La Entrevista en EL DÍA de Carlos García a ELISEO BENTO
Se va, pero su corazón sigue siendo aurinegro. Al menos así lo deja claro –inconscientemente– cuando, en su discurso, aún habla en primera persona del plural para referirse al club cestista
El periodista tinerfeño CARLOS GARCÍA, este verano distinguido con el BALÓN DE ORO de la Federación Canaria de Baloncesto por su excelente trayectoria periodística (tuve el honor de entregarle el premio), firma en las páginas del periódico EL DÍA una interesante entrevista con el ya «ex» fisioterapeuta del primer equipo aurinegro, ELISEO BENTO. El reportaje gráfico lleva la firma de ARTURO JIMÉNEZ.
¿Por qué lo deja?
Porque soy funcionario del Servicio Canario de Salud y me salió la oportunidad de tener una plaza cerca de mi casa. Creo que era el momento de dejarlo. Después de 21 años en el club pienso que cumplí todo lo que se podía cumplir, y este era un tren que debía coger sí o sí. También es verdad que el baloncesto cada día es más exigente y no me veía con 60 años trabajando en esa parcela.
¿Es una decisión más complicada en lo sentimental que en lo profesional?
Totalmente. Me costó bastante. En casa se han reído mucho porque en los últimos veranos siempre decía que ese año lo dejaba. Ahora me llega esa ocasión y fue lo que me empujó. Pero ahora mismo tengo un brote de nostalgia bastante importante, que incluso aumentó el miércoles cuando fui al entrenamiento de puertas abiertas. Pensé que me iba a quitar el mono, pero fue peor.
¿Cree que según pase el tiempo será mayor o menor esa nostalgia?
Hasta que no empiecen a jugar no sabría decirlo. En los primeros meses seguro que lo echaré de menos, pero básicamente por el cambio de rutina en el día a día.
¿Y no ha influido también el desgaste?
Realmente no. Es un plan de futuro, porque a mí me gusta el baloncesto, me gusta viajar pese a que cansen, el ambiente, el trabajar en un grupo muy bueno… No sé si habrá sido acertada, pero es una decisión que he tomado.
¿Qué le cansaba más en su día a día?
Quizá la monotonía, pero poco más. Quizá lo que más me cansaba era estar más de una hora viendo el entrenamiento. Trabajando estás entretenido y concentrado, pero en los entrenos no era así.
¿Recuerda cómo llegó al CB Canarias?
Sí. Yo estaba en la temporada 02/03 con el Symel Tenerife, en División de Honor con Paco Apeles. El equipo bajó, y en el club estaba Asier Amador, que decidió volver a jugar en el Canarias. Me lo propuso, hablamos con Aniano y así empezó todo. Era el segundo año de LEB 2 con el equipo, con Víctor Armijo de entrenador y un equipo muy curioso.
«El club se queda en buenas manos; tienen mi teléfono, pero estoy seguro de que no habrá ningún tipo de dudas»
¿Y cuánto ha cambiado la fisioterapia desde ese momento hasta la fecha?
Antes era más manual, más conceptual, con estiramientos, masajes, tipos vendajes… Ahora la fisioterapia ha evolucionado muchísimo gracias a todo tipo de técnicas y aparatos. La mejora es evidente gracias a la tecnología.
¿Ahora priman más las máquinas que las manos?
Sigo pensando que siempre deben estar presentes las manos de un profesional, pero también es verdad que cada día los jugadores exigen más máquinas. En este sentido el club ha invertido en ellas, pero no nos podemos olvidar que también se debe hacer en la formación de la persona. Y eso, para un profesional que está metido de lleno en una rutina durante más de diez meses, es algo muy complejo. En verano esa formación casi no existe.
¿Se llega a pensar que con esa maquinaria actual uno u otro jugador determinado de épocas pasadas se hubiera recuperado antes?
Sí, claro. La maquinaria, el material del vendaje… Pero solo puedes pensar en lo que tienes en ese momento. Ahora casi todo es maquinaria, pero las manos también son importantes.
¿Y se queda el club en buenas manos?
¿Sí! Marcos [García] ya lleva nueve temporadas. Trabaja muy bien y cada día tiene más experiencia. Este año le toca dar el paso de tomar el control del área, pero creo que tiene capacidad para eso. Luego está Eduardo Iboleón, que entró el año pasado y también está con la cantera; cada vez cuenta con más experiencia y posee mucho margen de mejora. Y luego ha entrado Néstor [Ruiz], un chico al que conozco bastante, sé que está muy bien formado y le dará un espaldarazo al área. Evidentemente, le falta la experiencia de lo que supone trabajar en un equipo profesional.
