Triunfo laborioso ante un Lleida descarado y con tres árbitros sin personalidad

Exhibición de Marcelinho Huertas (+30 de valoración), con ¡11 asistencias! y 22 puntos

La SÉPTIMA ya está en la talega. Era el objetivo y se logró ante 4.886 espectadores. Eso sí, no fue tan plácido el partido como hacía presagiar la situación clasificatoria del Lleida.

AGUSTÍN ARIAS.-

Se superó a un incómodo rival por apenas tres puntos (91-88), que tuvo en el veterano Paulí a su jugador más destacado, autor de 26 tantos, 5 rebotes y 6 asistencias, para una valoración de +30.

Victoria merecida ya que los aurinegros fueron siempre mandando en el electrónico, con ventajas ajustadas, eso sí, salvo el +10 (20-10) del minuto 6 de juego, con buenas defensas (por entonces) y viendo grande la cesta rival desde el exterior, con triples aportados por Aaron, Huertas y Kramer, además de un 2+1 de Shermadini.

Pero hay una norma que resulta básica en este deporte y es la intensidad defensiva. Si se aplica solo en momentos, dejando lagunas en otros, el rival se aprovecha para acortar y meterse en el partido.

La defensa canarista no fue esta tarde tan certera como en otras ocasiones. La «pintura» parecía una coladera que el Lleida sabía aprovechar. Afortunadamente esa «bajada de tensión» no fue eterna y, precisamente defendiendo con garra, se logró, cuando el balón más calentaba, impedir que el rival jugase tan cómodo en ataque, impidiendo el acierto exterior y cerrando mejor el rebote. Y esa imagen más acorde con la que ofrecen los aurinegros se vio, por suerte para sus intereses, en la recta final. Primero para lograr ocho puntos de ventaja, lo que fue un «antídoto» ante los últimos ataques, y aciertos, de ellos.

Hay que valorar el +30 que hoy sumó Marcelinho Huertas, haciendo olvidar su mala actuación en Málaga. El base se fue hasta los 22 puntos y repartió ¡11 asistencias!, además de colaborar con 4 rebotes.

También brilló con luz propia y fue clave en algunos momentos complicados, David Krärmer, que aportó 20 puntos, además de firmar varios y decisivos robos que culminó con auténticos «matazos».

En el interior volvió a destacar Fran Guerra, que rozó el doble-doble con sus 14 puntos y 8 capturas.

Bien Shermadini, regular Fitipaldo y Doornekamp.

Mal Tim Abromaitis (un cero en valoración) Thomas Scrubb y Sastre.

Las «otras cositas» del partido

Dicho esto, que resume lo acontecido en los 40 minutos, se hace necesario destacar algunos aspectos:

El más preocupante, y alarmante, es el haber comprobado el bajísimo nivel de concentración que supieron en escena la tripleta arbitral formada por Javier Torres, Francisco Araña y Roberto Lucas.

Además, se dejaron en la caseta la personalidad pues, de haberla llevado puesta, al entrenador del Lleida le hubiesen mandado a seguir el camino de Txus Vidorreta. Sí, le señalaron una técnica a Gerard Encuentra, pero después, con sus desplantes con despliegue de manos y largos paseos por su banda, no se atrevieron a descalificarle. Y vamos que se merecía la segunda técnica.

Por si fuera poco esta carencia de valores, se equivocaron en buen número de decisiones. Como la que originó la descalificación de Vidorreta. Hay un «barrido» local, totalmente legal, que los «trencillas» consideran ilegal. El banquillo solicita el «Instant Replay». Mientras los árbitros miran la tele, el entrenador rival envía a su jugador Rafa Villar a «meterse» en el corrillo canarista para «escuchar» lo que Txus les cuenta a su quinteto. El técnico vasco se percata del tema y arremete protesta. Le cae la primera técnica. De inmediato se dirige con la mirada a su «colega» de profesión, hay más palabras y le cae la segunda, siendo descalificado.

Lo curioso de esta historieta es que el mismísimo jugador, Fran Villar, indicó al banquillo local que «yo soy un mandado», dejando bien claro que este detalle poco elegante y nada deportivo salió de un coach recién llegado a la ACB y que demuestra ser incapaz de respetar a los demás. Como si para intentar ganar todo fuese válido.

LA CRÓNICA

91 – La Laguna Tenerife (27+23+21+20). Huertas (22), Scrubb (4), Sastre (-), Doornekamp (7), Guerra (14) âinicial-, Fitipaldo (8), Shermadini (13), Costas (-), Diop (-), Kramer (20) y Abromaitis (3).

