En el DERBI cestista se respira DE-POR-TI-VI-DAD

El pasado sábado Santa Cruz de Tenerife vivió el esperado derbi futbolístico. Un CD Tenerife-UD Las Palmas en el que tristemente la rivalidad es máxima. Y se comprueba con el simple de detalle de acompañar el traslado de los aficionados amarillos desde el barco al «Heliodoro Rodríguez».

Cánticos de apoyo a su UD y otros que arremeten contra el rival. ¡Ojo! sucede igual cuando son los blanquiazules los que viajan a Las Palmas.

Luego, ya en las gradas, observas cortes de mangas, más insultos y gestos tan significativos como «nosotros a Primera; ustedes a Segunda B».

Afortunadamente, la Policía Nacional está siempre ahí para evitar acercamientos entre aficiones que generan una batalla campal. Es triste decirlo, pero es la realidad. Como sucede en otros clásicos (Betis-Sevilla; Barcelona-Real Madrid; Atlético de Madrid-Real Madrid; Español-Barcelona, etc).

En el baloncesto la palabra que define el DERBI CANARIO en la Liga Endesa es DE-POR-TI-VI-DAD.

De hecho, en las visitas al Santiago Martín de aficionados amarillos, antes de la pandemia, en los prolegómenos del partido una amplia representación de las peñas se dan cita en os aledaños del recinto y, desplegando la pancarta de la deportividad, dan una lección de educación, respeto y deportividad.

Luego cuando el balón es lanzado al aire por el árbitro principal, ahí cada aficionado se vuelca con su equipo, aplaude sus jugadas y canastas, incluso silban cuando los árbitros inclinan la balanza a favor del rival.

Cuando el partido concluye cada afición despide a sus jugadores con una cerrada ovación e, incluso, aplaude al rival, gane o pierda, al abandonar el parquet.

El ver juntos a seguidores de uno y otro bandos, compartiendo la fiesta del baloncesto, ya sea aquí o en el Gran Canaria Arena, evidencia la madurez de quienes amamos el baloncesto. Porque siempre gusta ver ganar al equipo de tus amores, pero cuando el rival es superior y se lleva la victoria, ¿por qué no reconocerlo con un aplauso?

Postdata/ Una veintena de aficionados del Gran Canaria, entre ellos «La Máscara», compartirán mesa y mantal con los componentes de la Peña Frente Los Pollos Amarillos a la conclusión del partido. Ganen unos u otros, al final ambos saborearán una paella que servirá el bar JMD, patrocinador del citado grupo.