
«¡SEGUIMOS EN LA PELEA!», titula la web canarista
No pudo ser. La Laguna Tenerife cedió este martes noche en su visita al Valencia Basket (83-69), coincidiendo con el primer asalto de la serie de semifinales de la Liga Endesa, prevista al mejor de cinco encuentros.
WEB CB CANARIAS.-
El equipo aurinegro intentó jugar sus bazas en un partido muy físico y se sobrepuso incluso a un -16 (45-29) para tratar de forzar un epílogo más parejo (53-50), pero le faltó acierto en la recta final ante un rival, el taronja, que no perdonó y puso el 1-0 en la eliminatoria.
Tuvo arrestos y buen hacer el grupo de Txus Vidorreta cuando peor pintaban las cosas camino del descanso y logró llevar por momentos el duelo a su territorio, pero acabó superado por un Valencia Basket que estuvo más intenso y acertado en el último cuarto, exprimiendo al máximo el talento en el uno por uno de Jean Montero.
El pulso nació con los aurinegros muy metidos (0-6, tras sendos triples de Aaron Doornekamp y David Krämer); si bien el grupo de Pedro Martínez no tardó en imponer un ritmo muy alto y en aprovechar los balones interiores a Jaime Pradilla (6/6 sin fallo de inicio), así como las segundas opciones en ataque, para coger las riendas del electrónico (16-13, 21-14).
La salida a pista de Yannis Morin y Thomas Scrubb mejoró prestaciones en el rebote para los tinerfeños, que sin embargo sufrieron para detener a un inspiradísimo Chris Jones (13 puntos solo en el segundo cuarto), lo que, unido a las pérdidas insulares, disparó a los anfitriones en el marcador (45-29, min. 18).
Trató de minimizar daños el conjunto lagunero, que recortó distancias antes de la pausa con los libres de Marcelinho Huertas y un par de triples de un Aaron Doornekamp muy valiente (47-37). Tras el paso por vestuarios, la escuadra lagunera prolongó su reacción y firmó minutos de mucho mérito, circulando el balón con criterio y devolviendo el partido al alambre (53-50).
Los canaristas tuvieron incluso posesión para estrechar aún más el cerco (59-54) y entraron con opciones en el último cuarto: 67-59, tras triple sobre la bocina de Bruno Fitipaldo. Pero ahí dejaron de entrar los tiros liberados, el partido se tornó por momentos espeso para sus intereses y el Valencia no perdonó. La verticalidad de Montero y los errores insulares ampliaron ya la renta local hasta el 83-65 definitivo, un guarismo tal vez engañoso a tenor de lo que lucharon los tinerfeños.
Queda pues ajustar detalles, mejorar los porcentajes de acierto y recuperarse lo mejor posible físicamente para el segundo asalto, programado para dentro de 48 horas en el mismo escenario. ¡Seguimos en la pelea!
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