88 – Hiopos Lleida (25+21+18+24): Villar (7), Pauli (26), Bozic (5), Madsen (10), Hasbrouck (14) âinicial-, Walden (10), Bropleh (3), Muric (4), Cooke (6), Oriola (3).

Árbitros: Torres, Araña y Lucas. Señalaron técnica al entrenador del Hipos Lleida, Gerard Encuentra (min.16) y descalificaron al entrenador del La Laguna Tenerife, Txus Vidorreta (min. 29). Eliminaron por faltas a Bropleh (min.39).

Incidencias: Partido disputado en el pabellón de los Deportes Santiago Martín, ante 4.886 aficionados, entre ellos unos cuarenta seguidores del Lleida. El encuentro empezó con 20 minutos de retraso por romperse una de las canastas. Recogida de alimentos no perecederos que encontró la genial respuesta de aficionados y empresas colaboradoras del CB Canarias.

Nueva victoria de La Laguna Tenerife, esta vez con mucho sufrimiento ante el Hiopos Lleida (91-88) que plantó cara hasta el final y a punto estuvo de darle la vuelta al choque. Marcelinho Huertas, una vez más, no se escondió en los momentos calientes del partido y su templanza y acierto llevaron a su equipo a liderar esos minutos calientes del final. Pero el Hiopos Lleida demostró su potencial, aunque se quedó sin fuerzas en el momento clave del encuentro con falta de acierto y perdiendo el control del rebote cuando más lo necesitaba.

Fue una intensa primera mitad entre dos equipos que salieron dispuestos a todo. Los tinerfeños empezaron más entonados y encontraron posiciones claras para tirar y anotar, tanto desde dentro como desde fuera. A Hiopos Lleida le costó más en este inicio de partido. 17-8 tras un triple de Kramer y parecía que el Tenerife empezaba a tomar muy pronto el camino hacia el triunfo.

El Lleida contó con el respaldo en la grada de unos cuarenta aficionados

Pero no fue así. Tras un tiempo muerto de Gerard Encuentra el Lleida salió con una defensa mucho más ajustada y se aprovechó de los huecos dejados por los locales en defensa. Los visitantes encontraron en el interior sus opciones de poder anotar y así lo hicieron. La defensa tan abierta de los locales hizo que dentro el Lleida campara a sus anchas y cuando se cerró el Tenerife, anotaron desde fuera.

Un aficionado en la cola de acceso al Pabellón portando una bolsa de alimentos

En los últimos tres minutos del primer cuarto cambió el partido. Triple de Paulí (20-14, min.7) y otro de Walden (20-17) y ya el Lleida estaba en el partido, una igualdad que lograron llevarla hasta el final del acto inicial. En el segundo ninguno de los dos equipos logró tomar el control del choque. El Tenerife seguía fiel a su juego, mientras que su rival encontró la vía de anotación más fácil y la velocidad que imprimió siempre Oriol Paulí. Diferencias mínimas y 50-46 al descanso.

La misma tónica se vio en el tercer cuarto. Los tinerfeños intentaron “romper” el choque lo antes posible, pero la defensa zonal en tres cuartos de cancha del Lleida impedía que el Tenerife jugara con comodidad. Apareció Kramer en acciones puntuales y fruto de ello su equipo alcanzó la máxima diferencia hasta el momento (61-54, min. 26). Tiempo muerto visitante, ajuste defensivo y con Paulí como líder, otra vez igualaron el partido los visitantes.

Aunque el Tenerife seguía dominando el marcador, no tenía tan fácil la victoria. Avanzaban los minutos y no lograba acumular una diferencia importante. El rival en cambio, sin nada que perder, seguía haciendo daño con Paulí, Madsen y Hasborouck y logró llegar al final del tercer cuarto con un 71-64 y con Txus Vidorreta fuera del banco al recibir una descalificante. Se marchó señalando, muy enfadado, al entrenador del equipo rival. Los últimos diez minutos fueron para el Tenerife que, bajo la dirección de Huertas, el apoyo de Shermadini y las acciones de Kramer lograron mantener las diferencias y terminar ganando el choque.

1 Comentario
  • Antonio del Castillo
    Publicado el 09:26h, 08 diciembre Responder

    Lo de los árbitros ayer fue de traca. El instante replay les dejó colorado, lo wue evidenciaba sus errores. Lo de no atreverse a ser tan «valientes» con el entrenador visitante como lo fueron con Txus es otra prueba de su pobreza arbitral. Si sus decisiones son analizadas por ACB serán amonestado.

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