El ascenso a LA ACB se decidirá el domingo en Granada

Habrá tercer partido en Granada tras la victoria del Río Breogán en su feudo ante un Covirán Granada que no pudo con el alto ritmo de juego impuesto por los locales en una noche en la que el factor ambiental resultó determinante para sus intereses. Así, los de casa salvaban el match-ball para regresar a Granada.

Un alto ritmo de juego ante un sensacional Bropleh (24-19)

El Río Breogán fue otro totalmente diferente desde el mismo salto inicial y el Covirán Granada lo sufrió. Porque los lucenses mostraron una cara muy diferente durante los primeros minutos para recordar a su rival que, ganar en el Pazo no iba a ser ni mucho menos una misión sencilla. De ello se encargó el Kevin Larsen de las grandes ocasiones, con un juego muy físico, puntos y, sobre todo, intimidación defensiva. De este modo, los locales comenzaron a exhibir virtudes de cara al triunfo ante un Covirán al que le costaba imponer su juego, pero que encontró a su principal salvavidas en la figura de Thomas Brople. Porque, un 3+1 del liberiano, abrió la lata de los andaluces de la mano de un jugador que asumió la totalidad de los tiros. Su acierto y la entrada en pista de Christian Díaz para compartir la dirección con Lluis Costa, pareció aportar algo de oxígeno a un Covirán que lograba así la primera inversión en el electrónico (13-14). Era el primer momento importante de la noche y el Río Breogán no se arrugó, volviendo a cargar el juego interior y sorprendiendo con un triple final de Mateo Díaz con el que recuperar las rentas sobre la bocina (24-19).

El acierto se reduce mientras crece la tensión (15-22)

Habían mostrado ambos equipos sus cartas durante los primeros compases y el partido comenzaba a apuntar al mismo nivel de dureza que el vivido en Granada. Eso sí, en esta ocasión con muchos más puntos ante el empuje de unos ataques que acortaban las posesiones haciendo saltar por los aires cualquier defensa. Los de Pablo Pin trataban de contrarrestar esta situación atacando las líneas de pase tratando de cortar ese ritmo frenético aunque, una vez más, los de casa respondían con solvencia (28-25). Especialmente desde el juego interior, donde los balones llegaban una y otra vez para que Iván Cruz y Levin Larsen fueran el contrapunto perfecto al acierto de un Christian Díaz que mantenía la nave nazarí (33-30). Eso sí, con un alto coste de cara a lo que restaba por jugarse ya que los visitantes comenzaban a cargarse de faltas en un marcador que el Covirán logró igualar tras una técnica sobre Sergi Quintela después de una antideportiva sobre Erik (36-36). El partido se calentaba por momentos y, a su vez, ganaba en emoción, con dos equipos dispuestos a llevarse un triunfo que, al descanso parecía tomar color nazarí (39-41).

Los hermanos Quintela imponen un nuevo ritmo (22-17)

Necesitaba el Río Breogán un soplo de aire fresco con el que recuperar las sensaciones del inicio de partido y este llegó con su paso por vestuarios. Unos minutos en los que la arenga de Diego Epifanio pareció motivar a sus jugadores y, en especial, a dos de los de casa, unos hermanos Quintela que se convertían en protagonistas de un parcial de 12-2 en apenas 4 minutos con el que obligaron a Pablo Pin a parar el partido (51-43). Y no era para menos ya que los de casa se movían en diferencias máximas ante un rival negado de cara al aro en la reanudación. Porque, con los lucenses subiendo las líneas de pase, Covirán Granada tuvo serios problemas para llegar al aro de su rival. Le tocó al equipo de Pablo Pin un nuevo trabajo de pico y pala con el que tratar de reconducir de nuevo el choque, pero cada intento, chocaba con una respuesta lucense (53-52). Las más «dolorosas», las protagonizadas por Kazinas con un triple desde la esquina y por Israel Gutiérrez con un 2+1 que mantenía a los suyos por delante (61-58).

La puntilla al choque llegó en un final agónico (20-20)

Y poco cambiaron las cosas ya en el último cuarto donde el Río Breogán regresó a pista dispuesto a demostrar sus ganas de ganas el partido. Primero con un nuevo triple de Sergi Quintela y, después con otro de Salva Arco. Los de Diego Epifanio se sentían cómodos, la afición rugía y el palmero del luchador Iván Cruz ponía el +10  (70-60). Tenía que tirar de nuevo Pablo Pin de tiempo muerto aunque la principal preocupación comenzaba a estar en las gradas porque el Pazo apretaba y de qué manera para complicar las opciones de un Covirán que comenzaba a intuir el tercer partido de la serie (74-62). Y eso que Christian Díaz puso todo de su parte para que no fuera así. Pero el acierto final del Breogán, especialmente desde el 4,60, sacaba el billete lucense para poder regresar a Granada (81-78).

J.1: Covirán Granada vs Río Breogán (67-53 / 1-0)
J.2: Río Breogán vs Covirán Granada (81-78) / 1-1)
J.3: Domingo 20 – 19:00h (Granada) *