Roberto Piña y Juanjo García, dos «SUFRIDORES» con corazón AURINEGRO

En muchas ocasiones he escuchado decir: «No veo los partidos de mi equipo en directo porque me pongo cardíaco». Y un claro ejemplo de esa sensación existe en el entorno del CB Canarias.

AGUSTÍN ARIAS.-

Hay dos auténticos seguidores del baloncesto y, en especial, del CB Canarias. Y a ambos BASKETMANIATENERIFE.ES les invitó a acudir este pasado martes al partido de la Champions League de Lenovo Tenerife con el Rytas de Lithuania.

Eso sí, para convencerlos les tuve que decir que se trataba de un encuentro de claro color aurinegro y que no tenía la menor duda de que la victoria sonreiría a la «fiebre amarilla».

Roberto y Juanjo, ayer en el Santiago Martín

«Está bien, espero que no te equivoques y lo pase mal en la grada», me dijo uno de los invitados, mientras el otro, residente en Jardina (La Laguna), lo tenía más claro: «Voy a ir porque llevamos dos victorias y de perder tendríamos un buen colchón de cara a los partidos de la segunda vuelta de la BCL».

Ellos son Roberto Piña, abonado del CB Canarias «de los de toda la vida», como su mujer Conchi y su hija Tati, y el entrenador Juanjo García, un loco por el basket que afirma abiertamente que «no he sacado el abono esta temporada porque mi corazón tiene un límite», me soltó.

Roberto con su esposa Conchi y sus hijos Alexis y Tati

Roberto fue sometido a un trasplante de hígado en el año 2011. «Pero no es por el trasplante en sí, porque las temporadas anteriores sí que iba. Debe ser por la edad (se ríe) que no me deja pasar nervios. Incluso en casa hago zapping y cuando vamos ganando me quedo viéndolo», me dice este lagunero de la barriada Centurión, en el barrio lagunero de San Juan.

Y una curiosidad, ese día de 2011 que tantas horas pasó en el quirófano un gran amigo de la familia, el jugador canarista Iker Urreizti, se pasó muchas horas en la sala de espera del Hospital. Fue el mismo día que Iker se iba de la Isla tras anunciar su retirada como profesional.

Juanjo, entre Marisol y Beatriz, en la Final Four de Amberes

El caso de Juanjo García es de corazón. Ha tenido ya dos intervenciones delicadas y, como afirma, «lo de coger nervios está de más».

«Claro que me gustaría poder sacar mi abono y sentarme en la grada con mis nietos viendo jugar a nuestro equipo, pero no puedo, de verdad. Me pongo muy nervioso. He optado por estar en casa, esperar a que acabe y, si ganamos, verlo en diferido», me comentó.

De inmediato me saltó una duda. Siendo así, entonces ¿cómo es que viajaste a Amberes para asistir a la Final Four?, la respuesta, lógica, fue inmediata: «Es distinto. Estar ahí siempre es un premio extra. Somos muchos los que vamos a esta final europea y a la Copa del Rey a pasarlo bien con la fiesta que montan las aficiones. Lo siento sin esa presión que sí tengo en los encuentros de la Liga ACB. No puedo evitarlo».

Juanjo junto a «La Bomba» Navarro y Pau Gasol en un Europeo. Siempre lleva las bufandas de España, CB Canarias y CD Tenerife

Ayer lo pasaron bien. Aplaudieron al Lenovo Tenerife, incluso el «entrenador retirado» le mandaba desde la distancia algún que otro consejo a Vidorreta sobre los cambios.

Tati, Roberto y Conchi, con el libro del CB Canarias

Al final, cuando se ganó por 14 puntos al Rytas de Lithuania ambos me dijeron: «Pues tenías razón, ganamos».

Roberto y Juanjo son un claro ejemplo de lo que es el sentimiento aurinegro y el amor al baloncesto. La diferencia con la gran mayoría es que sus corazones no están para vivir partidos con marcadores apretados. Prefieren ver a su Canarias de toda la vida en diferido o mediante el zapping.

Juanjo con el «Chacho»

Ambos tienen ya en sus mesillas de noche «82 años, 82 latidos: Historia del CB Canarias», libro que, faltaría más, lleva la dedicatoria de José Luis Hernández y un servidor.

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