Ángel Recuenco, adiós a ¡43 temporadas! en la élite del arbitraje español

AGUSTÍN ARIAS.-

Nació en La Palma y lleva tanto tiempo afincado en Tenerife que posee la «doble nacionalidad». Hablo del árbitro Ángel Recuenco.

Llegó al arbitraje en la década de los setenta, ascendiendo a la máxima categoría del baloncesto español en 1978, cinco años antes de la creación de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB).

Nadie le regaló nada. Todo se lo ganó a pulso, asumiendo con tremenda ilusión su faceta de impartir justicia sobre una cancha de juego.

Como colegiado de la élite alcanzó la internacionalidad, dirigiendo en distintas competiciones organizadas por FIBA Europa. Su debut lejos de la liga española sucedió en 1989. 

Recuerdo con nostalgia el año 1991, cuando los canarios nos sentimos orgullosos de ver a Recuenco pitar la final de la Universiada, celebrada en Sheffield (Reino Unido).

En la élite se mantiene hasta la temporada 1994-95, cuando se retira con 40 años por motivos familiares y profesionales, cumpliendo su 17ª temporada en la máxima categoría del básquet español (siete como internacional). 

Pero lejos de alejarse de las canchas, Ángel aceptó el continuar perteneciendo al mundo arbitral como comisario de mesa en los partidos de la ACB en Canarias, trabajo que hizo primero con los partidos locales del Gran Canaria y tras el ascenso del CB Canarias también en el Santiago Martín.

Cinco nombres propios del arbitraje español: Mateo Ramos, Ángel Recuenco, Chuchi Arencibia, Víctor Más y Vicente Sanchís.

También fue invitado a ejercer este trabajo en la competición FIBA de reciente creación, la Basketball Champions League, cargo que seguirá ostentando en esta próxima 21/22 con los partidos del Lenovo Tenerife.

El grupo ENTRE PITOS Y ACTAS mantiene a los árbitros y auxiliares de mesa en permanente contacto

Su adiós al arbitraje español como comisario ACB se produce este mismo verano, una decisión que nos coge de sorpresa pues, como hemos dicho, sí seguirá en la FIBA. La seriedad, rigurosidad y respeto de Ángel Recuenco es tan notable que al preguntarle los motivos nos deja un «han sido 43 intensas y bonitas temporadas; es lo que importa».

Atrás deja la friolera de ¡43 temporadas! sintiendo la pasión del arbitraje y del baloncesto, primero como colegiado activo y posteriormente junto a los oficiales de mesa, como comisario ACB.

Distinguidos por la FIBT. De izquierda a derecha: Recuenco, Hernández Cruz, Arencibia, Hernández Cabrera y Eusebio Trujillo

En reconocimiento a esas más de cuatro décadas en el arbitraje español va este reportaje firmado por mi buen amigo palmero JJ Rodríguez-Lewis publicado en «EL BISTURÍ», en febrero de 2014:

ÁNGEL RECUENCO, OTRO ILUSTRE DEL ARBITRAJE PALMERO

Ángel Miguel Recuenco Rodríguez, aunque nació en Santa Cruz de Tenerife en 1954, es palmero de San Andrés y Sauces, de ascendencia y de crianza. El saucero llegó un tanto tarde al arbitraje, porque ya había cumplido los 18 años. La realidad es que lo hacía «rebotado» de jugador, tras lesionarse en un partido de la Competición de Verano palmera, cuando jugaba con el histórico Laguna Sauces, que dirigía Heriberto Fernández. Entonces, siguiendo la estela del eximio Pedro Hernández Cabrera, Ángel Recuenco comienza oficialmente en el arbitraje la temporada  1973-74.  Luego, tras trasladarse a estudiar a Tenerife, donde continúa su periplo arbitral, el joven trencilla pasa pronto a dirigir encuentros de la antigua Tercera División (actual Primera Autonómica) y en la temporada 1976-77, con apenas 22 años, preside el Colegio Provincial de Árbitros, en una época dorada del arbitraje tinerfeño.

En la temporada 1978-79 arbitra en la recientemente creada Primera B y, lo que es más importante, debuta en Primera División. Durante sus 17 años en la máxima categoría del baloncesto español, nuestro personaje dirige alguno de los encuentros más decisivos de la Liga ACB: en las temporadas 1984-85 y 1985-86, por ejemplo,  arbitra sendos partidos del play-off final de la Liga, el primero entre el Real Madrid y el Joventut y el segundo, todo un clásico entre el F.C. Barcelona y el propio Real Madrid. Pero, simultáneamente, el ilustre profesor no descuida su federación, obnubilado por los potentes focos de los principales pabellones de la geografía nacional, y por eso en la temporada 1985-86 se convierte en el artífice de la creación de la Escuela de Árbitros de Tenerife, adscrita a la Federación Tinerfeña.

Laguna Sauces (de jugador), 1974

Ángel Recuenco participó como árbitro en varias de las primeras ediciones de la Competición de Verano de Santa Cruz de La Palma y, aparte de integrarse en el primer Laguna Sauces de la historia, entrenó a varios equipos del municipio del norte de la isla que jugaron la histórica competición otros tantos veranos. En estas formaciones llegó a militar su propio hermano Juan Carlos, que luego tendría una meritoria carrera en el Náutico de Tenerife, con el que llegó a jugar en Primera División.

Sauces (de entrenador), verano de 1978

El palmero debuta como internacional en la temporada 1988-89, y dos años más tarde dirige un partido al más alto nivel, quizás su mayor éxito internacional, la final masculina de la Universiada de 1991 (España fue subcampeona femenina), que se celebro en Sheffield (Reino Unido). En la élite se mantiene hasta la temporada 1994-95, cuando se retira con 40 años por motivos familiares y profesionales, cumpliendo, como decimos, su 17ª temporada en la máxima categoría del básquet español (siete como internacional). En su despedida dirige en La Palma, en el verano de 1995 con motivo de La Bajada de la Virgen, la final de un torneo internacional de Selecciones sub-23, entre los combinados de España y Rusia.

Como comisario de mesa en un partido de ACB en el Santiago Martín

En la actualidad, el profesor Recuenco compatibiliza sus dos amores vocacionales: la docencia, como catedrático de Física y Química y director del IES San Benito de La Laguna, y el baloncesto, como comisario de mesa de la ACB y FIBA, por lo que su relación con el baloncesto ya dura más de cuarenta años.

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