«Los curiosos orígenes del baloncesto en Arafo», por Octavio Rodríguez Delgado

ARAFO celebra sus tradicionales Fiestas Patronales, Un momento ideal para reproducir un ameno e interesante artículo publicado por OCTAVIO RODRÍGUEZ DELGADO, Hijo Adoptivo de Arafo, en su blog el 23 de diciembre de 2013.

Va en homenaje a la familia MONJE y a CLEMENTE MESA, quien el día 17 de agosto presentará su libro en el auditorio Juan Carlos I de Arafo.

FOTO DE PORTADA: Los pioneros del Baloncesto en Arafo en la inauguración de la cancha del “cantero de las coles”, junto al dueño del mismo. De izquierda a derecha, de pie, Miguel Gutiérrez Monje (Miguelín), Jerónimo Monje Pérez (Min), Jerónimo Monje Marrero (dueño de la huerta), Francisco Monje Pérez (Paco o Pancho) y Jerónimo Foronda Monje (Jeromo); agachados, Gonzalo Foronda Monje y José Damián Gutiérrez Monje. La foto fue sacada por Clemente Mesa Curbelo, quien también jugaba con ellos.

Desde hace muchos años, Arafo cuenta con el “Club de Baloncesto Icocia”, equipo  que durante más de tres décadas ha desarrollado una dilatada labor en este deporte, paseando el nombre de esta villa por las canchas de la isla. Pero en este artículo no nos vamos a ocupar de este club, del que todos han oído hablar, sino del curioso origen del deporte del Baloncesto en Arafo, mucho más desconocido incluso para los propios habitantes de esta localidad, que surgió de las manos de una familia que ocupa un lugar de honor en el basket tinerfeño, los Monje.

EL BALONCESTO LLEGA A ARAFO POR EL “CANTERO DE LAS COLES”

A finales de los años cincuenta y comienzos de los sesenta, un grupo de araferos, casi todos ellos de la familia Monje Marrero, comenzaron a practicar el Baloncesto en esta villa.

Entre esos pioneros figuraron los hermanos Jerónimo y Francisco Monje Pérez, hijos del
recordado alcalde de Arafo don Jerónimo Monje Marrero y de la maestra palmera doña María 
Delia Pérez Algarrada; junto a sus primos José, Jerónimo y Gonzalo Foronda Monje, hijos del
médico santacrucero don José Foronda Hernández y de la arafera doña Lucía Monje Marrero
(Lucita); así como otros dos primos, José Damián y Miguel Gutiérrez Monje, hijos del matancero don Miguel Gutiérrez Monje y de la arafera doña Ricarda Monje Marrero (Rosarito); a ellos se unió el único que no era de dicha familia, pero sí vecino inmediato y amigo de siempre de los anteriores, Clemente Mesa Curbelo. Además, todos ellos practicaban desde su infancia otros deportes, como la lucha canaria y el fútbol, y tales actividades las llevaban a cabo, salvo raras excepciones, en el que conocían como “cantero de las coles”.

En el verano de 1959, cuando los hermanos Monje Pérez cursaban estudios en el Colegio San Ildefonso de la Salle de la capital tinerfeña, se pusieron de acuerdo con sus primos y amigos para arrancar un sembrado de coles que tenían junto a la casa de su progenitor, don Jerónimo Monje Marrero, con el fin de habilitar un pequeño campo de deportes, y así lo hicieron.

Los propios jugadores confeccionaron el tablero y el herrero de Arafo les hizo el único aro con el que contaron. El día de la inauguración, que aún recuerdan con emoción sus protagonistas, se colgó un rosario de bombillas de los árboles para iluminar la improvisada cancha de tierra, que estaba bien mojada para que no levantase polvo; también se colocaron sillas bajo la sombra de una chirimoya para acomodar a los invitados, todos ellos familiares, amigos y vecinos, los cuales constituyeron un público entregado que aplaudía con entusiasmo las distintas jugadas. Una vez finalizado el partido, de cuyo resultado no queda constancia, todos pasaron a la bodega de la casa para celebrar el histórico acontecimiento.