¿Tendrá el teléfono disponible por si les surge alguna duda?
Creo que no tendrán ninguna duda… Somos amigos, sobre todo Marcos y Conrado [Rodríguez, el jefe de los servicios médicos] y tienen mi teléfono, pero no va a haber dudas de ningún tipo.
Uno de los conceptos que siempre defiende el CB Canarias es el de fichar a jugadores que no sean díscolos, con cabeza, con madurez y hasta con familia formada. ¿Eso se nota también en la enfermería?
Totalmente. Eso es así. Se buscan jugadores que no tienen a lo mejor no tienen un perfil de superestrella deportiva, pero que dentro de un vestuario se comportan. Incluso los que pueden parecer que son especiales, como Kyle Guy el año pasado, no lo son tanto realmente. A día de hoy hay un líder en el vestuario, Marcelinho Huertas, que es el que lo controla todo. Él y Aaron Doornekamp. Creo que seguirán buscando esos perfiles. Será raro que vengan al Canarias jugadores que se salgan del tiesto… y si se salen seguro que lo meten dentro enseguida.
¿Entonces esa sensación de liderazgo de Huertas en la cancha es la misma de puertas hacia dentro?
Es así, sí. Hay otros jugadores que tienen carácter, como Aaron, sobre todo por los años que lleva en el club, pero está claro que el líder es Marce. No solo por edad sino por carisma y otros asuntos.
¿Y el suyo, desde el punto de vista del fisio, también es un caso tan especial?
No. Hay que cuidarlo teniendo en cuentas las cosas que tienen que ver que su edad, con sus descargas y su puesta a punto, pero en absoluto es maniático. Para nosotros es casi una sorpresa que un jugador de su bagaje tenga ese saber estar como profesional. Tiene su genio, como todos, pero es un fenómeno. Que esté en el Canarias es un éxito para el club.
No le voy a preguntar por lo negativo; solo por lo positivo. ¿En estos 20 años le ha llamado la atención algún jugador que nunca se rompiera o cuya capacidad de recuperación fuera extraordinaria?
Un jugador que no sé si se rompe o se deja de romper es Tim Abromaitis. A veces tiene pequeñas lesiones pero siempre aguanta. No me suena casi ningún partido que se haya perdido en estos años en el club. Y lo mismo con Aaron Doornekamp. Ya de la época antigua es complicado hacer una valoración, principalmente porque el cuidado y el culto al cuerpo por parte del jugador no tienen nada que ver con los de antes. Uno, quizá, Levi Rost; otro Jakim Donaldson, que siempre corría y saltaba, y nunca se quejaba.
En este tiempo también le ha tocado lidiar con entrenadores. No muchos, pero sí algunos. ¿Con cuál se queda?
Con todos he tenido buen feeling y buen rollo, pero evidentemente con el que más, con Alejandro Martínez, por el tiempo que estuvimos juntos y porque nos conocíamos de antes. Y ahora en esta etapa más reciente con Txus también hubo buena sintonía.
Por lo que intuyo, seguiremos viéndolo por el Santiago Martín en cada partido…
Sí, sí. Mi idea es ir a todos los partidos. Ya tengo mi abono frente al banquillo. Así los tengo vigilados por si hay que dar alguna instrucción… (risas).
¿Va a poder liberarse a partir de ahora en los partidos de todo lo que tuvo que controlarse durante estos años?
No, estaré controlado. Siempre. Animaré, gritaré, y si hace falta decirle algo a los árbitros, estaré el primero, pero me comportaré.
¿Sufría durante los partidos?
Depende de qué partido… Pero cada vez lo veía con mayor pausa. Evidentemente sufres porque eres competitivo y quieres estar en la Copa del Rey, en el playoff, en la Final Four. Por eso y porque eso supone relevancia y prestigio para tu trabajo.
Ya ha dejado claro que la fisioterapia ha cambiado una barbaridad en estos 20 años. ¿Lo ha hecho en la misma medida el CB Canarias?
Ha cambiado muchísimo en todos los aspectos. Y aún así creo que todavía debería cambiar algo más. Pero no en su metodología de funcionamientos, sino en aumentar sus servicios. Cuanta más gente haya, mejor será la estructura.
¿Tiene claro que este paso al lado será definitivo o lo volveremos a ver ligado al CB Canarias?
No, ya salí. Ya no entro más. Está claro que lo que el club necesite yo intentaré colaborar, pero no me veo metido de nuevo en este nivel. Al menos así lo veo ahora. Es el momento de pasar página y de disfrutar del baloncesto desde otro punto de vista. Y disfrutar con el equipo, que creo que vuelve a tener una buena base para hacer cosas importantes.
