
Un entrenamiento con 560 invitados AURINEGROS
El Pabellón Insular Santiago Martín vivió en la mañana de hoy uno de esos momentos especiales que la afición agradece. El detallazo del Club, como ha sucedido el las últimas pretemporadas, de abrir las puertas para que la AFICIÓN fuera participe de una sesión de trabajo de LA LAGUNA TENERIFE.
AGUSTÍN ARIAS.-
A las 11:00 horas se abrieron las puertas 3 y 4 del recinto deportivo. Los aficionados, con mayoría presencia de niños/as y jóvenes, así como mayores, fueron accediendo a la grada azul situado frente a los banquillos.
Las cuatro zonas, con capacidad cada una para 140 personas, se llenaron al instante, lo que elevaba a 560 el número de aficionados presentes en el Santiago Martín.
La sesión, dirigida esta vez por el segundo entrenador aurinegro, Juan Gatti (asuntos familiares impidieron la presencia de Txus Vidorreta), acompañado por Nacho Yáñez, Xisco Sanz y Juanki Rivero, comenzó con acciones individuales de tiro tras finta, dirigidas a los jugadores del perímetro, léase Bruno Fitipaldo, Lluis Costa, Jaime Fernández y Wesley Van Beck.
A las 11:30 horas, en punto, Gatti reunió a los jugadores en el círculo central, ante la ovación de la grada, para señalar el plan de trabajo, especial en esta ocasión por la presencia de aficionados y medios de comunicación.
Faltaron a la cita los internacionales Gio Shermadini y Rokas Giedraitis, quien están de descanso tras la participación en el Eurobasket.
Estuvieron, tuvieron protagonismo, pero no se ejercitaron con sus compañeros el pívot Fran Guerra y el base Marcelinho Huertas.
Y decimos que tuvieron «sus minutos de gloria» ya que se les invitó a arbitrar el último de los cuatro cuartos, sacando las sonrisas de los espectadores cuando señalaban faltas. El público interactuó cuando Marce no señaló una personal y le cantaron «Árbitro culé, árbitro culé…»
Otra anécdota simpática fue al pitar una antideportiva y pedirle el defensor que mirara el «instant replay», Nacho Yáñez le acercó su portátil y Huertas, tras «mirar nada», la dio por buena, concediendo dos tiros y banda, ante el aplauso de la grada.
No contento con esto, el base brasileño se acercó a la grada y dijo: «Tenéis que animar más a los de amarillo, que van perdiendo».
Los comentarios entre los asistentes resultaban positivos, consecuencia de la alta efectividad en los tiros desde el 6,75, con especial protagonismo de Fitipaldo, Fernández y Van Beck; además de los mates espectaculares de un Kosta Kostadinov que mejora con el paso de los días.
También se premió el quehacer defensivo de Héctor Alderete, al igual que el pundonor de un chaval llamado Aaron Doornekamp, quien su pasaporte pondrá poner 39 años y 9 meses, pero que en su trabajo es un jugador de 25 años con ganas de comerse la cancha.
Tras casi una hora y cuarto de trabajo el segundo jefe ordenó la conclusión, posando el grupo con la afición detrás.
Y, de inmediato, ¡sorpresa! se autoriza a los niños/as y jóvenes a pisar la pista y estar con los jugadores, a los que pidieron autógrafos y sacaron fotografías. Algunos mayores, incluso históricos desde el Luther King, no perdieron la ocasión de saltar a la cancha y hablar con los profesionales.
LA FIESTA AURINEGRA EN LA CÁMARA DE EMILIO COBOS
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