¡Y Carmelo Cabrera lloró de emoción!

AGUSTÍN ARIAS.-

Jessica Déniz, periodista, dirigió uno de los homenajes más emotivos y bonitos realizados a un mago del balón, el canarista CARMELO CABRERA.

Me hizo disfrutar del baloncesto cuando defendía la camiseta del Real Madrid y de la Selección Española. También cuando su magia estaba acompañada por el espectáculo de Nate Davis en el Fórum Valladolid. Me hizo disfrutar de un periodismo-espectáculo cuando con la elástica del CB Canarias, el de toda la vida, me dio motivos para elogiar el basket vivido en el Luther King, primero, y en el Juan Ríos Tejera, después. Y esta noche, viendo la Televisión Canaria, me emocionó al verle llorar.

En mis 43 años viviendo desde dentro este deporte que nos apasiona he plasmado en las páginas de Jornada Deportiva, de Marca y de la revista Nuevo Basket las genialidades de quien hizo magia con el balón. Cuatro décadas con un final soñado, el de tener muy cerca al más grande base que ha dado el baloncesto español, dicho esto con el respeto que me merece otro canario, el lagunero Sergio «Chacho» Rodríguez, ese también malabarista que fue capaz de alcanzar la NBA al tiempo que conquistó el título de campeón del mundo con España.

Verle entrenar durante siete temporadas, compartir grandes momentos con él en La Laguna y ganarte su amistad es algo que no tiene precio, aunque me apresuro a decir que somos miles los aficionados canaristas que antes y ahora miramos y saludamos al gran base canarión como un miembro más de la familia. Y todo porque el eterno 7 siempre ha sabido ganarse el corazón de todos con su baloncesto y con su sonrisa y bondad.

Una vida marcada por el éxito deportivo que hoy han sabido plasmar en un apasionante y emotivo programa los profesionales que hacen TELECLUB. José Luis Hernández, autor de su biografía. José Manuel Piti, quien retransmitió para Televisión Española decenas de partidos del Canarias de Carmelo Cabrera. José Carlos Hernández Rizo, su entrenador en los gloriosos años ochenta. Juan Antonio Henríquez, su compañero de la infancia en la cancha del Claret. Y Alberto, su mejor amigo, se encargaron de contarnos las maravillas de quien triunfó como deportista y siempre ha brillado como persona. Todo ello salpicado con pincelas de emoción a cargo de su hijo Melo, quien llegó a jugar en Liga EBA, sus compañeros del Real Madrid, Valladolid y Canarias, incluyendo al común amigo Rafael, director de un colegio especial al que acudía con frecuencia Carmelo para jugar con tan especiales alumnos.

Si no has podido ver el programa aquí lo puedes hacer. Si te apasiona el baloncesto y viviste la magia del GLOBETROTTER BLANCO, te emocionarás.

1 Comentario
  • Francisco Leon Arencibia
    Publicado el 12:43h, 27 marzo Responder

    Que crack!!!!…. grande, “melo”!!!

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