«Calamitoso», por Fernando Villamandos

SECCIÓN: DESDE LA PRIMERA FILA

TÍTULO: «CALAMITOSO»

AUTOR: FERNANDO VILLAMANDOS

«El partido de hoy nos ha dejado tantas sensaciones que son muy difíciles de enumerarlas porque son cosas tan insignificantes por si solas que parecen auténticas alucinaciones. Pero me van a permitir que diga que el conjunto de ellas propició la derrota del Canarias.

La primera de las sensaciones ya no deja de ser un habito en el Canarias. Y no es otro que empezar muy blandos en defensa. Y mira que el Canarias es de los equipos que defiende bien, pero le está costando arrancar, y así regala prácticamente el primer cuarto. Veíamos como el Juventut jugaba cómodamente tanto en defensa como en ataque y terminaba por encima en el marcador. Parecía que el Canarias dejaba pasar el tiempo como si diera a entender que esto lo arreglamos a la primera, ¡no se preocupen ustedes!

El segundo cuarto estuvo peleado por los dos equipos. La igualdad fue total. Y con algunas protestas por parte local en muchos lances del partido, enfureciendo al público. Aun así, se va por delante en el marcador al marcharse al descanso.

La otra sensación es la forma tan “sublime” del arbitraje. Mira que estamos acostumbrados a que se miren las faltas en repetición, pero esta noche no fueron capaces de ver ni una sola ante tantas protestas del público. Estaban muy seguros de lo que hacían. Yo no digo que por el “fervor” de ver a su equipo por delante el público se pasara un poco, pero no lo vieron así los árbitros.

El Canarias al querer apretar en defensa, se cargaba muy rápidamente de faltas personales, pero se da la casualidad que en los tres últimos cuartos pasaba esto, y así dejaban maniatado a los laguneros. Y ahí está lo sublime del arbitraje porque si cuentas el número de faltas de un equipo y otro tiene el Juventut una más. Se permitió al Juventut defender con “muchas manos” y mucho contacto, llegando a desquiciar al equipo local sin saber cómo atacar, lo hacían con más corazón que sentido. Y así terminó el partido con un equipo roto, con un equipo “clavado” e impotente terminando de hacer el partido más calamitoso que le hemos visto hacer al Canarias.

A todo esto, tenemos que sumar los tiros precipitados que se hicieron a lo largo del partido sin saber parar el juego y actuar con sentido para poder tener alguna opción de ganar. No hubo claridad ni siquiera desde el banquillo. Hoy estaba todo en contra.

Pero tenemos que arrimarles la culpa a los árbitros de todo esto. Se les abucheó en la primera parte, se les abucheó al descanso. Se les volvió a abuchear en el segundo tiempo de una manera brutal y se les abuchea al final de partido abandonando la cancha de una manera precipitada. No digo que lo hagan a conciencia, pero muy tranquilos no estarían.

Es muy difícil después de esto decir la despedida que siempre empleo, pero solo con espíritu deportivo les digo DISFRUTEN DEL BALONCESTO.

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