Así lo recordaba Clemente Mesa Curbelo en un artículo publicado en 1991 en el periódico Jornada Deportiva titulado “Las coles y el baloncesto en Arafo”:

«Por aquella época, los hermanos Monje, cursaban sus estudios, en el Colegio San Ildefonso, y un verano de un marcado año, nos surgió la idea de arrancar un sembrado de coles, para hacer una cancha. Dicho y hecho. La vaca, contenta, pues se “hinchó de coles”, y nosotros ya teníamos donde hacer deporte. Llegó el día de la inauguración, que nos resultó apoteósica. Las luces colgando de los árboles iluminaban la bien mojada tierra, para que no levantase polvo. También, como no, sillas para acomodar a los invitados, algunos de ellos ya desaparecidos y que se ubicaban bajo la chirimoya. Tío Mimo, tía Delia, Lale, Lola y Antonio, Lucita y D. José, Encarnita y José Luis, compartían con nosotros un momento, que al recordarlo, aún me emociona.

El resultado final, ni lo recuerdo ni tampoco importa. Lo trascendental, era que, después de mucho trabajar veíamos culminado el esfuerzo, y que teníamos un público apasionado que aplaudía a rabiar una suspensión, una finta o un tiro libre acertado. Una vez finalizado el partido, todos a la bodega a celebrar el acontecimiento.

En esta curiosa cancha, de un solo aro, dio sus primeros pasos el baloncesto arafero, de tal modo que tanto ese como los veranos siguientes se convirtieron en mañanas y tardes de baloncesto aficionado, como sano entretenimiento. Y a la postre, los Monje se convertirían en una de las zagas familiares con mayor solera en el baloncesto de Tenerife».

LAS EXHIBICIONES DE BALONCESTO POR LAS FIESTAS PATRONALES DE ARAFO

En esa primera “cancha” y en la bodega de los Monje estuvieron con posterioridad y en distintas fechas entrenadores del Baloncesto nacional, tan célebres como Díaz Miguel, Monsalve, Pepe Lasso o Jesús Codina, que eran invitados por Pancho cuando venían a Tenerife para impartir cursos en el “Club Náutico”.

Algunos de estos entrenadores, así como otros del citado equipo capitalino, como Pepe Cabrera, y del “Hernán Imperio”, llegaron a participar o ser testigos de excepción en exhibiciones de este deporte realizadas en Arafo durante las Fiestas Patronales en la primera mitad de los años sesenta, en una improvisada cancha habilitada delante de la iglesia parroquial, con dos aros traídos desde Güímar.

Como ejemplo de lo expuesto, el sábado 29 de agosto de 1964, a las cinco y media de la tarde según el programa, se celebró un «Gran encuentro de baloncesto entre una selección de este pueblo reforzada con el célebre ex-jugador del Real Madrid y actual entrenador de la selección nacional “Junior”, Lasso, con el “Náutico” de la Capital, otorgándose un artístico y valioso trofeo al vencedor, donado a tal efecto por la firma comercial “Gemas”».

Y al año siguiente, el 28 de agosto de 1965, se celebró en la misma explanada otro partido, también
con motivo de las Fiestas e igualmente entre el “Náutico” y una selección de Arafo, que estuvo dirigida por el recién nombrado seleccionador nacional de Baloncesto Antonio Díaz Miguel.

LOS PIONEROS DEL BALONCESTO EN ARAFO

Para concluir este sencillo artículo, quisiera profundizar, aunque sea brevemente, en la trayectoria de cinco de los pioneros del Baloncesto en Arafo que a partir de dichos inicios tuvieron continuidad en este deporte:

D. JERÓNIMO FORONDA MONJE nació en Arafo en 1940. Cursó la carrera de Derecho y fue alférez de complemento de Infantería. Tuvo una larga andadura como tenor solista de “Los Fregolinos” y también colaboró en muchas ocasiones con la Coral “María Auxiliadora” de esta su villa natal.

