco Chinea.
El baloncesto se lo recompensó con los éxitos logrados. Por ejemplo, no deja de parecer un milagro que, en una generación como la del 83 salieran cinco jugadores que fueron internacionales con España, que exportara talento a clubes como el FC Barcelona, Valencia Basket, Siglo XXI, y que aún así pudiera mantener a un equipo competitivo a nivel regional tras la salida de grandísimos jugadores.
Los que tuvimos la suerte de que Paco pasara por nuestras vidas conocemos sus innumerables virtudes como su perseverancia, su humildad, su bondad y su capacidad de convencer. También sabemos que no era ni el más carismático, ni el mejor orador. Nuestro presidente no era el más ruidoso ni con los árbitros ni a la hora de exponer su punto de vista. Tampoco se caracterizaba por ser el que más elegantemente vestía, por mucho que se esforzara por subir algo el nivel para la entrega de trofeos de turno. Repasando fotos de la época, llama la atención su capacidad para moverse y no salir en la foto. Por supuesto, no era el que tenía el ego más grande y parecía que le importaba más bien poco tener la razón.
Paco Chinea nos demostró que el líder excepcional no es perfecto y no tiene que sobresalir en ciertas cualidades de liderazgo que pudieran parecer importantes pero que, a la vista de su legado, son más bien superfluas. La clave está en la esencia del líder, en su generosidad, su pasión, su dedicación, su autenticidad, su integridad consigo mismo y hacia los demás y su inteligencia emocional.
Precisamente los atributos que, por lo general, no se aprenden ni en las escuelas de negocios, ni es lo que predican los gurús sobre liderazgo o los libros de autoayuda. Sigamos su ejemplo y su visión porque son más necesarios que nunca en el mundo que vivimos».
Aldo Rodríguez
Publicado el 12:11h, 23 octubreMe parece un bonito texto y una magnífica semblanza de Paco Chinea. Mi trato con él en el baloncesto, fue siempre desde mi rol como árbitro o como dirigente arbitral y siempre recibí de su persona amabilidad, cordialidad, respeto y empatía. Valores que sin duda alcanzaban en Paco su máxima expresión.
Su trabajo para engrandecer nuestro deporte, su personalidad y manera de hacer las cosas, son su mejor legado y permanecerán siempre en nuestro recuerdo.
Deja un vacío imposible de llenar para los que ya recordamos con cierta nostalgia, bonitos tiempos pasados que nos parecen mejores que los actuales.