Domingo Perdigón, un deportista discapacitado con la cabeza muy bien amueblada

Es jugador del ADEIN TENERIFE FUNDACIÓN CB CANARIAS y, hace un llamamiento a las familias con hijos/as con discapacidad para que les aconsejen lo positivo que es para ellos hacer deporte

Entrevista en la página oficial del Club de Baloncesto en Silla de Ruedas

Domingo Perdigón lleva más de diez años en el baloncesto adaptado. Está convencido de que la presente temporada será tan buena o más para el ADEIN como lo fue la pasada. Pide más instalaciones deportivas adaptadas para la isla y seguir expandiendo el mensaje de los beneficios de la actividad física para las personas con discapacidad, no solo porque mejora la salud sino también porque favorece la integración social, haciéndolas menos dependientes de sus familias.

¿Cuándo te iniciaste en el baloncesto de silla de ruedas?

“Soy lesionado medular y un día, durante una revisión en Toledo, un compañero me dijo que en Tenerife existía un club que se llamaba ADEMI. Esta persona que digo era jugador de un equipo de Almería. Cuando él vino a la isla a disputar un partido me acerqué a saludarle y ese día me presentó a la gente del ADEMI. A partir de ese momento me sumé al proyecto, antes al otro club y luego ya en el ADEIN. Llevo en esto más de diez años”.

¿Cómo ves la marcha del equipo esta temporada?

“El equipo ya se reforzó el año pasado y este año incluso más. Se está haciendo una buena liga y ahí están los resultados: hasta la fecha una sola derrota”.

A título individual, ¿cómo está siendo la liga?

“Estamos hablando de una competición donde mandan los resultados. Se trata de jugar y ganar. Por mi edad y por mi discapacidad, también por mi forma de ver las cosas, no soy un jugador del cinco inicial. Salen de entrada los mejores. En la plantilla tenemos jugadores más jóvenes, que pueden dar más de sí. Por tanto, el entrenador acude a esas personas”.

Hasta la fecha, una sola derrota. ¿Está siendo la temporada mejor que la anterior?

“El año pasado acabamos bastante arriba en la clasificación. Este año, si todo va como debe, lo normal sería estar arriba también. Deberíamos acabar el campeonato entre los tres primeros”.

¿Es ése el objetivo para la campaña?

“Se está trabajando para ello. Se entrena toda la semana y se juega los sábados para alcanzar esa meta. Son muchas horas de entrenamiento, además del trabajo que cada uno de nosotros hace individualmente”.

Tras un inicio de liga con algunos parones, a partir del 18 de enero se va a jugar de forma continuada durante dos meses. ¿Cómo crees que llega el equipo a esta fase decisiva del campeonato?

“Si volvemos a lo que fue la liga pasada, lo cierto es que resultó bastante reñida pero con buenos resultados para nosotros. Teniendo en cuenta ese precedente, creo que este año será parecido. La diferencia es que ahora tendremos más partidos de forma consecutiva, de ahí la importancia de no sufrir lesiones en esa fase decisiva. Debemos hacer las cosas con cabeza”.

¿Qué rival te ha gustado más esta liga?

“Sin lugar a duda, el Sureste Gran Canaria. Tiene gente joven y con cabeza. El entrenador y la directiva han hecho los deberes apostado por gente capaz, confeccionando un grupo coherente y eficiente. Sus logros se deben a ese buen trabajo. Debemos darnos cuenta que aunque en un partido se vean diez o quince puntos abajo, son capaces no solo de ponerse a la par, sino incluso de remontar. Es un equipo con mucha soltura y cohesionado. Es un grupo donde no hay individualidades, lo que se ve es un conjunto bastante compacto. Es un equipo que te exige mucho, aunque nosotros le hemos puesto las cosas difíciles. Pero repito, es un equipo que no pierde la calma, que no se va por las ramas. Siempre busca la meta”.

¿Y cuál es el equipo que más te ha sorprendido?

“Igualmente el Sureste. Es un equipo que me llama la atención. ¿Por qué? Porque es compacto, que ha sido capaz de renovarse, fichando jugadores comprometidos con la labor. Aunque no todo me gusta de ellos. Por ejemplo, el año pasado jugaron casi a la perfección, ganaron los ‘play-offs’ y al final se echaron atrás. Jugaron la liga para ganar y renunciaron al ascenso a última hora”.

 

El ADEIN, al margen de su actividad deportiva, tiene una importante labor social, con presencia por toda la isla atendido a invitaciones de clubes, colegios, ayuntamientos, etc. ¿Cómo valoras esta labor?

“Es impresionante. El mundo de la discapacidad es muy amplio. Debemos darnos cuenta que cualquier persona a lo largo de su vida va a sufrir algún tipo de discapacidad. Muchos llegaremos a edades avanzadas y en ese momento es posible sufrir algún tipo de discapacidad. A ello debe sumarse los que nacen discapacitados y los que a largo de la vida, como es mi caso, sufren un percance y se quedan con una discapacidad.