Pero, sobre todo, destacó su actividad en el Baloncesto. En 1953 empezó a jugar en competiciones oficiales en un equipo del Frente de Juventudes que llamaban el “Gran Capitán”; en 1954 se incorporó al “Hernán Imperio”, primero en el conjunto infantil y luego en el de Segunda y Primera categoría, siempre como base o escolta, y desde su puesto de director del juego fue un magnífico pasador, especialista pionero en asistencias, muchas veces espectaculares.

En 1960 obtuvo en Segovia el título de preparador nacional, por lo que comenzó a entrenar al equipo del que seguía siendo jugador. Luego pasó como jugador al “C.B. Disa”, del que ya era capitán en 1964, al ganar el Trofeo de Navidad.

Por entonces figuró entre los pioneros del baloncesto femenino, al dirigir al “C.B. Medina” y al “C.B.
María Auxiliadora Hogar Escuela”, que se proclamó campeón de España de la Segunda División en 1965; curiosamente, Jerónimo contrajo matrimonio con una jugadora de este equipo, Ángeles García Pérez. En 1967 simultaneaba dicho cargo con el de preparador del “Canarias C.B.”. En 1983 entrenaba al equipo femenino “Coronas Tenerife” y en 1985 al “Cajacanarias” de Tenerife de la Primera División femenina. En 1987 se celebró un encuentro homenaje en su honor entre un combinado canario femenino y el “Tintoretto” madrileño.

En los años siguientes fue entrenador del “Káiser”, “O.M. Tenerife, Junta del Puerto” y “Toscal”.
En 1997 era presidente de este último, el “C.B. Toscal”. Tras servir al Baloncesto durante más de 30 años, Jerónimo Foronda falleció en 1998, permaneciendo en las canchas casi hasta su muerte; la Federación Tinerfeña declaró jornada de luto a la que se disputó tras su óbito.

En 1999, la Asociación de Periodistas Deportivos de Tenerife le tributó un nuevo homenaje, como reconocimiento a toda una vida dedicada al Baloncesto, en general, y al femenino, en particular. En ese mismo año, a propuesta de la Federación Tinerfeña, presidida por su paisano y amigo Clemente Mesa, se creó la Fundación Jerónimo Foronda Monje, para promoción de este deporte; en 2000 se celebró el primer Torneo de Baloncesto que lleva su nombre; y en 2005 se celebró en Güímar el “I Memorial Jerónimo Foronda”, que constituyó un emotivo homenaje a este extraordinario jugador, entrenador y directivo.

D. JERÓNIMO MONJE PÉREZ, primo del anterior, nació en Santa Cruz de Tenerife en 1941 y fue bautizado en Arafo. Desde 1984 está vinculado a la Caja Rural de Tenerife, hoy Cajasiete”, de la que ha sido subdirector, director adjunto y director general; y desde 1998 es presidente ejecutivo de la misma, así como de la “Fundación Pedro Modesto Campos-Caja Rural de Tenerife”.

Con respecto al Baloncesto, Jerónimo (o Monje I, como se le conoció) jugó durante muchos años en el “Náutico” de Santa Cruz de Tenerife, partiendo de los equipos base hasta el senior de Primera y Segunda División nacional, por lo menos desde 1961. Con este equipo, en mayo de 1965 disputó la final de la Copa del Generalísimo ante el “Real Madrid” y el año siguiente logró el ascenso a la Primera División, al igual que su hermano Pancho. Junto a éste y a sus antiguos compañeros, en enero de 1997 se volvió a vestir de corto y a jugar un partido amistoso, siendo homenajeados estos veteranos jugadores el 27 de febrero inmediato por la Asociación de la Prensa Deportiva de Tenerife, en el transcurso de la Gala del Deporte.

