La «Saga de los García» de Tacoronte: El tío ganó al sobrino
El deporte tinerfeño es pródigo en continuar con las aficiones de los padres y abuelos. Niños y niñas que crecen en un ambiente familiar en el que se respira BALONCESTO por todos los rincones de la casa y que hace que la presencia del balón grande sea un referente.
AGUSTÍN ARIAS.-
He tenido la suerte, a lo largo de mis casi 50 años escribiendo del deporte de la canasta, llevar a las páginas de Jornada Deportiva, primero, y después a las de EL DÍA, un montón de estos casos familiares, con aquellos jóvenes hoy convertidos en abuelos, previo paso por ser papás y/o mamás.
Me es complicado citar cada uno de esas historias tan bonitas, pero así, de remente, me viene a la mente al gran Toni Cejas y su hermano Berto Cejas, que llevaban a sus hijos a los partidos del Náutico de División de Honor y que, con el paso de los años, eran ellos quienes iban a las gradas para ver en acción a sus hijos Y siguen acudiendo, pero para estar atento a lo que hacen sus nietos/nietas. Se llaman SAGAS.
Como recuerdo a Ramón Moliné, a su hija Yolanda y ahora a su nieto David. A los Fajardo, de Icod de los Vinos (Francisco, Álvaro y Juan Diego), con el internacional Diego Fajardo, quien vivió este deporte de manera profesional en todos los aspectos.
El caso de Wen Perdomo, quien se empeña, ya en los sesenta, a seguir botando el balón y mirando la canasta. Sus hijos, Pablo y Eduardo, le hacen «tener el corazón partido» cuando llega el derbi de la Liga EBA Ciudad de Tacoronte-Dadarmo Güímar…
La «Saga de los Hernández», con don Antonio Hernández Laverny ejerciendo de presidente del Tenerife Krystal, con su hija Marichu y los chicos Javier y Antonio, el primero siendo integrante de los dos grandes, Náutico y Canarias.
Y hay muchísimos más casos de continuidad de pasión por el BALONCESTO, como son Carlos Menotti y Sergio, su hijo nauta; Yusi García y su hija Inés García Monje (su abuelo es el gran Pancho Monje); Julia Gureva y Dani Domínguez, padres de Nicole; Rubén Rodríguez y Miriam Arteaga con su hija Natacha… Insisto, hay muchísimos ejemplos más.
Dejo para el final a un padre y abuelo, ya fallecido, jugador y directivo que fue del CB Tacoronte, Juan Ramón García. Vio cómo su hijo Juanan fue creciendo en todos los sentidos para ser el ala-pívot o «el cinco» del Tacoronte EBA y del Náutico EBA. Su nieto Adrián, hijo de María y sobrino de Juanan, también heredó la pasión cestista y hoy forma parte del equipo de Liga Sénior del CB Tacoronte.
Tío y sobrino se enfrentaron anoche en partido oficial, con la vieja cancha de Anaga como escenario. En este caso, el tío venció al sobrino, eso sí, por un apretado 88 a 83. Incluso se tuvieron que defender en ambas partes de la cancha.
María no quiso perderse este «enfrentamiento» de la Saga García y seguro que, desde Arriba, también aplaudió cada acción el recordado Juan Ramón, el padre y el abuelo.
francisco angel monje perez
Publicado el 17:06h, 13 eneroQue bonito es vivir con el recuerdo de los momentos inolvidables generados en torno al baloncesto, tanto en las canchas como fuera de ellas, disfrutando de la amistad y camaradería de los participantes, algunos rivales en los juegos pero inquebrantables amigos en todas los momentos de la vida. Gracias amigos!!¡!!!
Silvia Monje Garcia
Publicado el 10:12h, 14 eneroEs maravilloso todo lo que te da el baloncesto y poderlo vivir juntos. De hecho en la familia nuestra otr ahijado Claudia García Monje también juega a baloncesto, ahora mismo en el Náutico en Liga Femenina 2, este año les ha tocado «enfrentrase» a las hermanas. Experiencias que se recuerdan toda la vida.