En Tenerife tenemos lugares como el Complejo Santa Cruz Ofra donde las personas con discapacidad podemos venir a hacer deporte, pero en la isla, y fuera de la isla también, vemos que los lugares que hay son insuficientes. Yo vivo en Los Realejos, donde todas las calles tienen pendiente y tenemos pocos sitios para hacer deporte. En el Toscal-Longuera disponemos de un estadio de atletismo, pero el aparcamiento está en una calle muy pendiente, lo que hace que una persona como yo no pueda acceder.
En el norte de la isla tenemos algunos lugares, como un parque en Santa Úrsula junto a la autopista, pero está tan concurrido que muchas veces pasa que los corredores te ‘atropellan’. Esto hace que si quieres hacer deporte tienes que coger el coche y venir hasta el centro de Ofra.

Los ayuntamientos e incluso las asociaciones deberían hacer un esfuerzo para que las personas con discapacidad puedan estar activas si así lo desean. En mi pueblo hay dos asociaciones de personas con discapacidad, pero ninguna apuesta por el deporte, haciéndolo por otro tipo de actividades que a mi no me llenan”.

Mucha gente desconoce que las personas con discapacidad deben hacer alguna actividad física.

“La actividad física en mi caso concreto redunda en mi bienestar tanto físico como social. Cuanto más activo, menos dependiente serás. Al ser menos dependiente tú familia te debe socorrer menos. Por lo tanto, a nivel psicológico o laboral, estoy más activo. En mi caso, al margen del deporte me gusta la agricultura y tengo un pequeño huerto totalmente adaptado.

En resumen, que debemos luchar por contar con más centros para hacer deporte porque ello redunda en el bienestar de las personas con discapacidad”.

¿Qué queda por hacer en el baloncesto adaptado en la isla?

“En el año 2002 estaba trabajando en un centro de enseñanza en el sur de la isla y vino un señor a dar una charla sobre discapacidad. Era un lesionado medular a consecuencia de un accidente de coche. Quiero decir con ello que se lleva muchos años dando charlas en los colegios, pero aún así se necesita un empujón mayor, dándole una mayor visibilidad a este mundo.

A los padres se les debe inculcar que al niño o a la niña no se le debe tener en una ‘urna’. Obrando de esa manera no están haciendo lo mejor para el chico o la chica. Esa persona debe desarrollarse. Ocurre que cuando los padres fallecen, a la persona con discapacidad no les queda más alternativa que acudir a un centro de día.

Yo tengo una discapacidad del 86% y soy bastante independiente. En el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo no me dieron muchas esperanzas, sin embargo mírame hoy: conduzco, voy a cualquier parte, tengo mi familia, hago deporte, soy una persona activa e independiente… Todo esto se debe a mi lucha de años contando con el apoyo de mi familia”.

¿Qué cambios has notado en el baloncesto adaptado desde tus inicios hasta ahora?

“La Fundación CB Canarias ha hecho una gran labor en este club. Nos ha dado estabilidad. Hemos ido profesionalizando el club y gracia a eso se ha ido creciendo. Si seguimos en esa línea, lograremos llegar a la élite, aunque eso podría implicar la salida del equipo de personas como yo porque dejaríamos de dar la talla. Hemos pasado de entrenar dos días a la semana a hacerlo cuatro, con un quinto día para disputar partidos”.

¿Cuál es el secreto del ADEIN para ser una familia?

“Se pasan muchas horas juntos. Los viajes unen bastante. Nos necesitamos los unos a los otros. El material muchas veces se comparte. Todo esto hace que exista un gran compañerismo”.

 

Los viajes son capítulo al margen.

“Queman mucho. Son muchas horas: debes llegar con tiempo al aeropuerto, luego entras el primero al avión, cuando llegas al destino toca coger una guagua o un coche de alquiler… Y después de todo eso toca jugar. Es de quitarse el sombrero. Y no solo son los viajes a la Península, incluso representa un sacrificio enorme viajar a otra isla.

Todo eso es un sacrificio para el jugador, pero también para su familia, pues te vas de casa un sábado a primera hora y no vuelves hasta el domingo por la tarde. Y esto lo hacen personas que en su gran mayoría no cobran un sueldo. Es más, se pierde dinero. Es difícil de asumir”.

¿Se te queda algo en el tintero?

“Pedir a las administraciones más centros para hacer deporte y a las familias que tengan una persona con discapacidad decirles que la animen a hacer deporte. Es más, yo te diría que obligar a esa persona a hacer deporte, ya que ello redunda no solamente en su beneficio, sino en el mundo que le rodea.

Y como club creo que nos falta dejar por escrito todo lo que se hace año a año, con alguna publicación tipo memoria o similar”.

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