D. FRANCISCO MONJE PÉREZ, hermano del anterior, nació hacia 1943 y es abogado. Fue director general de Trabajo del Gobierno Canario, de 1987 a 1989, por lo que en 1999 se le tributó un homenaje de reconocimiento a su labor por el Centro de Formación de Cooperativas de Canarias (EFOCA); hoy es presidente de la Sala de Tenerife del Tribunal Económico Administrativo de Canarias. Con respecto al Baloncesto, Pancho Monje (o Monje II), como se le conocía, estaba dotado de magníficas cualidades físicas y técnicas. Se formó en el equipo juvenil del “Náutico” de Santa Cruz de Tenerife, del que pasó en 1962 al equipo senior, en el que jugó por lo menos hasta 1971, en su mejor época, tanto en Segunda como en Primera División nacional, y siempre figuró entre los máximos realizadores del mismo; al final de su carrera deportiva también jugó un par de años en el “Canarias”. Como curiosidad, tuvo una lesión a comienzos de 1971, de la que se recuperó. Hoy pertenece a la “Asociación de ex-jugadores y ex-entrenadores” del histórico “R.C. Náutico” de Tenerife. Y la tradición baloncestística familiar la han continuado su hijo, Fran Monje, y su yerno, Yuse García, ambos jugadores del “Náutico”.

D. JOSÉ DAMIÁN GUTIÉRREZ MONJE, primo de los anteriores, nació hacia 1947. Ha sido empleado de CajaCanarias y concejal del Ayuntamiento de La Matanza de Acentejo. Durante muchos años fue jugador y presidente del “Club de Baloncesto La Matanza”; y hasta hace poco tiempo continuaba jugando en una liga de veteranos de este deporte.

D. CLEMENTE MESA CURBELO, amigo y vecino de los anteriores, nació en Arafo en 1944. Ha trabajado como vocalista de orquestas y agente comercial, siendo además colaborador periodístico, faceta en la que a veces utiliza el pseudónimo “Añavingo”.

Su trayectoria en el Baloncesto comenzó como jugador durante dos años del “C.B. Izaña” de Güímar, fundado por Quique Ruiz. Luego se vinculó al Balonmano, como presidente-fundador y delegado durante unas cuatro temporadas del histórico “Santa Cruz Airpons”, luego “Santa Cruz Cocal”, primer conjunto femenino canario en la Primera División nacional.

Un tanto quemado dejó temporalmente su actividad deportiva, hasta que su hijo Sergio lo devolvió al deporte de la canasta. Así, durante diez años colaboró en el trabajo de formación con el Club Baloncesto Unelco Tenerife, del que fue además delegado y en los tres últimos años, de 1995 a 1998, vocal de la junta directiva.

En dicho año 1998 fue elegido presidente de la Federación Tinerfeña de Baloncesto y tras cuatro años en el cargo, en 2002 fue elegido presidente de la Federación Canaria de Baloncesto, cargo en el que ya lleva once años y en el que continúa. En el verano de 2009 fue designado, además, adjunto al presidente de la Federación Española de Baloncesto.

Los otros dos pioneros del Baloncesto en Arafo, que sepamos no perseveraron en esta actividad deportiva. Don Miguel Gutiérrez Monje ha sido funcionario del Cabildo de Tenerife; mientras que don Gonzalo Foronda Monje (1942) compró la casa de doña Maximina en Arafo, cerca de la Esquina de los Carros, fue seminarista y luego obtuvo el título de Licenciado en Filosofía, habiéndose dedicado a la docencia en Enseñanza Media.

Tras esos curiosos orígenes, años más tarde, en 1969, se creó el “Club Deportivo de Baloncesto Arafo”; en 1975 se fundó el primer equipo federado, el “Club de Baloncesto Arafo”; y en 1979 el “Club Baloncesto Icocia”, uno de los equipos más antiguos de la isla, con 34 años de trayectoria deportiva. Pero esa es otra historia, de la que nos ocuparemos en su momento.

No hay comentarios

Escribir un comentario