Pésima imagen AURINEGRA, con un escandaloso 56-34 en la segunda mitad y con un arbitraje lamentable
No ha comenzado nada bien el año 2023 para el Lenovo Tenerife. Cuando la ocasión era la soñada para sumar la undécima victoria, subir hasta el liderato y conseguir el pasaporte para la Copa del Rey el equipo, que estuvo centrado en los primeros 20 minutos (29-30), sufrió una «pájara» en la segunda mitad, al punto de encajar un parcial de -22 (56-34) que le llevó a sufrir la más escandalosa derrota de la temporada y bajar hasta la quinta posición, con el mismo balance que el Unicaja, cuarto, con 10-4.
AGUSTÍN ARIAS.-
Los datos estadísticos hablan por sí solos y vienen a justificar la dolorosa derrota. Empezando por la pérdida del rebote, con un 50 a 37 para los de Sito Alonso, continuando por el número de pérdidas (9 contra 15), pasando el 3/19 desde el 6,75, con un triste 1 de 7 del artillero por excelencia Sasu Salín, el 1/6 de Aaron Doornekamp y el 0/3 de Bruno Fitipaldo. Y, por si fuera poco, ¡6 tiros libres fallados!.
No, el equipo que ha sorprendido a propios y extraños en esta primera vuelta no «se presentó» hoy en el Municipal de Murcia, especialmente en la segunda mitad, lo que los Thad McFadden y compañía supieron aprovechar para sumar un triunfo que les permite ser firme candidato a estar en febrero en Badalona.
De «la quema» solo se salvan dos jugadores, la llamada «pareja perfecta», Marcelinho Huertas y Gio Shermadini. El base se fue hasta los 19 tantos y 6 asistencias, en tanto que el pívot, a pesar de la leña a destajo que recibió, y que los árbitros no quisieron ver, anotó 16 puntos y capturó 8 rebotes.
Los demás hombres utilizados por Txus Vidorreta no tuvieron su día, con un desconocido Sasu Salin, errando triples liberados, al igual que Doornekamp. Tampoco estuvo bien Fitipaldo, ni Fernández, (ambos valorando en negativo)…
Fue, la de hoy, una «autoderrota», pues el Lenovo Tenerife, que supo ganar el primer tiempo, no se mostró nada bien en la faceta defensiva, con un ataque desesperante y fallón.
Dicho todo esto se hace necesario hablar de los árbitros. Cuando se exigía de ellos un control sobre la agresividad del UCAM Murcia resultó que a los que miraron con lupa fue a los canaristas. Fue de juzgado de guardo comprobar cómo castigaban injustamente los intereses canaristas incluso cuando acudían al «replay» para considerar una antideportiva de Guerra.
O las no pitadas en las acciones de Gio en la pintura local, con manos agresivas que pasaron por alto. Tampoco quisieron ver los palos en contactos claros sin balón en juego.
Sin duda una desafortunada actuación de los colegiados, lo que llegó a desquiciar a Txus Vidorreta y sus jugadores.
Y termino con mención a un sector de la afición pimentonera, próxima al banquillo visitante, que se pasó tres pueblos en descalificaciones con los aurinegros. No es, precisamente, una afición ejemplar pues le carece de respeto hacia el rival.
85. UCAM Murcia (13+16+29+27): Bellas (-), Davis (8), Anderson (4), Luther (9) y Pustoyvi (7) -cinco inicial-, Trice (11), Radovic (16), McFadden (13), Sakho (1), Diop (12), Jelínek (3) y Rojas (1).
64. Lenovo Tenerife (18+12+19+15): Jaime Fernández (3), Fitipaldo (4), Cook (4), Doornekamp (5) y Fran Guerra (5) -equipo inicial-, Huertas (19), Salin (5), Diagne (2), Sastre (1), Shermadini (16) y Abromaitis (-).
Árbitros: Juan Carlos García González, Alberto Sánchez Sixto y Esperanza Mendoza Holgado. Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimocuarta jornada de la Liga Endesa de baloncesto disputado en el Palacio de los Deportes de Murcia ante 4.864 espectadores.
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