Los problemas económicos amenazan al Tenerife Clarinos

El Tenerife Clarinos sigue inmerso en un auténtico contratiempo, el de no recibir las aportaciones prometidas por las «autoridades competentes», circunstancia que afecta al pago regular a sus profesionales.

Cuando Claudio García del Castillo tomó la decisión de llegar al acuerdo con el Campus Promete riojano para recuperar la plaza perdida en la Liga Femenina Endesa fue debido en buena parte a las promesas recibidas de la clase política. Unas ayudas y subvenciones que se retrasan en demasía, lo que provoca el nerviosismo en algunas jugadoras.

Como el acontecido en pasado viernes en los momentos previos al encuentro de las de morado con el Araski (61-62).

La jugadora Kai Afi James, nacida en Jamaica y que llegó al club lagunero tras su paso por el SPAR Gran Canaria, tuvo una conversación telefónica con una persona, argumentando el impago de una cantidad y que, por ello, se negaba a jugar.

La frase que se le escuchó en una parte del Santiago Martín fue esta: «la única forma de que considere mi decisión es que me paguen ahora mismo los 2.000 (dolares o euros) que me deben».

A escasos 15 minutos para el inicio del encuentro la jugadora saltó a la pista para empezar el calentamiento.

Son situaciones nada agradables para un club profesional y que hacen pensar que si solo se reciben ingresos por parte de las instituciones y el sector empresarial no tiene interés en patrocinios lo mejor sería, para no endeudarse, dar un paso al costado y entregar el club a la FEB. Eso sí, este camino llevaría a perder el aval presentando en el momento de la inscripción del equipo en la categoría.

La pena es comprobar que el CB Clarinos tiene detrás su cadena de filiales.

Habrá que esperar acontecimientos.