España gana confianza en su juego antes de la ‘final’ del domingo

La mejor cifra del partido son los 55 puntos anotados de Canadá, un equipo con gran talento ofensivo. España ha construido la victoria desde la defensa (gran labor de Vilaró y Casas), para aprovechar el talento de Gustafson en ataque, la velocidad de Queralt y la determinación de Ouviña en los minutos finales. Una victoria que dota de confianza tras la derrota ante Japón y que demuestra que ese es el camino para estar en los Juegos de París.

Necesita España un buen inicio de partido para no generar dudas en las jugadoras… y así fue. Y lo hizo con sus señas de identidad: una defensa agresiva, recuperaciones de balón y contraataques rápidos para poner el 0-11 en el marcador. Víctor Lapeña paró el partido con un tiempo muerto y Canadá empezó a jugar más ordenado y sin errores en los dos contra uno que planteaba Miguel Méndez. El partido se igualaba tras un 2+1 de Kayla Alexander (9-11) y ahora era España el que pedía el tiempo muerto. El primer cuarto terminaba con 5 puntos consecutivos de Gustafson para poner el 12-16.

El partido mantenía los cánones occidentales con mucho físico en la pintura y con ataques más largos. España se sentía más cómoda y Vilaró anulaba el talento de Bridget Carleton, la gran anotadora canadiense. Los porcentajes no eran buenos en ninguno de los dos equipos, pero el cansancio parecían notarlo más el quinteto inicial americano, que había rotado menos en el partido anterior. Dos tiros libres de Carrera superaban los 10 puntos de ventaja (18-30, min 16) y España creaba desde la defensa para irse al descanso con un tranquilizante 25-36.

El partido iba a rachas, y llegó la reacción canadiense tras el descanso. Un 9-0 ponía el 34-36 con Kayla Alexander haciendo daño en la pintura. España no conseguía atacar llegando y en el 5×5 nadie encontraba el aro con facilidad. Gustafson volvía a la cancha, pero Canadá seguía apretando desde la defensa para conseguir su máxima ventaja (48-43) al final del tercer cuarto. Una canasta de Cazorla ponía el 48-45 en el peor cuarto de las españolas tanto en ataque como en defensa.

El último cuarto comenzaba con el duelo anotador entre Alexander y Gustafson, con Queralt Casas como el factor X en los dos lados del campo. Eso sí, el rebote ofensivo hacía daño y el partido se igualaba (53-53) con cinco minutos por jugar. Carleton anotaba su primera canasta en juego (llevaba tres tiros libres) pero cinco puntos consecutivos (triple de Cazorla y entrada de Ouviña) devolvían el mando a las de Miguel Méndez. La base zaragozana se convirtió en la jugadora decisiva en los últimos minutos, con los dos equipos cometiendo errores en ataque.

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