Real Betis: Ndoye, la llave desde la personal
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El pívot ha mejorado su porcentaje de acierto desde la personal en la segunda mitad de la liga
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Su efectividad será clave para la permanencia, ya que es el el jugador de la ACB que más tiros libres lanza
PABLO SALVAGO (DIARIO DE SEVILLA)
Muchos técnicos y directores deportivos consideran que para andar con más o menos tranquilidad es vital contar con un base y un pívot que sean referentes. A falta de un director de juego consistente, el Coosur Betis sí tiene ahora en Ndoye un cinco de garantías, a pesar de que le costó arrancar y sigue pagando ser un novato en la Liga Endesa.
El interior promedia en los 26 partidos disputados 11,1 puntos y 5,3 rebotes y en los cinco últimos encuentros no ha bajado de los 10 puntos y cinco capturas. Ha ido de menos a más esta temporada y por sus manos puede pasar la salvación del conjunto verdiblanco, ya que es el jugador que más tiros libres lanza de la liga. El problema es que no es un seguro desde la línea de la personal, aunque el senegalés va mejorando sus números como hicieron años atrás otros jugadores como Tunde (un 23/50 en los 35 partidos de la 2018-19) o Anosike (52/107 para un 48,6% de acierto en el ejercicio 2017-18).
Ndoye mejora de largo a ambos (también a Izundu, que la campaña pasada firmó un 11/19 con un 57,9%) con su 64,1% (100/156) de efectividad, si bien sus números mejoran en los 13 últimos choques respecto a los 13 primeros. En lo que va de campeonato ya ha ido 156 veces a la línea de los 4,60 metros (más que su tope en una temporada, que fue en la 2017-18 con el Bourg en Bresse con 152 en 33 partidos), cinco veces más que Melo Trimble y 11 que Shermadini, su rival este sábado (20:45). Pero el interior acumula peor porcentaje, ya que su 64,1% de efectividad está lejos del 89% del georgiano.
Por eso, en las diez jornadas que restan su acierto desde el tiro libre será vital en la lucha por la permanencia de un Coosur Betis que necesita la puntería de su pívot para agarrar la salvación en la ACB. Ya ante el Joventut, el pasado domingo, logró un prometedor 7/7 y en las últimas cinco citas firma un 34/45, un esperanzador 75,5%.
La comparativa para valorar su evolución puede ir más atrás. Si en los 13 primeros choques del curso acumuló un 39/63 (61,9%), promediando tres lanzamientos anotados de 4,8 por encuentro, en los 13 siguientes elevó su acierto hasta el 65,5%, pero lanzando y anotando mucho más con un 61/93, esto es una media de 4,7 tiros libres anotados de los 7,1 lanzados.
Será importante que siga manteniendo esa evolución, ya que es el segundo jugador de la ACB que más faltas recibe (143), también entre Trimble (155) y Shermadini (134). Muchas de ellas, además, vienen desde la pelea por el rebote ofensivo, estadística en la que es el noveno de la liga con 57 capturas, 34 de las cuales las logró en las 13 últimas jornadas (ocho ante el Real Madrid).
Ndoye es consciente de ello y trabaja habitualmente en esa faceta tras los entrenamientos, pero también durante los mismos, pues Joan Plaza para a menudo las sesiones de trabajo colectivo e intercala tiro obligatorio para que sus jugadores se centren en distintas acciones, ya sea desde el triple o desde la personal. Al contrario de lo que pasó con Tunde (18/32, un 56,3% esta campaña con el Andorra) o Anosike, que sí hicieron un trabajo específico para mejorar su porcentaje, Ndoye ha mejorado desde el trabajo voluntario, incluso cuando la plantilla tiene las tardes o las mañanas libres.
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