35 años sin la MAGIA de Carmelo Cabrera
Nos recuerda BaloncestodeAyer y DeporteVintage que ayer, día 23 de abril de 2023, se cumplió 35 años de la retirada oficial del baloncesto profesional del jugador canario con más MAGIA, don Carmelo Cabrera
Recordamos que fue en el Juan Ríos Tejera, con José Carlos Hernández Rizo de entrenador del CajaCanarias, y ante el CAI Zaragoza.
Fue emocionante ver al pabellón en pie dedicando una cerrada ovación al base del Real Madrid, Miñón Valladolid, Selección Española y CajaCanarias, el «eterno 7».
Buenos días, 35 años de la despedida de un JUGÓN #LeyendasFIBA pic.twitter.com/WBPnktmvvv
— BaloncestodeAyer y DeporteVintage (@DeporteVintage) April 24, 2023
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El periodista lagunero José Luis Hernández, autor del libro «Carmelo Cabrera, el globetrotters blanco», publicó esto de su última participación en la Liga ACB:
CajaCanarias-Cai Zaragoza, su último partido
El enfrentamiento entre maños y canarios se convirtió, de forma espontánea, en un homenaje sincero y cariñoso hacia el baloncestista. En Zaragoza, el equipo local había sido muy superior al canarista (104-90) e igualar la eliminatoria en La Laguna, para luego volver a la capital aragonesa y disputar un hipotético tercer partido se hacía muy cuesta arriba, aunque los aurinegros lo intentaron hasta el último minuto.
En la noche de Carmelo ‘Mago’ Cabrera lo mejor fue la afición. El Canarias volvió a perder, esta vez por 92-108, en un partido con claro color visitante, y aunque el Cajacanarias solo pudo parar a los rojillos durante los diez primeros minutos de juego, estos empezaron a despegarse en el marcador llegando a señalar el electrónico una ventaja foránea por 20 puntos, el protagonismo estaba lejos del marcador. Eso era lo de menos. Curiosamente, los aficionados del Club Baloncesto Canarias decían adiós a la temporada 1987-88 con alegría por los logros deportivos obtenidos, los mejores hasta aquellos momentos en la historia de la entidad baloncestista lagunera, pero con la gran tristeza de tener que despedir al referente, al líder, al guía espiritual del equipo e ídolo de varias generaciones.
Los últimos siete minutos, el número mágico de Cabrera, de aquel encuentro fueron inolvidables. Con veinte puntos abajo, los aficionados aurinegros no dejaban de corear sus famosas canciones y consignas a favor de los laguneros y del propio jugador. Era su forma de dar las gracias al equipo por todo, por la consecución de la sexta plaza en la Liga ACB y la clasificación para la siguiente edición de la extinta Copa Korac, pero también era una manera de dar las gracias a Carmelo por todo lo aportó al conjunto lagunero durante siete campañas.
Faltaba algo más de un minuto para finalizar el partido cuando Hernández Rizo, tras autorizar a Cabrera a lanzar un gancho desde más allá de la línea de 6,25 decidió sustituirle. Estaba previsto. José Carlos quería que el adiós de Carmelo fuese algo especial, y vamos si lo consiguió.
Con todos los espectadores puestos en pie y al grito unánime de ‘maestro, maestro, maestro’ el número 7 canarista dijo adiós a sus incondicionales. En ese momento, los colegiados Fernández y Fajardo pararon el partido, algo inusual en aquella época, y todos los jugadores de ambos conjuntos se acercaron para despedir al base canarista. La emoción era incontenible y las lágrimas brotaban.
Una vez concluido el partido, Carmelo volvió a salir al centro de la cancha y la emoción ya fue incontenible. Carmelo subió a la grada y regaló su última camiseta a la Peña San Benito para luego empezar un lento peregrinar, dando la vuelta completa al recinto deportivo de San Benito, para estrechar las manos y dar besos a sus seguidores. Fue, sin duda alguna, la noche de Carmelo Cabrera. Sin él, ya el baloncesto nunca volvió a ser lo mismo.
«Todo se lo debo al baloncesto», declaró Cabrera nada más terminar el partido. Dos décadas de baloncesto decían adiós. La fantasía, el espectáculo y la magia acaban de perder a su padre espiritual. De ello han pasado 35 años. Parece que fue ayer.
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