El análisis de Álvaro Basanta desde Lugo

«A pesar de la derrota de ayer yo estoy profundamente orgulloso de nuestro equipo, ayer todo Tenerife vio al Breogán, el ADN azul y blanco, el orgullo, la garra y el amor por la camiseta que demostraron ayer nuestros jugadores, ¡qué pena de las bajas! Estoy seguro que con 12 jugadores ayer habríamos ganado el partido, pero estabamos en las circunstancias en las que estábamos y es lo que hubo.
ÁLVARO BASANTA (pertenece al grupo de Facebook BREOGÁN ESTÁ EN ACB)
Comenzamos muy bien ante un Lenovo Tenerife que no se parecía en nada al del año pasado, afortunadamente, aunque tanto Huertas como Shermandini no creaban dolores de cabeza, pero una buen trabajo en el rebote ofensivo junto con una buena defensa y un Jogela que empezaba a carburar nos permitieron acabar los primeros 10 minutos con ventaja de +6, y lo que es más importante, con buenas sensaciones.
El segundo cuarto fue sencillamente tedioso, y en él mostramos una esterilidad ofensiva deseperante en algunos momentos, 3 puntos en todo el cuarto, parecíamos de minibasket, PERO PERO PERO… el Lenovo sólo anotó 11, ¿cómo interpretar eso? ¿el Lenovo veía el aro cerrado o hicimos una defensa tan buena que el esfuerzo físico que reaiizamos nos impidió anotar más?
Yo la verdad no me atrevería a pronunciarme sobre eso, porque vi mucho y buen trabajo defensivo en esos momentos; aunque el Lenovo estaba a nivel de un equipo de la parte media-baja de la tabla tenía efectivos más que de sobra para arrollarnos y llegar al descanso con el partido sentenciado no fue capaz, sólo consiguió llegar al descanso con un +2 a su favor.
A mi personalmente me intriga y me gustaría mucho poder saber cual fue el factor que prevaleció en esos segundos 10 minutos, pero no lo consigo.
El tercer cuarto difícilmente podría empezar peor para nosotros: triple de Abromaitis casi nada más empezar y 5ª falta de Diouf, y poco después la de Sajus, a los pocos minutos ya estábamos en bonus, el Lenovo que casi instaló la tienda de campaña y el infiernillo en el 4’60 (lanzaron casi el doble de tiros libres que nosotros) en unos momentos en que nuestros jugadores empezaban a cargarse de faltas, y los tinerfeños que se van 9 arriba, y ahí empezó la épica: con 4 “bajitos” y los 2’09 de Juan Fernandez como referencia interior empezamos a remontar a base de corazón y coraje, a remontar, ante un Lenovo Tenerife que, seguramente, no esperaba este arreón nuestro y empezaba a dudar, momentos en el que sólo Marcelinho Huertas y Gio Shermandini eran los del año pasado, con un Fitipaldo anulado, un Ristic fuera del partido, y un Salin y un Doornekamp reducidos a la mínima expresión merced a nuestro buen hacer en defensa. Una técnica a Mrsic encendía aún más el partido y que nos vamos a la pausa de dos minutos con sólo uno abajo. Y un último cuarto que se presentaba miocárdico.
Y lo fue, ya que neutralizamos un 0-5 del Lenovo y todo el cuarto discurrió con mucha igualdad, otro arreón tinerfeño igualmente neutralizado y llegó el momento culminante del partido: Jogela, que estuvo excelso, anota un triple que pone el empate a 74, y en el ataque local Huertas pierde la bola en el que quizás fue su único error en el partido, y bola nuestra con 13 segundos por jugar, y Momirov que se juega y falla el tiro de la victoria con un triple desde 7 metros…. cuando Ventura está a 2 metros del aro en perfectas condiciones para anotar, lo menos positivo que podía pasar es que le hiciesen falta y tuviese que ir a la línea.
La confianza es esencial para un jugador, y quizás haya un par de los nuestros que adolecen de ella, pero si es excesiva puede ser muy perjudicial, “demasiada cera quema la iglesia” dice la sabiduría popular. Me da la sensación de que o Mrsic le dio a Momirov el papel de “resuelvepartidos” o se lo autoatribuyó él mismo, pero ya es la tercera vez que Stefan se juega el tiro de la victoria marrando las tres veces. Naturalmente si ayer lo hubiese metido no estaría diciendo esto, pero es que ayer la última jugada fue una “cagada”.
Y llegamos a la prórroga ya sin fuerzas pero compitiendo, hasta que incurrimos en la “cagada suprema”: a poco más de un minuto para el final, con el marcador apretado y resistiendo estoicamente las embestidas tinerfeñas comandadas por un Huertas estelar, un miembro del equipo técnico del equipo le dice algo a uno de los árbitros y técnica, y ahí ya no tuvimos más remedio que claudicar, ya no teníamos fuerzas para más. Pero cumplimos y con creces además, ayer dimos una lección de pundonor y profesionalidad.
Respecto a nuestros jugadores Jogela estuvo magnífico, se mostró como un tirador letal, y muy bien también Sergi García, al que yo critico mucho pero hoy ante él me quito el sombrero, igual que digo unas cosas también digo las otras;
Rudan bien, la intencionada que le pitaron por irrumpir en la pintura como si fuese un tren de mercancías fue fruto de la inexperiencia y de un ímpetu excesivo normal a los 21 años, broncazo de Mrsic y aquí no pasó nada; bien también Diouf, que poco a poco va ganando minutos e importancia en el esquema del equipo, ayer estuvo muy bien en defensa sobre todo teniendo en cuenta con quien le toco bailara a ambos lados de la cancha; no lo hizo mal Sergi Quintela y su hermano Érik pecó en algunos momentos de exceso de impetu, aunque si tenemos que pecar de algo que sea de eso y no de indolencia; y Momirov flojillo.
Quien sintiéndolo mucho no da el nivel es Sajus, no es que tenga dificultades para anotar, es que pasa olímpicamente de mirar al aro, como si para él no existiese. De hecho ayer hubo un par de ocasiones en las que estaba en clara ventaja en la pintura para anotar y no miró ni al tablero, dobló el balón y que anote otro. No tiene nivel, lo siento pero yo al menos no se lo veo, creo incluso que fue un fichaje fallido.
Bueno pues el domingo contra el Valencia ya estará “el nuevo” como se suele decir en estos casos, se le escapó a Mrsic en la rueda de prensa de ayer aunque después quiso enmendarlo, y ya lo dan por fichado en las redes sociales. Si es el que se comenta es más anotador que director, es decir, puede darnos parte de lo que nos falta».
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