Hay que tener muchas cosas en cuenta. Por un lado parece que la pretemporada, con seis partidos, es la ideal, pero también debemos pensar que el calendario de entrada no será sencillo, con Baskonia, Barça y Gran Canaria como los tres primeros visitantes del Santiago Martín. Y además, muchos clubes se han reforzado muy bien. Por eso creo que, como siempre, debemos tener paciencia y apoyar al equipo.
«Los fisios también somos psicólogos»
¿Se puede decir que un fisioterapeuta es el confesor por antonomasia de un jugador profesional?
Sí. La enfermería es un confesionario. Ahí se hablan cosas que no se hablan en otros ámbitos, tanto de ámbitos profesional como personal. De hecho, de lo que menos se habla es de deporte. El jugador desahoga con nosotros, y nosotros con el jugador. Es una especie de feedback que existe entre las dos partes, por lo que la confianza es muy importante. Muchas veces somos una especie de psicólogos y tratar de animar al jugador cuando las cosas no le están saliendo bien. En general se hablan demasiadas cosas y llega a ser hasta peligroso.
¿Se llegan a derrumbar los jugadores delante de ustedes al ver que física, o deportivamente, no están bien?
Tanto como derrumbar de una forma muy manifiesta, no… El año pasado, por ejemplo, Fran Guerra, cuando recayó de la lesión fue un momento complicado, pero el jugador, después de solo un rato, cambió el chip y ya se metió en la cabeza la idea de trabajar para recuperarse. Y claro que cuando sufres una lesión grave, como la de Beirán, la de Richotti, o la de Jaime este año pasado, es normal que en ese momento te hundas. Lo que realmente hay que trabajar es cuando el deportista no juega.
O sea, que ejercen de fisios y de psicólogos…
Siempre. Aunque todos tenemos una psicología diferente.
¿Acaba haciendo amigos el fisioterapeuta entre los jugadores?
Sí, aunque hay que definir bien el concepto de amigo. Hay una muy buena relación con muchos de ellos, con los que hablamos habitualmente.
Más detalles sobre ‘Seo’
- El deporte. Vinculado desde 1993
Eliseo Bento estudió Fisioterapia en la Universidad de La Laguna, donde también es diplomado en Enfermería, en 1993 y 1996 respectivamente. «Cuando acabé la carrera en el 93 pasé, durante ocho o nueve años, por todas las categorías del RC Náutico», recuerda. Después de un año de paréntesis regresó al mundo del basket en el Symel que jugó en la élite femenina nacional, y desde ahí desembarcó en el CB Canarias, al que ha estado ligado desde 2003.
- Veteranía. Se queda Conrado
Con la marcha de Seo –como cariñosamente le conocen dentro del club– Conrado Rodríguez queda, con más diferencia, si cabe, como el miembro del cuerpo técnico canarista con más veteranía. «No se quiere retirar. Está en un situación similar a la mía, pero él tiene la suerte, o la desgracia, de no viajar. Es un enamorado del baloncesto, de lo que hace y del club. Nunca lo va a dejar y lo van a tener que sacar de allí cuando ya no pueda ni caminar. Es un tío con mucha experiencia, mucho control, mucha evaluación… Es la persona ideal para estar en el CB Canarias», comenta Bento sobe el médico del club isleño, donde ejerce ya más de 30 años.
- Los grandes. Diferencias relativas
Reconoce Bento que la diferencia dentro de su parcela en el Canarias respecto a los clubes punteros de la competición como Madrid y Barça, son relativas. «Al final lo que pueden tener son medios y eso te permite agilizar ciertos plazos en caso de lesiones, pero al final los fisios somos los mismos. Aún así en el club hemos mejorado muchísimo en todo», comenta, antes de poner un ejemplo concreto. «El fisio de Andorra es un gran profesional y usa muchísimas novedades y aparatos, pero hace un par de años hubo una racha en la que pasó por un montó de lesiones. Eso te demuestra que no por tener más medios el trabajo es mejor», explica.
- Los viajes. Desconexión particular
Admite Eliseo que uno de los aspectos que más echará en falta en su nueva etapa es la de los viajes con el equipo. «Me permitían desconectar», relata sobre unos desplazamientos «en los que había tiempo para todo, desde trabajar y estar concentrados, hasta disfrutar de la gastronomía del lugar».
Un amigo
Publicado el 09:40h, 03 septiembreSerá todo lo bueno que se diga, pero es todavía mejor persona. Le conozco desde que jugaba en la base nauta y doy fe de su extraordinaria calidad humana. La edad no perdona y hay que saber elegir y él ha sabido hacerlo. Su trabajo en la SS y su familia. Felicidades Seo.