¡GRACIAS, Pabellón Paco Álvarez!

Hoy he presenciado la demolición de una histórica cancha, el PACO ÁLVAREZ. Las palas ya trabajan en tirar abajo un recinto deportivo que fue cuna de miles de deportistas, tanto en el mundo de la canasta como en otras modalidades, caso del voleibol.

AGUSTÍN ARIAS.-

«Dos clubes, entre otros, han desarrollado en esta instalación, poco mimada por el OAD de Santa Cruz de Tenerife, el CB Unelco y el CV Cuesta Piedra, con dos grandes al frente, Paco Chinea y Francis Hernández, dos personas que han pasado más tiempo en los banquillos, parquet y vestuarios que en sus propias casas.

En el día en el que las paredes carecen ya de muros y solo queda echar abajo el techo, son muchos los momentos que nos vienen a la mente. Aquellas grandes citas con la cantera, con partidos insulares y regionales… También torneos allí celebrados, como el recordado Trofeo Baden Jornada Deportiva, en el que el campeón masculino de cada categoría de base (de Infantil a Júnior) se enfrentaba a una selección resto de equipos, siendo el objetivo hacer entrega de los trofeos de la temporada que generosamente nos patrocinada Insular Sport, con Amador Herrera al frente.

Títulos conquistados en aquellas cuatro paredes. Ascensos, enfrentamientos apasionantes entre los campeones de Tenerife y Gran Canaria…

Visitas obligadas, en los descansos y al término de los partidos al chiringuito de Pepe, donde saboreábamos la carne fiesta o los bocatas de lo que quisieras…

Las interminables charlas de baloncesto en la que Couceiro y Felipe Antón, además de una curia de magníficos entrenadores de cantera, asumían casi siempre el protagonismo hasta que el amigo Pepe obligada al «desalojo» ya entrada la noche.

Cursos de entrenadores con presencia nacional e internacional. Citas del mundo arbitral con charlas de auténticas leyendas del silbato…

Partidos de la prensa, con un torneo memorable que llevó a las vitrinas de la APDT el gigantesco trofeo puesto en litigio…

Estoy seguro que las mismas sensaciones que he tenido las hacen suyas un montón de entrenadores, jugadores, directivos, aficionados… Porque el «PACO ÁLVAREZ» siempre fue el lugar de encuentro. Lo fue tanto que incluso las palomas jamás se quisieron perder los partidos, estando tan a gusto que «obsequiaban» con sus «cagaditas» que a más de uno fastidió el chándal o el traje de los domingos.

Decimos adiós con nostalgia al Paco Álvarez conscientes de que en 14 meses estaremos admirando la nueva construcción deportiva. En ella serán las nuevas generaciones quienes asuman el protagonismo que en aquellos 70, 80, 90… vivieron sus padres y abuelos.

HASTA SIEMPRE, PABELLÓN PACO ÁLVAREZ

 

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